Créase o no: Jurassic Park en el Gobierno

Toda figura paleontológica análoga, quizá no alcance a explicar la irracionalidad de una parte de la sociedad argentina, que le están diciendo en las «narices» todo el daño de que van a ser pasibles, sin embargo, eligen a los que prometieron que sus vidas ya no serán como antes, con quita generalizada de derechos, en especial laborales, descontrol de precios, venta de las «joyas de la abuela», con pérdida de soberanía económica, política en la toma de las decisiones, porque la soberanía cultural ya la hemos perdido, y sin embargo, ahí fue el voto dócil, domesticado, resentido, desideologizado que hipotecará su futuro inminente, porque este futuro al que el votante cautivo y domesticado, solo lo va a tener en cuenta cuando empiece a sufrir las consecuencias desde mañana mismo.

Por eso, en el medio de un «ajuste fiscal» y monetario que se disfraza como inevitable, donde la sutileza de «hiperinflación» marca diferencia de la «estanflación», que no sabrán descifrar los familiares mayores, niños, que serán víctimas inocentes de la «colonización» mental perversa de seres que parecen reflexionar sobre la catástrofe que ya comenzó, sin graficarla con las consecuencias de ese choque planetario de hace 65 millones de años, no es solo un acto de analogía descriptiva, sino la certeza que los «dinosaurios» todavía gozan de buena salud y encima se dan el lujo de gobernar y co-gobernar.

Ahora con el cráter ya abierto, estampado en la realidad presente, podríamos volver al futuro, y avizorar una hiperinflación, salarios deprimidos, aumento del desempleo, tanto formal como informal, eliminación de impuestos a las élites, empresas que producirán cada vez menos, porque hay cada vez mas personas sin poder adquisitivo, recaudación en pleno desplome, y grandes dificultades para que el Estado pague sus obligaciones. Llámense sueldos y jubilaciones.

Los comedores populares se reproducirán con personas en situación de calle, empujadas a una condición degradante de mendicidad. O sea, el gran meteorito de la política, convertido en desastre social, esta vez, ¡oh! paradoja, de la mano de los Dinosaurios de la política corrupta ya que ninguno resiste un archivo, y con causas judiciales pendientes.

Mientras la coyuntura vaya llenándose de esas situaciones dramáticas, por debajo y en simultáneo, el dispositivo de los saqueos de los bienes naturales comunes, que Argentina tiene, variados y en gran cantidad, ya está instalado en el país y en el Gobierno del «inflamado» Milei. Al igual que las administraciones de Joe Martínez de Hoz y sus seguidores en 1976, Carlos Menem en 1989 y de Mauricio Macri en 2015, la de Milei se instala en la Casa Rosada con un plan «de negocios» que será prioridad en sus decisiones, dejando en segundo plano cualquier proyecto de gobierno que no sea «serruchar» y entregar el país.

Todo, absolutamente todo, desde el gas convencional y el no convencional, el petróleo, YPF y Vaca Muerta como frutilla del postre, incluyendo acuerdos con entrega de soberanía de las Islas Malvinas usurpadas por Gran Bretaña, y también el Litio y coltán del NE, oro plata y cobre precordilleranos, desde corporaciones de EEUU, China, Nórdicas, Australianas y hasta Rusia, están en la «cola» para dar el zarpazo. No dejemos afuera a nuestros «amigos» los Fondos Buitres, disfrazados de «Financieros» o «inversionistas», con Black Rock a la cabeza, que ya cuenta con el 5,7% de las acciones de YPF y fue clave junto a Pimco y Templeton en el proceso infame de endeudamiento macrista en 2016, tras el pago en efectivo, mas de lo estipulado, a la «carroñera» de Paul Singer, que luego vino a pescar a Lago Escondido (feudo de Joe Lewis), junto con el Juez de la Corte Suprema de EEUU Samuel Alito. Singer es el principal acreedor privado con US$ 2.000 millones de dólares en títulos de deuda argentina, y está posicionado en un sitio de privilegio en la toma de decisiones del nuevo mandatario porque su representante en la Empresa Pampa Energía, Darío Epstein, el «sinuoso», es asesor de máxima confianza del ultraliberal y está para ocupar cualquier cargo en el staff económico financiero que hoy lidera el «Messi» Caputo, especialista en «toma» de capitales extranjeros a cambio de acciones de empresas energéticas para volcarlos al mercado, en la lógica financiera, ni productiva, ni interesada en generación de dólares genuinos.

Detrás del «dinosaurio» que maneja fondos equivalentes a los PBI de Alemania y Francia, hacen «cola» por ej: los barcos corsarios de Allianz SE; Ashmore Group, Agricole Group, FMR, Global Evolution, Intesa Sanpaolo, TCW Group, Vanguard Group, además del mexicano más rico de Latinoamérica y coloso de las comunicaciones Carlos Slim y Elon Musk, el «cazador» de Litio y tierras raras, considerado como uno de los mas ricos del mundo. (Lo que no sabe Milei, dentro de su gran ignorancia, es que cuando habló por teléfono con él, estaba hablando con el hombre que financió al Coronel Camacho para dar el golpe en Bolivia a cambio de la concesión de yacimientos de Litio).

En resumen, Milei llega para acabar con una forma de vivir que abarca a todos de una manera u otra, porque hace más de 200 años, argentinos y argentinas nacen y viven en un país con presencia de un Estado (que hasta provee cementerios). Por eso es una anomalía, porque no es común que las mayorías apuesten al triunfo de sus verdugos.

Quizá haya sido también por el hartazgo de la «casta», ese concepto que Milei tomó de la derecha española, que a su vez lo tomó de la izquierda. Todo vuelve. En esa bolsa, Milei metió a todos; políticos corruptos, empresarios prebendarios, sindicalistas que por acción u omisión entregan a los trabajadores, los escribas y micrófonos ensobrados que son cómplices y ocultan todos los negocios ofreciendo impunidad periodística.

Lo notable es que ya venía con un cargamento de gente «sospechosa» de idoneidad, y luego de las Paso, al perder por 6 puntos con Massa, decidió «encastarse» hasta límites insospechados y recicló a lo más repudiable del menemismo y del macrismo, fingiendo que sus bendiciones al recién llegado los «limpia» de todo lo que dijo repudiar.

Ahora termina y se clausura una etapa. Muchos liderazgos mueren, las alianzas partidarias preexistentes al 10 de Diciembre están heridas de muerte.

El presente y las especulaciones sobre el curso de acción, podrían indicar que el apoyo político al nuevo gobierno puede deteriorarse con rapidez, y puede conducir a la «catástrofe social». Hora se les va a sumar la clase media desclasada, a los desheredados de siempre, los muertos de hambre y frío, y los que cambiarán el «Restó» del barrio por lo que puedan conseguir en un contenedor.

Hoy, cuando el desierto abarca todo el escenario de las convicciones nacionales y populares, no aparece el nuevo presidente como un faro que ilumine una esperanza. Los meses mostrarán si enciende los fuegos que iluminen el camino, el bastón y las canciones nuevas que reclamó a su tiempo, o marchita el nacimiento de sus estrella en la tibieza de su gestión.

Con el advenimiento del Jurasic Park de la política, puede llegar a ser un «circo sin pan» o el preludio de un colapso de sufrimiento popular.

«Cuando un mundo nuevo no termina de nacer, y el viejo no termina de morir, es en ese claro oscuro cuando aparecen los monstruos».- Gramsci