La Insumisa, precisamente, es la autobiografía de la genial poeta y escritora uruguaya Cristina Peri Rossi. En un fragmento revelador, dice: “…años después leí en Freud que los niños y las niñas suelen creer que son iguales hasta que una adulta tonta -la madre o la abuela- le enseña a la niña que le falta algo y la niña suele sentirse culpable de aquello que le falta. Es un ser incompleto, inmaduro, no terminado. Como en la sinfonía inconclusa de Schubert, la mujer es incompleta. ¿Quién vendrá a completarla? ¿Vendrá el príncipe a completarla? ¿Vendrá el príncipe o vendrá el lobo? ¿La completará el marido, el amante o la completarán los hijos? Pobre criatura a la que le falta algo. Pobre ser sin ser, a la búsqueda de lo que le falta. ¿Vendrá el príncipe azul a darle lo que no tiene? Nunca escuché definir a un varón por lo que le falta, nunca oí que una abuela o una madre le dijera al nieto o al hijo, ‘no tienes clítoris ni vagina’. Pero a veces ocurre -como me ocurrió a mí- que aun en mi ignorancia, no sabía que no tenía clítoris, descubrí espontáneamente para qué servía: para proporcionarme un placer autónomo, independiente, sin esperar a ningún príncipe azul” (Cristina Peri Rossi, La insumisa, ediciones menos cuarto).
La realidad no existe como tal, se construye cuando el significante hinca sus dientes sobre lo real, creando y construyendo, a dentelladas, diferencias y efectos de sentido.
Carlos Alberto
La realidad, tampoco es la que ustedes han pretendido instalar desde la amaneada ideología de género. El curso de las cosas seguirá su curso y no se estancara en aquello que por esencia es lo que debe ser y no otra cosa. Soy de los papá bendecido por DIOS que me dio dos niñas, a las que eduque como tales y solo tuve que explicarle los detalles necesario a partir de su normal desarrollo ,lo cual fue aceptado con alegría de saberse mujeres a secas, nadie mordió a nadie ni tuve que azuzar su mente en formación con ideologías cargadas de resentimientos y traumas irresueltos. VIVA y DEJEN VIVIR.