“Concordia está entre las 30 ciudades más importantes del país y por eso el INDEC nos toma como referencia”, expresó el funcionario. “Porque además de este diagnóstico sobre la pobreza, que conocemos y está entre las prioridades de nuestra gestión, también debemos decir que Concordia es una ciudad pujante, dinámica, sostenible, receptiva, con un fuerte desarrollo de la producción, el comercio, el turismo y la economía social”, definió.
“Hay que explicar también que el INDEC toma como parámetro el costo de la canasta básica. Entonces todos los hogares con ingresos por debajo de 284.687 pesos mensuales son considerados pobres. En Concordia, donde la mayor parte del empleo depende del sector productivo y comercial, tenemos un nivel de ocupación laboral histórico, como lo dice también el INDEC, pero sueldos que siguen en perdida frente a la inflación, el costo de vida y la canasta básica”, argumentó. “Esto engrosa también, y principalmente, las estadísticas de pobreza”, explicó.
¿En qué se diferencia esta situación con lo que pasa en las otras 30 ciudades que mide el INDEC?
«Ahí tenemos que hacer notar que casi todas son capitales de provincia, donde la presencia del Estado en todos sus niveles (Nación, Provincia y municipios) determina un alto porcentaje de empleo público con mejores sueldos que los que perciben los trabajadores de las actividades primarias o en el sector precarizado del ámbito privado”, argumentó.
“En este contexto entonces de alta ocupación laboral pero elevados niveles de precarización, de riqueza concentrada en algunos sectores y desigualdad en otros, los datos del INDEC forman parte de un escenario preocupante al que no permanecemos indiferentes, porque todo lo que un municipio puede hacer para luchar contra la pobreza en Concordia se está haciendo”, dijo también.
¿Qué se hace para combatir la pobreza?
“El municipio no puede terminar con la inflación, sacar al país del endeudamiento con el FMI o bajar los precios; factores que claramente podrían incidir en el componente económico de la pobreza. Pero todo lo que puede hacer el intendente Enrique Cresto y la gestión municipal para reparar asimetrías, mejorar la calidad de vida y generar más oportunidades lo estamos haciendo”, insistió Satalía Méndez.
“A la pobreza se la combate todos los días con obras públicas estratégicas que representan desarrollo con inclusión, fuentes de trabajo y mejor calidad de vida. Con redes de agua, cloacas, pavimentación, cordón cuneta, iluminación y obras que mejoran la calidad de vida y promueven el desarrollo de los barrios populares. Con talleres y actividades educativas, culturales, deportivas y de formación laboral que abren puertas a mejores oportunidades de desarrollo integral y empleo genuino”, ejemplificó.
“En Concordia hay Centros de Desarrollo Infantil municipales que fortalecen, junto a las familias, el entramado social en la primera infancia y reciben diariamente a miles de niños para incluirlos en el sistema educativo. Hay Centros de Salud que garantizan prestaciones y servicios consolidando las redes de atención primaria de prevención y promoción de la salud”, añadió.
“Tenemos programas de formación e inserción laboral que promueven el ingreso de los jóvenes al mercado del trabajo y programas de promoción del emprendedurismo y la economía social que representan la oportunidad de hacer realidad sus proyectos para cientos de familias”, detalló.
“La pobreza es parte de una realidad compleja, multidimensional y transversal a todos los sectores. Por eso esta gestión municipal pone todo el compromiso y esfuerzo en transformar esa realidad, sin dejarnos convencer por los que estigmatizan a Concordia y quieren hacernos creer que no tenemos futuro”, advirtió.
“En esta problemática, como en tantas otras cuestiones que hacen a la vida en sí de la ciudad y su futuro, la salida siempre es entre todos y para adelante, apoyándonos en lo que hicimos y logramos juntos para poder hacer mucho más”, concluyó.