Cuando fundó la Casa de la Mujer, Andrea sufrió la pérdida de un hijo de 18 años, Andrés, quien fue asesinado para robarle un celular. Comenzó en el barrio Gruta de Lourdes,  a la vuelta de la Parroquia, con una vivienda cedida por un vecino de la zona. Ferreyra mencionó que el padre Servín en su momento y luego quien lo sucedió tras su fallecimiento, Daniel Petelín colaboraron con la Casa. En su momento, la Casa ha llegado a tener 12 camas y había momentos en que estaba repleta dado que había niños alojados. “Trabajábamos con donaciones de zapatillas, pañales, leche”, dijo

No obstante, en un momento dado comenzó a intervenir el municipio. Desde ese momento, indicó que algo cambió. “La Casa de la Mujer siempre tuvo un manejo con intereses mezquinos, para beneficio propio, para beneficiarse el político de turno”, dijo. “Para hacer una propaganda política, como para decir o autoproclamarse como creador de la Casa”. Y mencionó a la concejal peronista Claudia Villalba como una persona que intervino con ese fin y le sirvió “para escalar en lo político”. “Hoy pasa lo mismo pero con otras personas”.

Ferreyra sostuvo que tenia expectativa de que la actual gestión convocase a personas idóneas para desempeñarse en esa área. En su momento, sostuvo que lograron el trabajo en conjunto de diferentes instituciones con la Casa de la Mujer como el Copnaf, la Policía, Desarrollo Social, etc. “Más allá de que se necesitan profesionales, también se necesitan gente con mucha humanidad”. Ferreyra sostuvo que la Casa fue creada con un fin de contención en primera instancia y que sirva de articuladora con las instituciones que deben intervenir.

La mujer explicó que las mujeres que llegan a esa instancia no solo padecen situaciones de violencia de género sino que, además, muchas veces son analfabetas, están indocumentadas, sin parientes que las alojen temporalmente, con problemas de adicción. Por ello,  necesitan un lugar donde encontrar contención humana, estar en contacto con otras que  haya pasado por lo mismo además de la atención de profesionales como médicos, psicólogos, abogados, etc. Y aclaró que la intención siempre fue que las mujeres no se queden a vivir sino obtenerles pasajes si quieren irse a otra ciudad u ofrecerles ayuda para levantar una casilla si tenían algún terreno disponible.

“Ayer le envié un mensaje al Dr. Azcué para decirle que me ponía a disposición”, expresó. La mujer es sostén de hogar, no tiene trabajo y tiene seis hijos. Por ello, en primer término, le solicitó un puesto formal en el municipio. Sin embargo, también se ofreció como colaboradora “ad honorem”. “Por delante está la causa”. “Aunque no se me pueda dar un trabajo formal, quiero seguir colaborando con la causa ad honorem”, dijo. “Ok Andrea gracias”, fue la respuesta de Azcué. La mujer sabe que cada intendente tiene promesas de contratos a quienes lo ayudaron en la campaña. Pero, remarcó, “eso no es estar pensando realmente en las mujeres  de Concordia”.

Ferreyra indicó que, a pesar del tiempo que transcurrió, muchas veces sigue recibiendo pedidos de ayuda porque la conocen.  A veces le piden que les consigan un abogado y muchas veces obtiene ayuda en Tribunales. Hace poco, en el barrio Independencia, dio que los vecinos fueron a buscarla porque alojaban a una mujer que se había ido del hogar con cinco chicos e iba de un lado al otro, no tenían comida para darles, los chicos estaban enfermos, etc.

Se contactó en algunas oportunidades con funcionarios como el subsecretario de Desarrollo Social, Roberto Niez, quien le ofreció ayuda en alguna oportunidad con algún caso puntual, como el alquiler de una pensión  a una mujer que no tenia donde permanecer, cuando no había ningún refugio. Posteriormente comenzó a funcionar un dispositivo de contención temporal en el municipio.

A su vez, sostuvo que sabe que la municipalidad lanzó la Mesa de Desarrollo Humano que tiene como objetivo intervenir en casos de violencia de género, entre otras cuestiones conflictivas como adicciones, etc. Pero sostuvo que comenzar a reunirse por ese motivo es como empezar de cero nuevamente. “Ese trabajo ya lo hicimos”.