«No había mucha información. Supimos del convenio que firmó el gobierno de Uruguay para realizar una inversión de US$ 2.000 o US$ 3.000 millones para una planta de la empresa HIF Global, que es de capitales chilenos pero con sede en Texas, EEUU», dijo. De inmediato, comenzaron a requerir información a las autoridades uruguayas, al gobierno de Paysandú. «Las autoridades del Ministerio de Producción del Uruguay nos dieron un poco de información. Que era una planta de hidrógeno verde, que es una energía renovable», dijo. «Pero no teníamos muchos detalles de la planta».

No obstante, las averiguaciones siguieron por parte del municipio de Colón, tratando de entender de qué se trataba el hidrógeno verde. A su vez, las asociaciones ambientalistas argentinas se contactaron con sus pares uruguayos con el mismo fin. Y el intendente de Colón, José Luis Walser, pidió datos a la CARU (Comisión Administradora del Río Uruguay) y a la CTM, pero no tenían ninguna información oficial.

Pero, a finales del mes pasado, la Junta Departamental de Paysandú aprobó la recategorización de suelos para la planta de hidrógeno verde de HIF Global. «Ahí tomamos conocimiento de que la planta va a estar frente a nuestra costa», dijo. Pero igualmente no se conoce mucho acerca de la planta, ya que hay un acuerdo de confidencialidad entre el gobierno de Uruguay y la empresa. «Mucha información no hay, además de lo que está colgado en las páginas oficiales», indicó Godein.

«La planta es de dimensiones muy grandes: es de 492 hectáreas. Y pensá que Colón tiene 480 hectáreas. La localización es a 3.000 metros de la costa de Colón y muy cerca de San José y de Liebig. De mínima vamos a tener un impacto visual tremendo», destacó. Incluso, sostuvo que la costa uruguaya del río Uruguay está 10 metros por encima de la costa argentina. «No hay forma de que no veas chimeneas encendidas todo el día».

A su vez, el diputado sostuvo que en principio se menciona que se va a producir hidrógeno verde, que es una energía renovable, pero también biomasa que sirve para la fabricación de combustibles sintéticos. «Ya empezamos a hablar de otro tipo de contaminación», indicó.

De hecho, Godein sostuvo que de por sí conviven con una planta de la empresa Alur (Alcoholes del Uruguay), que pertenece a Ancap (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland), una empresa pública del Uruguay. «Desde la costa del río Uruguay se ve la chimenea y la empresa está ahí bajando la Aduana. Una contaminación mínima tenemos, pero ahora estamos hablando de una empresa más grande que Botnia», dijo.

Ante ese escenario, se reunieron todos los actores políticos de la micro región de Tierra de Palmares que reúne a las localidades de San José, Colón, Villa Elisa, Liebig, San Salvador y Ubajay. También se reunieron las organizaciones ambientales y los actores del sector turístico que «están muy preocupados». Entre todos confeccionaron una nota que fue elevada al gobernador Rogelio Frigerio para que interceda ante Cancillería a los fines de solicitar información fehaciente al vecino país. Una resolución, presentada por el diputado colonense, con la misma finalidad fue aprobada en noviembre pasado en la Legislatura, que fue aprobada.

«El gobernador no tuvo respuesta inmediata un poco porque nos veíamos perjudicados por el cambio de gobierno en el Uruguay. Era difícil», admitió. Posteriormente, se hizo una reunión, ante el recambio de autoridades en el Uruguay, en Colón días pasados con la presencia del presidente de la Cámara de Diputados, Gustavo Hein, y algunos diputados y senadores que los acompañaron, junto a las instituciones más involucradas y algunos ciudadanos. Volvieron a confeccionar otro petitorio que también fue enviado a Frigerio. «El gobernador ya se había comunicado con Cancillería. Ya pidió la intervención y se expidió a favor de la relocalización, que es lo que estamos pidiendo nosotros», dijo.

Godein sostuvo que el gobierno de Paysandú tiene terrenos al sur disponibles para que se construya esa planta. «Esta planta va a estar a 3 km de Colón y a 11 km del centro de Paysandú. O sea que el impacto es totalmente nuestro», explicó.

Paralelamente, ven con preocupación cómo los tiempos se acortan y los procesos se aceleran. «Era un proyecto para 10 años y ahora, por lo que entendemos, va a ser en el 2026», dijo. «Esto nos genera alertas a toda la comunidad y especialmente a quienes tenemos responsabilidad institucional», destacó el legislador colonense.

Godein sostuvo que quiere ser precavido dado que no se conoce a ciencia cierta el impacto ambiental que va a tener la planta. Por ahora, accede a la información que suministran las organizaciones ambientales. «Entendemos que la relocalización es posible. Estamos hablando de una inversión varias veces millonaria. Y el precio de las tierras no sería un obstáculo», señaló. Construida en otro lugar, el impacto visual desaparecería y el ambiental puede morigerarse con la construcción de barreras ambientales y otros tratamientos en simultáneo.

«Estamos muy movilizados. El intendente de Colón está convocando a una reunión para el próximo viernes a todos los legisladores nacionales de la provincia. Ya están todos confirmados. No sé si estará el gobernador presente, pero, por supuesto, que estará invitado», dijo.

«Entendemos que este tipo de energía va a estar destinada a Europa. Europa es bastante exigente con los controles ambientales. Pero no queremos cortar el diálogo ni el vínculo con los hermanos uruguayos. Entendemos que tienen derecho al trabajo y a la soberanía, pero nosotros tenemos un uso compartido del río y hay un tratado que cumplir y hay fallos como el de La Haya en el caso de Botnia», expresó Godein.

«Si bien no se logró la relocalización y la planta funcionó, Uruguay, antes de hacer ese tipo de inversiones, tiene que consultar a la Argentina. Ya tenemos la experiencia de Botnia que no se saldó como todos hubiésemos querido. No queremos repetir esa historia», señaló por último.