Manzano tiene una aspiración ingenua, si se quiere. Que el paso del tiempo lo muestre como un empresario altruista con dotes de conferencista académico. Una especie de gurú que conoció el «barro» de la política y el capitalismo y salió indemne. O casi. Es que muy a su pesar, a cada paso que da, aparecen rastro de su pasado. Como a su sombra no se lo puede sacar de encima. Entre 1983 y 1992, su ascenso fue tan meteórico, como su descenso en medio del aquelarre menemista, cuando terminó simbolizando una de las caras de la corrupción sistémica. Aunque muchos le auguraban un ostracismo político, «Chupete», que así le decían, se reinventó y pasó al «otro lado del mostrador». Su paso por la función pública le permitió comprender que la exposición en la vereda empresarial es infinitamente menor y los beneficios muy superiores. Aunque le gusta resaltar que se graduó como médico especialista en Salud Ocupacional, y que fue investigador visitante en las Universidades de Georgetown y de California.
A la salida de la última dictadura y tras la victoria de Raúl Alfonsín, era una de las caras visibles del ala joven del peronismo junto a José Octavio Bordón, José Manuel De la Sota y Carlos Grosso. Sin embargo, a medida que avanzaba la década de los 90, se erigió en uno de los íconos del modelo de los dirigentes políticos que terminaron jugando en otras «ligas». Fueron tales las piruetas que dio, que pasó de ser quien, en la interna del PJ, le proveía información a Antonio Cafiero sobre las vinculaciones de Menem con el narcotráfico, a asumir como sucesor de Julio Mera Figueroa en el Ministerio del Interior en épocas en que no existía el cargo de Jefe de Gabinete. Duró poco más de un año. En ese lapso fue uno de los que impulsó la idea de que Domingo Felipe Cavallo se hiciera cargo de Economía, y participó en las negociaciones para llevar adelante la confección de la Suprema Corte de Justicia adicta, y defendió las privatizaciones como el que más en el parlamento. ¡Tan patriota él! Cuando fue reemplazado por Gustavo Beliz, alias «zapatitos blancos», demostró que había aprendido los códigos del menemismo: abandonó su puesto sin una queja, ni levantó cargos como parte de un acuerdo para no ser investigado por lo «brumoso» de las privatizaciones. De inmediato se radicó en los EEUU para no ser atrapado por la AFIP que lo estaba investigando de cerca.
Fue ahí donde trabó una relación comercial con Daniel Vila, mendocino como él. Los dos tomaron contacto con Jorge Mas Canosa, exiliado cubano que hizo su fortuna con el tráfico de droga y asesino a sueldo de la CIA en actividades contra revolucionarias contra la República de Cuba. A partir de él, progresaron tanto económicamente, que cuando volvieron a la Argentina invirtieron millones de dólares en compra de medios de comunicación, ya sean de TV (América) de Vilas junto a Belocopit, dueño de la Prepaga Swif Médica, y decenas de Radios en todo el país, incluida la A.M. LT 15 local. En esta sociedad, Manzano se ocupa de llevar adelante los intereses vinculados con la energía y la explotación de los recursos naturales como vamos a ver.
A 30 años de esos sucesos y con el lomo empresarial debidamente «curtido», se puede decir que se trata de un ejemplo exitoso de la clásica puerta giratoria entre la función pública y los negocios. ¿O solo alguien que apostó al todo pasa y todo se olvida?. ¿O es acaso un «capitalista» más que se benefició con la estrategia agresiva de una sociedad comercial que durante mucho tiempo fue poco investigada?
Manzano no mide sus acuerdos en función de un código moral, sino de su rentabilidad. En ese universo, los vínculos perduran tanto como se extiende la tasa de ganancia. Es por eso que puede pasar de apoyar sin despeinarse a Massa y Daniel Scioli, al radical Gerardo Morales, el Gobernador de Jujuy y candidato a la Vicepresidencia e H. R Larreta. ¿Por qué? Porque «business son business» (Negocios son negocios).
Veamos ahora su actividad actual. Argentina forma parte de lo que se conoce como el triángulo del litio, compuesto también por Chile y Bolivia. Jujuy y Salta son las provincias que más exportan este mineral. Manzano llegó a la primera por medio de Integra Capital, su nave insignia, así como Socma lo es para Mauricio Macri. A través de ella tiene participación accionaria en Phoenix Global Resources, compañía que se dedica a la exploración y explotación de petróleo; INTEROIL, que cotiza en la Bolsa de Oslo, Noruega, y produce 3.550 barriles de petróleo por día en Colombia y Argentina; e integra Oil & Gas que produce 4.000 barriles de petróleo en Venezuela. También es accionista mayoritario de Integra Gas Distribution en sociedad con Mercuria Energy Trading.
Es accionista además, de Metrogas, la Compañía de distribución de Gas de Buenos Aires, que brinda su servicio a más de 10 millones de personas. En tanto que una de sus últimas adquisiciones fue en Octubre de 2022 con el 50% de Refinor, la única refinería en el Norte Argentino (La verdad, hay que reconocerle un olfato especial para los negocios). Pero por si esto fuera poco, una de las ramas que no para de crecer es Integra Lithium, que dice ostentar 243 mil Hs. de salares y rocas, que si se suman Jujuy y Catamarca, son un total de 870 mil.Has. Ya en 2021, Manzano se jactaba de ser el principal jugador de Litio en Argentina a la par que alcanzaba un acuerdo, mediante Integra Recursos Naturales, con dos comunidades de la Puna Jujeña para poder iniciar los estudios de impacto ambiental en las áreas que posee en laguna Guayatayoc y Salar de Jama. Manzano se dio cuenta antes que nadie que el Litio es oro blanco. Y por eso no da puntada sin hilo. Ante las sucesivas denuncias por la afectación y contaminación de las reservas de agua de los salares, se activó la contra publicidad, generalmente motorizada por la pantalla constituida por organizaciones sin fines de lucro. Un ejemplo reciente, fue la llegada del Director de EEUU, James Cameron, por medio de la Fundación Advanced Leadership, en cuyo Directorio se encuentra… «Chupete» Manzano.
El objetivo era participar en un Foro sobre medio ambiente y sustentabilidad. Pero esa maniobra fue tan obvia que el propio Cameron acusó a Gerardo Morales de haberlo usado para promocionar la extracción del Litio. ¿Y dónde aparece la alianza de Manzano con el Gobierno de Morales? Pues en la sociedad que explota Salar de Jama, cerca de San Salvador de Jujuy. El 10% pertenece a la empresa estatal jujeña Jemse. También es óptimo el vínculo de Manzano con el compañero de fórmula de Morales, Horacio Rodríguez Larreta. Todo tiene que ver con todo. Pero no crean que la saga de negocios de «chupete» Manzano termina ahí. La Pcia. de Mendoza, que es gobernada por el radical Rodolfo Suárez, (títere de Alfredo Cornejo), vio llegar una nueva firma de Manzano: Litios del Oeste S.A. dedicada a la energía y a la minería. La cara visible es uno de sus alfiles: Nicolás Mallo Huergo, director de Integra Capital y presidente de Integra Lithiums y de Edelcos, por medio de la cual, Manzano y Vilas adquirieron el 51% de nada menos que EDENOR. El objetivo mediato de Litios del Oeste en tierra cuyana, es la construcción, administración y gestión de las represas que se proyecta construir en el Río Diamante, en Mendoza y Tunuyán.
Yendo a la política podemos decir que Manzano conoció a Sergio Massa por medio de Vilas. Son amigos de la época del menemismo, al punto que el empresario pasó varias fiestas de fin de año en Pinamar Norte. Nadie que conozca de política podía dudar de que cuando Massa se convirtiera en el reemplazante de Martín Guzman, Manzano y Vilas, «el dúo dinámico», pasarían a tener una llegada diferente al «poder». Tal vez por eso no sorprendió la adquisición, por medio de EDEMSA, del paquete accionario de Marcelo Mindlin, (íntimo de Macri) en EDENOR. Fue a cambio de US $100 millones de dólares, pero no se embarcaron solos, a Vila y Manzano se sumó Claudio Filiberti.
El trío, por medio de Edelcos, se quedó con la distribuidora eléctrica que cuenta con tres millones clientes, equivalentes a 9 millones de usuarios. Por supuesto, lo primero que hicieron al pasar de controlar la empresa, fue pedir al Gobierno un aumento de tarifas.
¿Y la gente? La codicia empresarial, nunca tuvo consideración con los pueblos.
Pero las alarmas se encendieron cuando se conoció que CAMESA había condonado deudas por 62 mil millones de pesos a distribuidoras eléctricas, de los cuales, $3.865 millones de pesos, correspondían a EDEMSA. Ante la polémica, desde la compañía mendocina argumentaron que el congelamiento tarifario, la disparada del dólar y la inflación produjeron un «desorden» en sus números. (?).
Frente al nuevo panorama, los consejos de Manzano llegaron nuevamente al teléfono de Massa. En su momento en 2022 le aconsejó que no se presentara a elecciones porque su meta debía ser ordenar la economía y para lograr eso no debía pelearse con la oposición. Los índices económicos muestran que todavía no logró «domar» a la economía, pero a pesar de ello se lanzó de lleno a la carrera electoral. Algunos pensarán que Manzano jugará como amigo en favor de Massa. Pero lo cierto es que está probado que «chupete» no deja de poner un huevo en cada canasta. Al fin y al cabo, para muchos, la política no es más que otro negocio.
En los ámbitos donde la sociedad Vila-Manzano se mueven, saben que a Manzano le gusta la discreción, pero que a Vila le gusta el perfil alto de exposición. Generalmente la estrategia agresiva sobre los trabajadores de prensa es atribuida a Vila. Y antecedentes no le faltan. En 2008 por caso, luego de que Enrique Llamas de Madariaga fuera echado de América TV e iniciara un juicio laboral, Vila lastimó con un vaso en la cara durante el centenario del Diario El Cronista, cuyo diario entonces era el «Colorado» Francisco De Narváez, que era a su vez socio de Vila. Actualmente el periódico es controlado por quién… por Vila y Manzano. Según la cara visible del Grupo América, de Manzano no le atraían sus vinculaciones con capitales locales y extranjeros, sino su «talento» financiero.
La relación entre ambos tuvo un punto menos decoroso. En 1991, Manzano había sido el receptor de las presiones de Vila, luego de que junto con su padre compraron Radio Nihuil, una de las más escuchadas en la Pcia. Cuyana. Ante la falta del decreto de transparencia de la Radio, Vila habló con Menem para que lo elabore, a lo que Menem le contestó que era el mismo Manzano quien se oponía. Pero en realidad era que no existía el expediente de origen en el Confer. Conclusión todo terminó con una pelea entre mendocinos.
Ya fuera del Gobierno, luego de que Vila convenciera a Manzano a asociarse, fue como contaba al principio, en búsqueda del cubano Jorge Mas Canosa, furibundo anti castrista, empleado de la CIA y a través de los contactos de Adelina Dalesio de Viola y la tropa ucedeista que se sumó al menemismo de la mano de Manzano. El objetivo era expandir Supercanal, no en la región metropolitana del país donde ya estaba creciendo el Grupo Clarín, sino en la de Cuyo. O sea se daba comienzo al oligopolio de medios en Argentina. Clarín y Supercanal tenían una estrategia similar: asfixiar a las pymes de medios locales de las ciudades donde desembarcaron para así poder ejecutar lo que técnicamente se conoce como construcción horizontal e integración vertical ya que tenían el cable y muchos de los canales más importantes. Los tentáculos de Supercanal se desplegaron en 17 provincias, no solo en el mercado audiovisual ya que también adquirieron el Diario La Capital de Rosario y El Diario, de Paraná Entre Ríos. Aparte de controlar el Diario Uno de Mendoza y Entre Ríos.
Y en esto no hay misterio. Cualquier capitalista de fuste sabe que para hacer negocios no hay nada como una pata mediática fuerte que sirva para presionar. La alianza Vila-Manzano encaja perfectamente; o sea un empresario que va por todo, Vila, y un dirigente camaleónico que tiene buen diálogo con los diferentes actores que se sientan alrededor de una mesa a la hora de darle «forma» a un buen negocio.