Fue tal la motivación, que además de repartirle la boleta, pegarle carteles e incluso fiscalizarle el día de la elección, llegaron a comprar listas enteras de concejales por las que el libertario pudo presentar boletas municipales en todo el Conurbano.
«Nos entusiasmamos mucho con Milei y nos fuimos a la concha de la lora», dijo a LPO uno de los peronistas que ganó en la Tercera.
Así explican que Milei sin fiscales ni candidatos conocidos superara los 20 puntos y en algunos distritos se acercara a los 30. Incluso que hubiera votos de Milei en la categoría de presidente y del peronista local en el trampo de municipal de la boleta.
En el peronismo comparaban la estrategia de hacer crecer a Milei con los experimentos del Doctor Frankestein, cuya creación se le volvió incontrolable. El objetivo para octubre es desandar ese camino y dejar desamparado a Milei en los municipios, a riesgo de que sea tarde. Si la jugada le sale bien al peronismo, podría ser la clave para entrar al ballotage.
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