“Empezamos este proyecto en el 2020, en el marco del programa de Fortalecimiento Institucional del Ente Nacional de Obras Hídricas Argentina (ENOHSA), que buscaba financiamientos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), justamente para llevar adelante políticas de fortalecimiento en las prestadoras”, comenzó la funcionaria. “Con una política delineada y muy marcada por el intendente, Enrique Cresto – Director del ENOHSA en esa época – el proyecto surgió con el objetivo de aumentar el caudal de micromedidores en la ciudad”.
“Nosotros tenemos un promedio de 46000 usuarios registrados, todo residenciales (la parte industrial y turística la manejan perforaciones aparte o termales), y en ese momento teníamos solamente unos 8000 micromedidores instalados”, indicó Leonardelli, y agregó: “fue un condicionante del BID también aumentar ese caudal de micromedición para el financiamiento de la nueva planta potabilizadora, porque Concordia registra una producción promedio muy por encima de los niveles de consumo mundiales, hasta decretados por la Organización Mundial de la Salud y otras organizaciones”, afirmó.
«Concordia registra una producción promedio muy por encima de los niveles de consumo mundiales»
Según el registro, “Concordia se aproxima a casi 500 litros de consumo diario de agua por habitante, pero al no tener un sistema de micromedición más amplio ni tampoco macromedidores, no podemos diferenciar cuál es el caudal consumido por los usuarios y cuáles son, por ejemplo, por fugas o infiltraciones”.
Ante esa situación, “presentamos este proyecto, que tuvo también un análisis económico y tarifario en la empresa, y se resolvió que la población inicial que sería beneficiaria de la instalación de los micromedidores sería la zona 2 de la tributaria de nuestra ciudad, o sea, el radio comprendido entre Bvard San Lorenzo, Humberto Primo, Pueyrredón y Bolivia, donde todavía existen muchísimas usuarios que no cuentan con el medidor, que, vale recordar, según las ordenanzas de la ciudad todos tenemos la obligación de tenerlo y aquellos que no lo poseen, ven reflejada una carga extra en su factura en concepto de multa, que es exactamente igual al valor que se paga por el agua”
Entonces, “dentro de este cuadro tarifario, la consultora que trabajó para presentar el proyecto ante ENOHSA determinó que esa iba a ser en principio la población beneficiaria, ya que es en la zona céntrica de la ciudad donde están justamente las veredas consolidadas y el mayor porcentaje de gente que se encuentra con la factura de agua al día”. Por eso, “se aprobó una primera etapa del proyecto, que son de 5.400 micromedidores y 8 equipos de lectura para la ciudad, para reforzar esa parte de la empresa que no teníamos fortalecido”
En esta primera instancia, “la licitación e inspección la hace directamente ENOHSA y adjudica la obra a una empresa de Buenos Aires, en este caso Energía y Construcciones SRL. No obstante, se ha contratado personal local y dieron trabajo a sanitaristas matriculados de la ciudad para llevar adelante esta labor”, resaltó.
“Una vez finalizada la instalación de esos micromedidores, se entrega el conforme de obra a nuestra empresa y nosotros le daremos el alta. Así, la gente que estaba pagando la multa, ahora va a dejar de hacerlo”, subrayó la directora del EDOS, y reparó: “la empresa hace un esfuerzo extraordinario en este proyecto, porque si bien vamos a dejar de recaudar, priorizamos el beneficio de la población y sobre todo, de la que cumple en promedio con el pago el día de la factura de agua”
Segunda etapa: ampliar el radio de instalación
En tanto, “hay una segunda etapa que el ENOHSA nos va a aprobar – y ahí sí nos va poner a consideración a nosotros – y tiene que ver con un proyecto que consiste en armar un plan para que el EDOS salga fuera del radio que fue beneficiado ahora”, adelantó la funcionaria. “O sea, en esa segunda etapa, junto con el plan que nosotros seguimos asistiendo y con el que contamos en la actualidad, reforzaremos la instalación de micro-medidores en un formato de instalación solidario, donde nosotros seguimos manejándolo pero a un bajo costo en comparación al que el usuario tendría si lo instala con un sanitaristas privado”, indicó.
A su vez, “todo esto implica también un beneficio indirecto para el EDOS porque lógicamente los costos de la empresa se van a reducir, en el sentido de que si la gente hace un consumo responsable del agua, también vamos a dejar de gastar en productos de potabilización, en energía para la producción y la impulsión del agua, y eso va a ser reinvertido en más micro-medidores que iremos instalando en la ciudad”.
Regular el consumo y pagar cada uno lo que corresponde.
En resumen, concluyó Leonardelli, los medidores se colocan en la entrada de agua del domicilio y permiten dar cuenta de la cantidad de litros que se utilizan para detectar exceso de consumo, fugas o pérdidas y de este modo regular el consumo, establecer un precio justo y ahorrar dinero.
“A partir de la instalación de los micromedidores se podrá́ realizar una regulación para el consumo responsable del servicio de agua, que actualmente promedia un nivel de producción elevado en relación a la mayoría de las prestadoras del país y la región, con más de 480 litros por persona por días, y lo importante a destacar es que la ciudad va a llegar a un 50% de medición”, finalizó.
Vecino Juan
Ahora Concordia con un brutal crecimiento poblacional 150/170.000 habitantes, y hablan de más aún, el EDOS, y la ciudadanía que paga su impuesto/tributo, para tener agua en cantidad y calidad, no debería tener al menos uno o dos ingenieros Hidráulicos. Aunque no le sería muy fácil manejar la tropa de personal, que tiene esa repartición. Es necesario profesionalizar, semejante red de agua, que vive rota, y por ende las calles.