Los comedores y merenderos, esenciales para proporcionar alimentos y apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad, han experimentado una alarmante demora en la entrega de mercaderías. A pesar de la creciente necesidad, la entrega de alimentos básicos, que provee el Estado, ha sido interrumpida durante semanas. La espera por suministros se ha vuelto agonizante para aquellos que dependen de estas instituciones como su única fuente de alimento.
Este panorama se complica aún más con información sobre la provisión de alimentos en instituciones cruciales: algunos Centros de Desarrollo Infantil (CDI) bajo la responsabilidad de la Municipalidad de Concordia no recibieron suministros de verduras la semana pasada. Además, en la semana actual, se informa de recortes en la entrega de carne.
La Municipalidad de Concordia en muchos casos, entrega una especie de “bonos” a comedores para que se intercambien por alimentos tanto frescos como secos en diferentes proveedores. Estos referentes de comedores se acercan a las oficinas de Desarrollo Social -La Rioja y R. S. Peña-, allí se les hace entrega de estos “bonos” para una carnicería local muy conocida frente a Plaza España como así también para una verdulería frente al cementerio nuevo.
A esto se agrega que el municipio la semana pasada no hizo entrega de estos “bonos” para mercadería lo cual preocupó mucho más a los encargados de comedores.
Quien en ese entonces era Secretario de Desarrollo Social, Jorge Mendieta -luego fue reemplazado por Amadeo Cresto-, les habría informado que “no había más” haciendo referencia a esta especie de “cupones de intercambio”.
Otra información da cuenta que no se estaría pagando a los proveedores, «por lo tanto no entregan la mercadería, por eso no hacen los bonos para poder ir a retirarlos”, indicaron fuentes del mismo municipio .
La situación angustiante en merenderos y comedores
Isa Méndez, del comedor «Ojitos Tristes», destaca la importancia de su comedor para cerca de 200 familias, proporcionando cenas a aquellos que lo necesitan. La falta de entregas regulares de mercaderías ha tenido un impacto severo en su capacidad para brindar comidas. Aunque ha recibido alguna ayuda de la provincia, la discontinuidad en las entregas estatales dificulta la provisión constante de alimentos a los necesitados. Méndez subraya que, mientras el comedor no resuelve los problemas estructurales, su función de proporcionar al menos una comida diaria es crucial para muchas familias vulnerables.
«Yo tengo más o menos entre 150 a 200 chicos, entre familias. Mayores, mamás embarazadas, hombres solos, mamás solas. Ellos reciben la cena de noche. Nosotros proveemos la cena desde que estamos. Hace siete años que estoy en el comedor y siempre hicimos cena.» Méndez revela que la suspensión de las entregas de alimentos ha dejado a muchas familias sin opciones. «Hace dos semanas que no se entrega más la mercadería. Avisaron que mañana (por este jueves) se entregaría mercadería, orden de carne, orden de verduras, nuevamente», agrega. Aunque recibe alguna ayuda provincial, subraya la insuficiencia de los recursos para sostener la operación: «Yo tengo una ayuda de provincia por mes, no es mucho, pero para sostener a los chicos con eso a mí me da.»
Emi, a cargo del merendero «Carina» en el barrio Sarmiento, relata cómo la creciente demanda ha abrumado su capacidad de operación. A pesar de recibir colaboraciones de particulares, organizaciones sociales como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y, en breve contó que del Consejo de Ciencias Económicas de Concordia, las dificultades han limitado su capacidad para brindar comidas nutritivas y regulares. La falta de apoyo del gobierno municipal y provincial ha dejado a este centro vital de asistencia luchando por mantener su compromiso con la comunidad.
«Habíamos arrancado la primera vez con 30 niños y niñas, se sumaron a 60. Y, bueno, hoy tenemos 135 personas. Tenemos gente de otros barrios también. La función más que nada de nosotros es que los chicos tengan para comer y tengan su leche todos los días. Y tratar de ayudar a los papás también, porque muchas veces no tienen trabajo o como trabajan en el arándano o el citrus, a veces llueve y trabajan poquito o nada.» Emi expresa la lucha que enfrentan para mantener el apoyo constante: «Respecto a la cena, el tema de poder sumar carnes y verduras está imposible. Antes comprábamos con la plata del bolsillo nuestro. No estamos recibiendo esa colaboración del estado y para comprar nosotros con la plata nuestra no nos da, porque está todo caro.» La falta de apoyo estatal ha dejado a muchos en la comunidad en una situación crítica: «Del estado municipal o provincial, no estamos recibiendo ayuda, hace más de un mes que no nos están dando nada.»
La crisis alimentaria en Concordia pone de manifiesto la necesidad urgente de mantener la ayuda estatal en tiempos difíciles. Mientras la política y la economía se entrelazan, es imperativo que las instituciones mantengan su enfoque en el bienestar de los ciudadanos más vulnerables. Las declaraciones de Isa y Emi resaltan la angustiante realidad que enfrentan quienes dependen de estos comedores y merenderos para sobrevivir día a día. La interrupción en la provisión de alimentos es una situación inaceptable que debe ser abordada con celeridad, especialmente en un momento en que la asistencia es más crucial que nunca.
Según las versiones, este jueves Desarrollo Social de la Municipalidad de Concordia reestablecería la provisión de módulos de mercaderías y órdenes de compras, que si bien suelen ser escasos e insuficientes ante la creciente demanda y el aumento de los precios en los alimentos, sirven de ayuda para «parar la olla» como explicaron los referentes de los comedores y merenderos.
Fuente: Con la colaboración de Federico Gularte y en base a notas también realizadas en el programa «TareaFina» de Radio Ciudadana
