Nuestra problemática se da en un contexto nacional de devaluación cambiaria y un proceso de inflación creciente que configuran un panorama complejo y no sustentable para un prestador esencial: los laboratorios de análisis clínicos.
Las dificultades para conseguir insumos (la mayoría importados e imprescindibles para la prestación), el atraso en la actualización de aranceles por parte de las Obras Sociales y Prepagas (con excepción de IOSPER) imposibilitan y ponen en riesgo la continuidad de la prestación bioquímica con el consecuente impacto en la salud de la población.