Ambas canastas crecieron a un ritmo muy por encima del costo de vida, como consecuencia del impacto de la fuerte alza en los precios de alimentos y bebidas. A su vez, el costo de CBT cuadruplica el salario mínimo vital y móvil de agosto y estos índices preanuncian una suba de la pobreza durante el segundo semestre del año.
Desde diciembre pasado la Canasta Básica Total (CBT) aumentó un 86,7% y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) un 94,4%, ambas por encima del ritmo inflacionario del 80,2% en ese período.
La CBT acumula en los últimos doce meses un crecimiento del 137,7% y se ubica catorce puntos porcentuales por encima del aumento del costo de vida en ese período, en el que llegó al 24,4%.
Los artículos de la canasta alimentaria aumentaron desde agosto del año pasado un 146,4%, y supera por veintidós puntos porcentuales al aumento de los precios minoristas en la misma comparación.
En ambas canastas impactó en agosto el aumento de precios de los alimentos y bebidas del 15,6%, que es el principal componente que las integran.
Según el INDEC, para una familia de tres miembros, propietarios de la vivienda que ocupan, el costo de la CBT llegó en agosto a $226.643 y para un grupo familiar de cinco integrantes ese valor se eleva a $299.428.
En el caso de la CBA, una familia de tres integrantes, para no caer en la indigencia necesitó en el mismo mes ingresos mensuales por $103.965, mientras que para una de cinco el costo subió a $137.352.
Para una persona adulta el costo de la Canasta Básica Total se ubicó en agosto en $92.131 y el de la alimentaria en $ 42.262.
El costo de CBT cuadruplica el salario mínimo vital y móvil de agosto, de $47.850, en medio del reciente llamado del ministerio de Trabajo al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil para actualizar esa cifra el 27 de septiembre próximo.