Tracción a sangre: una ordenanza que quedó a mitad de camino

El procedimiento del protocolo comienza detectando un caso puntual o recibiendo un llamado de alerta. Luego el personal pertinente acude al lugar para constatar si dicho caso se trata de tracción a sangre o equinos sueltos. En el caso de estar sueltos, se controla la situación y se convoca a personal de La Arriada municipal para la carga y traslado del equino al Centro de Cuidados Ecuestre. El personal permanece en el lugar hasta que se carguen los equinos escoltándolos el mayor trayecto posible hasta su destino.

En caso de tracción a sangre, en los límites se debe incentivar el no ingreso a la zona. Dentro de la zona se retiene el carro, se controla la situación y se convoca a Tránsito para trasladar el carro, y a La Arriada por el equino. En caso de ser necesario se solicita apoyo a la comisaría de la jurisdicción o a la Brigada Abigeato, el personal permanece en el lugar hasta cargar los equinos escoltándolos el mayor trayecto posible hasta su destino.

Además informaron que los principales indicios de maltrato animal en equinos son: exceso de carga, lesiones o escaras por atalaje, deformaciones, claudicaciones, herrajes deficientes, incompletos que causen daños al animal, mínimo de edad cinco años y máximo 15 años, y lesiones oculares.

La Ordenanza Nº 36433 de Erradicación de Tracción a Sangre sancionada el 19 de abril de 2018, prohíbe la tracción a sangre. En su artículo 2° establece que tiene por objeto regularizar la situación laboral de los recolectores de residuos sólidos reciclables o reutilizables (vulgarmente denominados ‘carreros’) y promover la sustitución y consecuente abolición de vehículos de tracción a sangre.

Para ello, se conforma una “comisión interdisciplinaria de erradicación de vehículos de tracción a sangre” integrada por varias secretarías como Economía y Hacienda, la Unidad de Desarrollo Ambiental y Administración del Campo del Abasto, la Dirección de Tránsito y Transporte y las asociaciones proteccionistas que adhieran a la ordenanza.

Las funciones de la Comisión Interdisciplinaria serán: preparar informes para el Ejecutivo, el legislativo y la sociedad civil, dividir y coordinar el trabajo de las secretarias que integran la comisión, realizar el trabajo de registro de los trabajadores afectados por el programa, relevamiento, etc.

La norma incluso señala que los animales utilizados para esa tarea deben tener entre 3 y 15 años, estar correctamente herrados y sanos (sin señales de desnutrición, heridos o signos de enfermedad crónica), no pueden circular hembras preñadas, deben acreditar condiciones de porte y peso para acarrear los carros, no pueden ser obligados a trotar o galopar durante el acarreo, etc. Los conductores deben ser mayores de 18 años, llevar libreta sanitaria y permiso de conducir además de otras obligaciones como proveer de agua y comida al animal diariamente, solicitar atención veterinaria municipal cuando sea necesario, no dejar suelto a los animales y no hacerlos trabajar en horarios como mediodía o siesta durante el verano. Tampoco pueden utilizar ningún elemento para azuzar, maltratar o castigar a los animales.

El trabajo más importante de la comisión es (artículo 5°) “crear un registro con el objeto de establecer un censo que determine la cantidad de personas que se dedican a la recolección informal de residuos y de equinos utilizados para esa actividad en Concordia”. Tenían seis meses para realizar el censo, se debía colocar un microchip (u otro sistema identificatorio) a los caballos, y entregar una libreta sanitaria para los conductores de los carros.

Incluso, en el artículo 7° se establece que la Comisión debe evaluar la situación socio-económica de las personas y familias vinculadas a esa actividad con el objeto de elaborar un informe que acredite las condiciones de vida en que se encuentran para ser elevada al Ejecuto municipal “a fin de promover su inclusión laboral en los diversos programas de la órbita municipal, provincial y nacional”.

“Transcurridos los noventa de sancionada la ordenanza, se impondrá cómo límite por un periodo de dos años. El reemplazo completo y definitivo de los vehículos de tracción a sangre animal. Finalizado el periodo de transición, entra en plena vigencia la abolición definitiva de la tracción a sangre, que implica la prohibición total de la circulación de animales de tiro dentro del ejido municipal”, se señala dentro del artículo 5°.

Pasaron cinco años de la sanción de la ordenanza. En una nota por la TV Pública divulgada esta semana (https://www.tvpublica.com.ar/post/concordia-trabaja-en-la-erradicacion-de-la-traccion-a-sangre), el responsable de Saneamiento Ambiental, Giuliano Rossi, dijo que entre 2017 y 2018 se entregaron 41 motocarros y recibieron a cambio 50 caballos. Además, sostuvo que ya se entregaron a la fecha aproximadamente 140 caballos en adopción.

Sin embargo, Froy sostuvo que “lo único que se hace son operativos en la calle con la Policía, la Guardia Urbana, con Abigeato y la Arriada levantando animales maltratados o heridos, pero eso no tiene nada que ver con terminar con la tracción a sangre”.

“Eso son actuaciones legales contra el maltrato, pero después, del programa de eliminación de la tracción a sangre no están haciendo absolutamente nada. Al tipo que le sacás el caballo, si tiene carro, va y busca otro si hay 1.000 caballos dando vueltas”, indicó.

Zonas de exclusión

Además, el decreto N° 1029 del año 2018 establece la prohibición de la circulación de vehículos de tracción a sangre animal en las zonas comprendidas por calles: al norte, Coldaroli y su continuación Las Heras, al sur: Carriego y su continuación Andrade, al este Rivadavia y al oeste Brown-

En virtud de esta ordenanza, se establece en su Artículo 5 un período de transición de dos años para llevar a cabo el reemplazo completo y definitivo de los vehículos de tracción a sangre, una vez finalizado este período, entraría en plena vigencia la abolición definitiva de la tracción a sangre animal, lo que implica la prohibición total de la circulación de animales de tiro dentro del municipio.

Además, el decreto N° 1029 del año 2018 establece la prohibición de la circulación de vehículos de tracción a sangre animal en las zonas comprendidas por calles: al norte, Coldaroli y su continuación Las Heras, al sur: Carriego y su continuación Andrade, al este Rivadavia y al oeste Brown.

Entre los fundamentos, se señala el crecimiento del casco urbano, su extensión y la necesidad de reordenar en forma constante el tránsito vehicular, tendiendo a erradicar definitivamente la tracción a sangre animal de las arterias de la ciudad con movimiento intenso y atendiendo además del cuidado de los animales utilizados para ello.

Un año más tarde, se amplió ese radio. A través del decreto N° 237/19, se establecieron nuevos límites. Al norte: Teniente Ibáñez- Chabrillón, al sur: Santa María de Oro-Espino, al este Presbítero del Castillo y al Oeste Humberto Primero.

Pero Froy indicó que eso no sucede. “Yo vivo a media cuadra de Humberto Primo y todas las mañanas pasan cinco o seis carros y a la tarde otro tanto. Voy a la zona de la Plaza España y todos los días andan carros. Y acá en avenida Las Heras también. Ni siquiera esa ordenanza están cumpliendo”, indicó.

Más adelante, sostuvo que hay una ordenanza que prohíbe que tantos los restaurantes como las verdulerías les entreguen residuos a los carritos. “Tienen que tener un vehículo especial”, indicó. Pero sostuvo que eso tampoco se cumple, ya que se les sigue entregando desperdicios.

El titular de Conciencia Animal pidió un mayor esfuerzo al municipio para que se cumpla con la ordenanza de erradicación. “Dejemos de utilizar caballos. Hoy en día no tiene sentido seguir utilizando caballos dentro de la ciudad”, pidió Froy.

¿Qué pasa con los caballos secuestrados?

La aparición de un equino sin vida en la esquina de Córdoba y Villaguay, barrio 11 de Junio, cerca de un basural a principio de agosto pasado es la cara más triste del maltrato animal. Justamente Froy sostuvo, en una nota realizada el 5 de agosto pasado, que las versiones de los vecinos o testigos del hecho fue que el animal solía pastar allí, pero hay poco pasto y mucha basura. De ser así, Froy dijo que era probable que haya sufrido algún trastorno intestinal, ya que largaba espuma por la boca y nariz. Otros señalaron que comenzó a sentirse mal de repente y lo ataron, dejándolo allí a su suerte.

Para evitar esos casos, se debe denunciar ese tipo de situaciones. Julio Gesualdi, médico veterinario especializado en equinos, a cargo del Centro de Cuidados Ecuestre (UDAAPA), sostuvo en la nota con la TV Pública mencionada anteriormente que los equinos que llegan allí vienen con lesiones o con un historial de maltrato crónico. “El paso siguiente que propusimos es tener un lugar de recuperación equina”, sostuvo.

Gesualdi dijo que están preparados “para curar a ese caballo de la lesión que sea”. “Nuestra idea es recuperarlo, pero no va a ser restituido a su propietario por tener denuncias de maltrato. Se lo da en adopción a un registro de adoptantes qué tenemos en la municipalidad. Ese caballo va a ese registro. Y también nuestra idea no es solamente que los adoptantes tienen campos y los caballos van a ese campo. Nuestra idea es saber si los podemos utilizar en otras áreas. Por ejemplo, hemos donado caballos a un Centro de Equinoterapia municipal, hemos donado caballos a una escuela de Salto, al Club Hípico, a la Policial Montada. La idea es poder utilizarlo en otras áreas y, si no, es un caballo jubilado de la tracción a sangre”, sostuvo.