Silveira sostuvo que la llegada a Concordia coincide con las elecciones generales y la clase política está enfrascada en ese proceso. «Justo en el momento en que a los políticos lo que menos les interesa es solucionarte los problemas. Ahora están en otra», dijo.
A su criterio, una vez que la empresa ingrese a Concordia ya no se la podrá sacar más. «A lo sumo la podrán regular, pero no hay mucho más que hacer», destacó.
Según su página web (www.uber.com), «Uber es una empresa de tecnología. Usando su aplicación, los usuarios que necesitan transporte consiguen fácilmente encontrar socios conductores que ofrecen este servicio. Uber ofrece una opción más para moverse por la ciudad, con más estilo, seguridad y comodidad que nunca. Presente en más de 310 ciudades alrededor del mundo».
Desde su óptica, los primeros en sumarse al servicio serán los coches que conforman el servicio de remisses actualmente. Para Silveira, «les venden el oro y el moro» a los dueños de los autos para que ingresen al servicio. Pero «es mentira». Recordó que hace dos años que están peleando para incorporar autos a las bases. «Estamos al 50 % de la capacidad necesaria para cubrir la demanda. Nadie nos dio bolilla. Ahora de golpe y porrazo viene Uber y tiene 100 autos. No sé si es lógico o envidia que nos tienen a nosotros o no nos creen. No entiendo», se sinceró.
Pero Silveira explicó que Uber es más caro, para el chofer, que las empresas de remisses. «Sacan el 25 % de las comisiones de los conductores. Nosotros no hacemos comisiones, hacemos una tarifa fija. Si la trasladás al mes, es un 15 %», explicó.
Pero cuando le explican eso a los choferes, reciben como respuesta una réplica tajante: ‘vos decis eso porque la querés toda para vos’, admitió Silveira.
«Con el tiempo las unidades se les van a ir cayendo, no las van a poder mantener y como es fácil renovar una unidad en Uber. A ver si soy claro, se va a romper el remisse, no va a poder continuar pero va a venir Juan Pérez que vive en el barrio Parque que tiene un Agile 2007 y lo pone en el servicio», indicó.
El encargado de la empresa admitió que la tarifa de Uber es más barata que la de los remisses, excepto en horas pico cuando hay más demanda (como los días de lluvia). Si a eso se le suma que el porcentaje que le cobra la empresa es más alto que el de las bases, por lógica, «el margen de ganancia será menor».
Para poder competir, el encargado pidió al municipio que les permita dejar de lado algunas de las exigencias para el servicio. «Tenemos una de las municipalidades más estrictas de la provincia», admitió. Y por el otro, las empresas deberán contar con un sistema de geolocalización y rastreo y ponerse en pie de igualdad de cara a los clientes para contrarrestar a Uber.
«Te piden el registro nacional de reincidencias, el certificado de buena conducta, aptitud física, la verificación técnica vehicular, tenes que tener $ 80.000 para habilitar una unidad solamente en papeles en Transporte», destacó Silveira. Y la queja se trasladó al tiempo en que la repartición municipal tarda en hacer el trámite, ya que piden todo en papel en la época en que se puede hacer los trámites online de forma mucho más rápida.
Pero, a las agencias, les falta la «materia prima» que son los autos. En comparación, dijo que Uber puede tener hasta 1.000 autos mientras que en las agencias solo pueden albergar hasta 80, el dueño de un auto no puede tener más de dos licencias aunque, este año, por excepción hasta fin de año se pueden tener tres. En Uber «podés tener 18, 20, 1.000 y no pasa nada». Incluso, dijo que cualquier puede pedir el auto a un familiar para «salir a manejar en Uber».
Al mismo tiempo, Silveira sostuvo que las reglas de tránsito para los remisses no corren para Uber. «No podemos parar más de cuatro o cinco unidades al frente del local, nos corren de todos lados, todos los meses pagamos un promedio de $ 10.000 en tasas e impuestos municipales, te pueden ‘boletear’ por el solo hecho de tener un faro roto, si se te despegó el calco con el número de móvil te hacen una multa», sostuvo.
«El único actor que va a tender a morir son las agencias. Al auto no le va a pasar nada. No puede trabajar acá, en Visión, en Centro… se va a Uber y ya está», recalcó.