El viernes a la tarde, los inspectores de Uatre, junto con Gendarmería y el personal del Juzgado, debieron caminar tres kilómetros para encontrarlos. Y se encontraron con los tres trabajadores que estaban hace un mes en ese lugar. “Los trajeron y los abandonaron”, dijo López.
Los jornaleros, dos hermanos (uno menor de edad) y un tío de ellos de 33 años, se dedican a cortar árboles en los montes de eucaliptus y a preparar tijeras y vigas para vender.
“Es la práctica de algunos malos empleadores. Los traen con cuentos, con que después viene la casilla y que van a estar bien. Los hacen trabajar y cuando sacan el primer viaje de vigas, les llevan algo de comida para que sigan trabajando y después los abandonan para que se vayan solos”, indicó el encargado de Renatre.
No obstante, esta vez, los trabajadores misioneros (son oriundos de Bernardo de Irigoyen, una ciudad de 35.000 habitantes ubicada al noreste de esa provincia, lindera con Brasil), se comunicaron a través de un teléfono celular con la fiscalía del Juzgado Federal de Concordia, que actuó de forma inmediata. “Esto fue de un día para el otro”, indicó. De hecho, ese mismo día, personal de Gendarmería fue hasta el lugar y constató las condiciones en las que vivían. Al otro día hicieron el operativo de rescate.
Lopez sostuvo que las tres personas, en este momento, ya están de retorno en sus hogares. Cuando suceden estos casos, el Renatre les paga el pasaje en colectivo y se activa el fondo de desempleo especial para estos casos. “Los trabajadores ya lo estarán cobrando”, dijo.
Respecto del propietario del campo, sostuvo López que hoy Gendarmería estará ubicándolo debido a que se sustancia una causa penal en el Juzgado Federal por trata de personas. Pero eso queda a cargo del Juzgado. “Nosotros cumplimos con rescatar a las personas y darles la prestación. Ahí ter mina lo nuestro. Seguramente el gremio hará el requerimiento para que se le pueda abonar lo que se le debe, el mes de trabajo y lo demás”.
Miserables
Estos son los miserables «patrones» que después se quejan diciendo que es muy alto el costo de la mano de obra… MISERABLES
HUGO
A estos canallas hay que detenerlos y de oficio juzgarlos y condenarlos, pero no solamente una buena multa, también, un tiempo en la cárcel, además escracharlos en la prensa con fotos y nombres completos.