«Esperamos pacientemente la resolución, el acompañamiento, la sugerencia, la oportunidad del trabajo compartido, de entrevistas para conocer la realidad de las familias», lamentaron en el comunicado. Sin embargo, según la ESFA, estas expectativas no se materializaron, y la falta de comprensión de las necesidades específicas del proyecto llevó a un callejón sin salida.
La escuela adaptó sus espacios con recursos personales y buscó alternativas para obtener agua potable y electricidad, servicios que la CTM, según explican, les negó desde el inicio del proyecto. Aunque utilizaron recursos naturales como la recolección de agua de lluvia y la luz solar, estos resultaron insuficientes para cumplir con la normativa vigente.
La ESFA exploró la posibilidad de convertirse en un anexo, pero tampoco logró encuadrarse en la normativa existente. La decepción fue evidente en el comunicado, donde señalaron la «sentencia de la letra muerta» que marca el fin del proyecto, afectando ilusiones, proyectos premiados a nivel nacional e internacional, y colaboraciones con instituciones educativas.
El comunicado completo de la ESFA, titulado «La Letra Muerta», detalla los obstáculos enfrentados y expone la difícil situación que enfrentan las familias y los estudiantes afectados por el cierre de la escuela.
Comunicado completo de la ESFA:
LA LETRA MUERTA
«Hace cinco años echamos a rodar un sueño, un proyecto propio, ambicioso y esperanzador. La conjugación perfecta entre la necesidad de aprender en un entorno distinto, la inserción en el sistema y la igualdad en la oportunidad. Por este tiempo funcionamos por una vía alternativa, un camino de tierra con muchos obstáculos, campeando las tormentas lógicas de un proyecto transgresor. Sabíamos de antemano que no iba a ser fácil, pero somos un grupo de mujeres y familias a los cuales los NO son parte de la cotidianidad, la lucha diaria en el crecimiento de nuestros hijos. En un principio fuimos por una promesa.
“Las Escuelas comunitarias” un proyecto nacional que intentaba allá por 2020/21 comprender a los proyectos salidos de la comunidad. Quizá la pandemia, el cambio del titular en el ministerio, no se supo bien el porqué, pero a mitad del 2022, después de casi 4 años de espera en la gestión nos informan mediante una reunión informal, que debíamos reformular el proyecto. El tiempo y los recursos perdidos, los sueños truncados, esta vez debíamos encuadrar en las escuelas de gestión “privada”, de antemano sabemos el corset conservador de este tipo de gestión, obviamente no encuadramos en su normativa, rígida, fría y arcaica en la concepción de aprendizajes, espacios de educación o necesidad comunitaria.
Ya somos un grupo consolidado de familias desarrollando un proyecto de educación exitoso en los objetivos esenciales de las familias, el espacio amoroso del entorno natural, los vínculos establecidos entre educadores y grupos de estudiantes en la armonía perfecta de la diversidad, como la vida misma, como la realidad misma, educación para la paz en las practicas del buen vivir. Objetivos transversales de la propuesta académica con la agroecología como eje central, la ESI para fortalecer vínculos y el desarrollo de ambientes de aprendizaje cooperativo, respetuoso en los tiempos, las formas, acordes a una realidad pos pandémica que como un post trauma aún no se vislumbran los alcances reales de su efecto en las poblaciones estudiantiles, pero que si se hacen presentes en las diferentes condiciones de aprendizaje de muchos estudiantes.
Hemos tenido a lo largo del desarrollo del proyecto muchos acompañamientos, El de TAGMA, la ONG internacional que junto a Directv, nos construyó el Aula, la primera aula de construcción sustentable para la educación ambiental, la primera de Argentina. Lo emocionante de esta construcción fue la participación colaborativa de muchos actores, desde los voluntarios, que aquí no se comprende aún ese rol participativo y genuino de personas que ofrecen su tiempo para el bien comunitario, el acompañamiento institucional de Codesal y el Municipio de la ciudad de Concordia, aportando apoyo necesario para la concreción del proyecto Aula. El aula se hizo realidad en 1º octubre de 2021, inauguramos con la presencia de autoridades, las del municipio, las escolares y hasta las legislativas, con discursos fuertes de promesa de acompañamiento al proyecto educativo, promesa que quedó ahí, soplada por el viento.
En el año 2022, la partida de Antonio Brailovsky a otro plano, nos motivó a bautizar nuestro proyecto. El Aula Brailovsky, la Escuela de Formación en Agroecología y Conservación Antonio Brailovsky tomo nombre propio, con el acompañamiento orgulloso de su familia, lo hicimos posible un 5 de junio de este 2023.
Esperamos pacientemente la resolución, el acompañamiento, la sugerencia, la oportunidad del trabajo compartido, de entrevistas para conocer la realidad de las familias, sabemos que la letra del proyecto puede ser no interpretada si no se conoce de manera directa la necesidad explicita de un entorno de aprendizaje distinto, pero nada de eso sucedió. Un 23 de diciembre a las 10 de la mañana, minutos antes de cerrar por el receso de las fiestas nos convocan a una reunión en las altas esferas del Consejo de Educación. Allí fuimos esperanzados, con el corazón en la mano y vulnerables ante la posibilidad esperanzadora del sueño concretado. La frialdad de la palabra, de la letra escrita en resoluciones que no contemplan las diferentes realidades, la normativa que no entiende de nuevas realidades y de espacios físicos construidos en objetivos ambientales, el aula nos dejaba afuera de la posibilidad de concretar la posibilidad de seguir en este 2023, como proyecto de escuela secundaria. Destrozados volvimos, cabizbajos y apaleados por la realidad que cerró todas las puertas.
Poniendo, como siempre, de nuestros recursos personales, adaptamos los espacios, intentamos conseguir por todas las vías, el agua potable y la luz, que debe otorgar la CTM que la gestión actual mezquina nos niega desde el inicio del proyecto. Lo decimos con todas las palabras porque así es. Mezquina en la posibilidad de otorgar hasta pagando, agua y luz. Servicios con el cual no se pueden habilitar ningún lugar para habitar, menos una escuela. Tenemos si, esos servicios, pero naturales. Colectamos el agua de lluvia y funcionamos con la luz solar, insuficientes recursos para la normativa vigente.
Avanzamos entonces en la posibilidad de ser un Anexo, posibilidad que está normada, escrita en la letra de las 100 propuestas para la Educación Entrerriana y el programa Acontecer, con tantos bombos se promociona, pero tampoco, no encuadramos dentro de esa normativa, inentendiblemente no se comprende que un Anexo es un proyecto adherente, por ende diferente, diferenciado de la institución que de alguna manera solo cumple un rol administrativo, mientras conseguimos avanzar con la independencia del proyecto propio.
Y No, otra vez en No. Tenemos otra vez la sentencia de la letra muerta. El fin del proyecto está cerca y tiene fecha de fin y con ella las ilusiones, los proyectos premiados, los nacionales como el Innovar e internacionales como las Ferias de educación o los Proyectos de innovación global, los convenios con la Facultad de Alimentos, las investigaciones del entorno como las cortinas ignífugas, las levaduras nativas, las harinas alternativas ya no tendrán lugar. Las visitas de grupos educativos, que fueron muchos, los estudiantes de cocina, los emprendedores, los voluntarios, los bioconstructores, los cooperativistas, los agroecologistas, los conservacionistas ya no tendrán la referencia de la ESFA para mirar. Lo más difícil será cortar los sueños de nuestros estudiantes, muchos de ellos sin otra posibilidad de escolaridad que la de la amorosidad en diversidad que era la propuesta de la ESFA.
Y la sentencia está fijada por la Letra Muerta incomprendida de funcionarios de escritorio, sin la empatía necesaria que todo servidor público debe tener como prioridad en su curriculum para asumir un cargo del estado, porque deberá estar al servicio de las personas que componen el objetivo principal del estado que es acompañar, sobre todo proyectos pensados, autogestionados, y autofinanciados que solicitan solamente la aprobación y acompañamiento en el proceso, entendiendo que las arcas están para otra cosa.
LA ESFA ya no será, y con ella la posibilidad de escolaridad de nuestros estudiantes ya no será posible, fue lindo mientras duró, fue bueno para mostrar que todos aprendemos, que todos podemos tener éxito en el marco de la igualdad de oportunidad, que aprender en diversidad y cooperación fortalece los vínculos, tan necesarios en este tiempo de desigualdad y polaridad política, negar una escuela es todo un síntoma, cerrarla es ya una realidad.
Familias firmantes:
Curbelo – Caceres Acosta-Teira Igarzabal-Széliga Ronchi – Otaegui
Berriex – Chertin Acosta- Dufourt Peralta- Piñeiro-Cabrera-Tito
Scheifler _Blanc Mazurier – Mengeon Rhull – Romero Moreno – Pianalto. Fischer – Perez, Cajigas – Ribot Sanchez – Percara. Chezzi – Malleret, Isla- Kuttel. Challiol – Monetta. Barboza_ Gonzalez
Jaki
La verdad que si, no se que leen estos brutos que no se saben una postura mas que estar en contra de las ideas que a ellos no se le ocurren por que si es por ellos la mujer seguirían totalmente afuera de la vida laboral y profesional y los niños serian golpeados como forma de educación bien vista
Walter Galleguindio Ramirez
Existe una diferencia entre centros educativos privados y los publicos, por ende la burocracia de una no debe ser aplicada a la otra. Una se supone un negocio, más allá de sus «nobles» fines y la otra un emprendimiento de la nación en su conjunto para educar al soberano y hacernos mejores, Ahora no veo porqué llamar hippies a los docentes y alumnos de un taller agroecologico, ante la cascadas de enfermedades derivadas del tratamiento de los alimentos por agroquímicos y fertilizantes nocivos para la salud humana, un proyecto de esta envergadura debería ser primordial, tener toda nuestra atención y apoyo. Los países que nombramos cuando denostamos el nuestro, practican la agroecologico, la ganadería ecológica e incluso el bosque de alimentos o la siembra de tres niveles desde los 70. Aparte en un país donde está de moda el sálvese quien pueda, el cagarse en todo, el hacerse rico a costa de la miseria ajena; porque no apoyar un proyecto comunitario, como para retomar el camino de esa educación que hacía a los europeos venir a buscarnos para llevarnos a trabajar allá. Yo soy de esa generación, mis compañeros hoy ya jubilados están de regreso después de haber trabajado en Alemania , Australia, España y tantas otras. Todos de escuela públicas.
Miriam
Magestuoso proyecto!! Esos proyectos deberían implementar nuestras escuelas públicas; hoy ofrecen educación arcaica y mediocre.
Reinaldo
LO QUE CUMPLEN TODOS LOS ESTABLECIMIENTOS ESCOLARES PRIVADOS, PARA ESTA GENTE SON «OBSTACULOS», LA IGUALDAD ANTE TODO, MISMO TRATO PARA TODOS, DEMASIADOS RECURSOS DE LOS CONTRIBUYENTES (MUNICIPALIDAD, CODESAL) ABOCADOS PARA HIJOS DE ALGUNOS QUE SE CREEN SUPERIORES COMO PARA ENVIARLOS A LA ESCUELA PÚBLICA Y PRETENDEN INVENTARSE UNA. CON NUESTROS IMPUESTOS NO!
Mario
Que los de CTM son inservibles, eso no es novedad. Pero respecto a lo que pretenden presentar ante los ojos de la opinión pública como una «escuela» es de irresponsables, jamás tuvieron permiso de la autoridad para funcionar como tal, el edificio constituye un riesgo para los mismos niños que alli concurren, a una especie de taller privado instalado en terrenos fiscales. Una aventura hippie que pretende que el Estado se haga cargo de la irresponsabilidad de hippies con osde o chetos con SUBE
Mario
Pero no era que «ellos» siempre defienden la educación?????
Hipócritas.