En una entrevista el lunes pasado, a un medio uruguayo, afirmó categóricamente que «no hubo fraude» y que las denuncias existentes eran simplemente difundidas por las redes, sin que ningún partido político presentara denuncias formales por irregularidades.
¿Casualidad?
En el mismo momento que la jueza electoral denuncia que La Libertad Avanza no envió las boletas necesarias para llevar adelante una elección, Patricia Bullrich cambia su discurso drásticamente, habla de fraude y pide cuidar las boletas el domingo… pic.twitter.com/U7eZVKzDp2— Editor✍ (@Editor_76) November 15, 2023
Pero ayer, Patricia Bullrich instó a los fiscales de Juntos por el Cambio (JxC) a que se preparen para defender cada voto de Milei, mientras advertía sobre presuntas maniobras ilegales del oficialismo para ganar el balotaje. Esta declaración se produjo solo horas después de su afirmación inicial de que no hubo fraude.
El viernes pasado la Justicia Electoral advirtió que La Libertad Avanza (LLA), partido aliado de Bullrich y encabezado por Javier Milei, decidió enviar menos boletas de las requeridas y financiadas por el Estado, generando así una situación propicia para poder argumentar en caso de una derrota que le «faltaron boletas». La Justicia pidió que se “revea los volúmenes de boletas” y también recomendó “enfáticamente” que “redoble sus esfuerzos” para proveer, reponer, para que no haya faltantes en el cuarto oscuro. La respuesta fue rara, dijeron que no remitieron la cantidad de boletas que se recomienda porque preferían girarlas a sus fiscales de mesa para que las repongan cuando falten o queden pocas. Los jueces reprocharon la acción porque “La cantidad de boletas no alcanza a un cuarto de la cantidad máxima sugerida”. La Libertad Avanza solo había aportado alrededor de 80 boletas promedio por mesa cuando por cada urna la cantidad de ciudadanos que depositan su voto son entre 250 o 350 personas.
El cambio de tono y la súbita preocupación por la transparencia electoral generan interrogantes sobre la motivación detrás de la nueva postura de Bullrich. Este cambio podría estar vinculado a una estrategia premeditada para sembrar dudas sobre la legitimidad de las elecciones en caso de que Milei no resulte victorioso.
La rapidez con la que Bullrich pasó de negar cualquier irregularidad a alertar sobre posibles maniobras ilegales, junto con la conexión evidente entre su declaración y la estrategia de La Libertad Avanza, ha suscitado críticas, advertencias y calificativos como «patético».
Este cambio repentino refleja una intento desesperado por preparar el terreno para futuras denuncias, poniendo en duda la transparencia del proceso electoral en el país.