El caso de Sonia Rigo es uno de tantos que se presentan diariamente. Ella es salteña pero vive en Concordia desde hace más de 20 años y sus hijos son argentinos. “Tengo a toda mi familia en Uruguay, a mi mamá con Alzeimer, y ni siquiera podemos llevarla al médico porque nunca sabemos con qué nos vamos a encontrar en el Puente”, afirmó la mujer. “Entiendo y me parece bárbaro que lo uruguayos vengan a comprar, cargar combustible, cortarse el pelo, depilarse, etc, pero hay situaciones que deberían ser contempladas. No tenemos por qué hacer semejante cola para acompañar a nuestros padres a hacerse análisis, irlos a visitar una tarde cualquiera o simplemente tener un domingo de almuerzo familiar”.
En ese sentido, reclama que debería haber una fila alternativa para agilizar el paso de argentinos y uruguayos que “no están de shopping”, y recuerda una última situación que la llenó de indignación. “Estuve 3 horas en el auto de madrugada para ir a ver a mi mamá, parada atrás de alguien que se vino a cortar el pelo”. O sea, “Está bien que vengan y hagan lo que quieran, pero Gendarmería debería agregar personal, hacer otra fila o evaluar lo que es prioridad”.
Uruguayos que no viene a comprar
Del otro lado del charco pasa algo similar: muchos de ellos tienen familiares en Concordia (a quienes aseguran que hace rato no ven), y otros tanto deben cruzar diariamente a trabajar. “Yo estoy totalmente de acuerdo con que hagan una cola solo para los argentinos”, coincidió un salteño que forma parte del grupo Puente.
“A nosotros nos vendría bárbaro porque no perderíamos tanto tiempo y trabajo con filas de horas y horas, en las que tenés que estar hablando con el cliente, mirando el reloj y rogando que te esperen. En mi caso tengo que salir a las 4 de la madrugada para tratar de visitar a tres o cuatro clientes en Concordia y nunca se si voy a regresar a casa antes de las 10, 11 o 12 de la noche”, resumió.
Qué dice el Centro de Frontera sobre esta situación?
Consultado sobre la excepciones que actualmente se contemplan en la Aduana, el Director del centro de frontera de Concordia-Salto, Diego Labeque Drewanz, comentó en DIARIOJUNIO que cuando se flexibilizó el cruce del Puente en épocas de pandemia, se implementó sólo una autorización de atención preferencial para trabajadores y estudiantes que viven en una ciudad fronteriza y trabajan o estudian en la otra.
“Esta autorización se emite con una serie de requisitos como, entre otros, tener trabajo registrado, comprobante de la institución que asiste o de la empresa para la que trabaja, horario de ingreso y egreso y que el vehículo en el que circulen tenga la chapa patente correspondiente al país de residencia, sean titulares o estar autorizados para conducirlo”, detalló. “Una vez presentados todos los documentos, se evalúa si cumplen los requisitos y de ser así, se les otorga el permiso excepcional para no hacer la fila. Pero únicamente a la persona que lo piden y en los horarios detallado”, remarcó.
Tras ello, aclaró que los permisos no se extienden a personas con problemas de salud, embarazadas, adultos mayores o con discapacidad, “ya que allí mismo se les brinda atención especial en esos casos, al igual que situaciones de urgencias”, subrayó. Y concluyó: “la fila seguirá siendo una sola y únicamente las personas con autorizaciones de atención preferencial no deberán hacerla exhibiendo el permiso al control de Gendarmería. Para el resto es todo por igual”.