Aunque Milei había expresado durante la campaña electoral su intención de no establecer vínculos con países comunistas, la situación financiera actual ha impulsado al presidente a reconsiderar esa posición. La carta enviada a Xi Jinping busca una respuesta positiva que permita reforzar la relación bilateral y obtener el respaldo financiero necesario.
En una reciente reunión con una delegación china, que contó con la presencia de la canciller Diana Mondino, quedaron evidentes las tensiones existentes entre China y el gobierno de Milei. El presidente argentino expresó su disposición a mantener una llamada telefónica con Xi Jinping, una estrategia que ha resultado efectiva en el pasado para desbloquear préstamos.
La delegación china, además de discutir la renovación del swap de monedas, planteó reclamos sobre la designación del sucesor de Sabino Vaca Narvaja al frente de la embajada argentina en China. Estos reclamos, junto con anuncios de transparencia en los acuerdos con China, generaron cierta incomodidad en las autoridades chinas.
A diferencia de la administración anterior, encabezada por Alberto Fernández, que recibió a la delegación china en un encuentro en la Casa Rosada, el gobierno de Milei busca retomar el diálogo y superar las tensiones existentes. La invitación para que el presidente argentino visite China se considera un gesto de acercamiento.
El ministro de Economía, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, están trabajando para acelerar la reconciliación con China y han solicitado gestos claros de la Cancillería en ese sentido. En medio de estos movimientos, el gobierno argentino busca asegurar apoyo financiero y fortalecer sus relaciones internacionales para afrontar los desafíos económicos que se presentan.