Finalmente, en esta instancia decisiva, los pobladores de Fuenteovejuna, hasta allí aterrados por las amenazas y la feroz represión del Comendador, se unen y deciden rebelarse. Ajustician al Comendador y liberan a Laurencia. El pueblo sale de la parálisis y el terror, y hace justicia. El Rey Católico se entera del asesinato del Comendador y pretende encontrar a los culpables para condenarlos. Uno por uno, los habitantes van pasando por las torturas más horrendas. Cuando son interrogados por el culpable, responden invariablemente que el culpable es Fuenteovejuna, y ¿quién es Fuenteovejuna?: «Todos a la una». El Rey decide perdonar al pueblo, pues tampoco podía condenar a todos.
Laurencia y Frondoso se casan, llenando de felicidad sus vidas. Fuenteovejuna es el triunfo del amor y la justicia sobre los abusos de poder. El valor de la unidad del Pueblo para vencer a los tiranos. El camino que va de la angustia, el terror y la parálisis, la soledad y el individualismo, a la unión y la solidaridad, pasando por la indignación, la inteligencia y el coraje.
A pocos días de una gesta histórica, el 19 y 20 de diciembre de 2001, tan maravillosa como triste, donde el pueblo vivió la fuerza de su poder para vencer a los tiranos de turno, la extraordinaria obra de Lope, escrita más de quinientos años atrás, exhibe su espíritu y el eterno retorno de su trama.