Fue un demente de conducta delirante y escandalosa que estaba enamorado de su hermana (con quien tenía sexo frecuentemente), que hablaba con su caballo: Incitatus, a quien nombró Cónsul del imperio – y su principal asesor-.
Sus decisiones imperiales, trajeron enorme sufrimiento a sus súbditos, a quienes permanentemente recordaba en sus discursos que primero debían sufrir las consecuencias inmediatas de sus decisiones, porque luego, estas, (sus resoluciones imperiales) los sacarían del sacrificio y los harían alcanzar la felicidad.
Los cronistas de la época hablaban de sus enfermedades físicas y mentales que iban desde epilepsia, pasando por trastornos bipolares, llegando hasta la demencia.
(Wiki) Sus errores en la administración de Roma. derivaron en una crisis económica y en una hambruna, y sus reformas públicas vaciaron el Tesoro. Puso en marcha una serie de reformas y tomo medidas desesperadas para restablecer las finanzas, trasladando el peso de la crisis económica al pueblo romano, a quienes trasladó el enorme peso de la crisis que él magnificó hasta límites insoportables.
Las crónicas de la época hablan que era un insano de conducta imprevisible, un enfermo sexual, que mataba por pura diversión, que ni bien inició su gobierno mandó a matar a su antiguo amigo y profesor, diciendo: «Ahí llega el maestro de quien ya no necesita lección alguna… ¿Cómo se atreve alguien a enseñarme a mí, que antes aun de ser engendrado fui modelado emperador?, ¿cómo se atreve un ignorante a enseñar a quién sabe?».
Pretendió gobernar con decretos imperiales a espaldas del Senado, que era el órgano legislativo del imperio, Su fin fue dramático, hartos lo romanos de su demencia, y el enorme sufrimiento provocado por él, fue su propia guardia quién lo asesinó
Y aquí termina la crónica, corta porque por estos días los argentinos no estamos para leer mucho, espero les haya resultado interesante.