Rodolfo Barra y Luis «Toto» Caputo: «El Regreso de los Muertos Vivos»

Pero no es este el tema del debate al que me quiero referir, sino a la aparición de personajes nefastos en la vida política del país. Al escuchar la palabra del Procurador y asesor del presidente Milei en la persona del Dr. Rodolfo Barra, escuché hasta donde pude en su introducción cuasi religiosa acerca de la opinión de un Papa sobre la Justicia Social. Sin dejar de mencionar a J.D. Perón en el año 1950 en Mendoza, donde dicho General hablaba del mismo tema.

En realidad, quería empatizar con los diputados peronistas presentes y con la audiencia nacional. Pero lo que me dejó absorto fue cuando dijo que esta Ley de Emergencia Económica es la única salida para salir de la crisis, porque de lo contrario corre peligro la Constitución Nacional. Y yo me pregunto: ¿Cuántas crisis económicas sufrió nuestro país con diferentes orígenes políticos partidarios y gobiernos de facto, sin que por ello la Constitución fuese alterada en sus bases fundamentales, más allá de las reformas a las que fue sometida a su debido tiempo?

Lo que en realidad quería el asesor Barra era que se le debía dar al presidente la suma del Poder Público para que consumara a gusto el desmantelamiento del Estado en favor de los «buitres carroñeros», tanto nacionales como extranjeros, en un escenario que pronto, muy pronto, será posible observar un «darwinismo social» tremendo.

Pero, ¿quién es el «especialista» Rodolfo Barra? Procurador del Tesoro y Jefe de los Abogados del Estado. No nos olvidemos que este ultramontano de derecha, que tiene un pasado neonazi, se apresuró a disculparse ante la DAIA, que sin consultar a todos los judíos argentinos, ahora ya disculpó a Rodolfo Barra por su pasado oprobioso y que queda eximido de culpas, como si fuese un tribunal de la Inquisición por sus horribles conductas y manifestaciones.

En 1990, como miembro de la mayoría automática de la Corte Suprema de Carlos Menem, el abogado administrativo votó el per-saltum por el que el tribunal supremo resolvió anular un fallo de primera instancia que había frenado la privatización de Aerolíneas Argentinas. La Corte se adelantó a la Cámara respectiva que debía resolver la cuestión, alegando «urgencia» por la gravedad institucional. Fue entonces que la iniciativa privatizadora salió de otro administrativista, el entonces ministro Roberto Dromi.

Con Menem, de quien se consideraba «un soldado», Barra fue viceministro del Interior y Viceministro de Obras Públicas. Entre otras cosas, redactó los pliegos de peaje de varias autopistas. Mencionado como miembro del Opus Dei, la orden especial que fue el sustento del Papa Juan Pablo II, y ahora, Barra, erosiona al Papa Francisco desde que este le rebajó la jerarquía especial. Carlos Menem lo nombró asesor presidencial para la defensa de los niños no nacidos. Era un eufemismo para llamar a un «cruzado» contra la legalización del aborto. Este es un tema que interesa a la intrigante Victoria Villarruel, también afín al legado de José María Escrivá de Balaguer (Opus Dei). Aunque no la apasiona tanto como la reivindicación de la dictadura a través de los juicios democráticos contra los asesinos, torturadores y ladrones de bebés.

Rodolfo Barra, ligado a empresas de obra pública como SADE, también fue abogado de Eduardo Eurnekian, «patrón» de Milei, y también del Ministro del Interior Guillermo Francos y del Jefe de Gabinete Nicolás Posse.

Como en Argentina, las puertas giratorias tienen velocidad de vértigo, ni Menem ni Barra tuvieron problemas en que el abogado de las conductas «honrosas» terminase con un cargo de Director del ORSNA, el organismo encargado del control de los aeropuertos. El gremio de los Aeronavegantes en ese momento, encabezado por Alicia Castro, hizo una demanda en la Justicia pidiendo que anulara una decisión del organismo que aprobaba un convenio entre la Fuerza Aérea y Eurnekian, por el cual este se haría cargo de las compras relacionadas con la seguridad aérea a cambio de un canon. ¡Amigos son los amigos! Si como abogado del Estado, termina no defendiendo al mismo Estado, nadie podría reprocharle inconsistencia con su historia. Ya había ocurrido lo mismo en ese puesto con Bernardo Saravia Frías, el abogado de Macri, que antes de asumir había representado a empresas extranjeras en litigio con el Estado Argentino. ¡Tal para cual!.

Y de Luis «Toto» Caputo ya hemos hablado bastante, como que fue catalogado por Macri y Marcos Peña como el «Messi» de las finanzas. Aunque no se sabe con qué camiseta juega, si con la nuestra o con la de otros intereses foráneos. Ya durante el gobierno de Macri nos endeudó a cien años con un bono al 7,4%, cuando la tasa internacional no superaba el 4%. También participó de la fuga de U$S 64.000 millones de dólares. Con la llegada del FMI, con sus ajustes fiscales implacables y su opción neoliberal más extrema, ignoró la crisis externa y puso al descubierto el error político y teórico de buscar una solución con el enfermizo enfoque puesto en el Déficit Fiscal.

Sumado a su ineptitud de manejo de la crisis, hizo fabulosos negocios cuando entregó a Bancos Internacionales con la emisión desaforada de bonos de la deuda y a financistas y cambistas en general con el «regalo» de dólares baratos. Al igual que Barra, Bastos, y Cottani, Caputo ocupó cargos claves en el sector privado. Fue jefe de Trading para América Latina del J.P Morgan y Directivo del Deutsche Bank, del que fue presidente en la Argentina. Todo eso antes de crear AXIS, su propio fondo de inversión. O sea que el Estado y privados invertían en su propio fondo. Su pariente Santiago Caputo es asesor de Milei. Como en el más puro macrismo todo queda en familia.

Ah, me olvidaba. Lo mismo sucede con la impresentable Canciller Diana Mondino, con participación directa en directorios de grandes empresas, también vinculada al sector financiero que ya la miran de reojo al comprobar cómo va a perjudicar a la dinámica comercial de ese sector al pronunciarse por la ruptura con el BRICS y el lamentable episodio con la República Popular China, principal socio comercial de Argentina. Ignorando que sin Brasil y sin China es imposible seguir un intercambio comercial. Sin ese aspecto, las automotrices y los sojeros, y aceiteros de Córdoba quebrarán inexorablemente. Mondino, es cordobesa y ex-directora de la Fundación Mediterránea, de donde salió Cavallo, a través de De la Sota, cuando le financió la campaña a este, para la Gobernación y Cavallo entró como diputado del Menemismo. Pero la lista de funcionarios oportunistas es interminable. El próximo embajador en los EEUU será Gerardo Werthein. Con negocios financieros y agropecuarios. Ilustra la estrecha relación de Milei con un sector que cada vez da más que hablar: los Judíos ultraortodoxos de Jabad Lubavich.

¡En la vida de Milei, no todo es Opus Dei de Barra!