“Al ser la primera noche uno espera inconvenientes que, gracias a Dios, en esta oportunidad no se han dado. Han sido mínimos y no hemos tenido problemas de fuerza mayor que, si bien no depende de nosotros, opacan el trabajo de la gestión”, indicó. “La realidad es que tener menos de un mes y medio para organizar una evento de tal magnitud, se han visto satisfechas nuestras pretensiones”, dijo.
La ausencia de inconvenientes entre los asistentes se verificó tanto dentro como fuera del Corsódromo. Sánchez remarcó que el público se dedicó solamente a disfrutar del carnaval y se retiró de manera tranquila. Paralelamente, remarcó que la intención de las autoridades es que comience a las 21.30 y que termine más temprano, respecto de ediciones anteriores, cuando terminaba a las cinco de la mañana y la gente quedaba “dando vueltas”. Ahora tienen la opción de irse a un bar o un boliche. La última comparsa desfiló el sábado a las 2:30 de la madrugada.
Sanchez sostuvo que el incremento de la venta de entradas se dio por la decisión de vender por etapas. Primero se comercializaron noches 1 y 2, a las dos semanas noches 3 y 4 y una semana más tarde noches 5 y 6. “Eso hizo que se separara un poco el publico dando una visión completa del Corsódromo”, dijo.
Más adelante, Sánchez dijo que aún quedan algunos lugares para las últimas noches, son pocas. “Lo que les digo al publico que no adquirió que ingrese vía web o sino ya a partir del miércoles (anteayer) que estaremos vendiendo de manera presencial en Caja Mixta”, indicó.
Por otra parte, mencionó que no están pensando en traer alguna figura del espectáculo para promocionar el Carnaval. La única presencia confirmada hasta ahora es el grupo La K’onga para el cierre, el viernes 23 de febrero. El presidente del Ente dijo que mantuvo conversaciones con algunos actores o actrices de mayor o menor trascendencia pero hasta ahora quedaron en eso. El problema reside en el costo de la contratación que se suma a la estadía, el traslado, etc.
Respecto de los precios en la cantina, dijo que es una cuestión subjetiva. “Hemos tenido diferentes comentarios; gente que nos ha dicho esta recontra bien, gente que nos ha dicho que está un poquito caro y gente que nos ha dicho que está un poquito caro”, indicó. La idea es que los precios no superen lo que se cobra en un bar, en un drugstore o en un boliche. Sánchez remarcó que la realidad económica del país es difícil de por sí, con precios “disparados”.
Pero no por ello pueden permitir que se venda una cerveza en envase chico a $ 5.000. “El Ente ahí toma intervención”, sostuvo, Pero si se la comercializa entre $ 1.200 y $ 2.300, dependiendo de la marca, a algunos les parecerá barato y, a otros, caro pero eso ya depende de la situación económico que lamentablemente atravesamos.
Una gaseosa chica vale $ 1.500, una lata de cerveza $ 2.000, una pizza de ocho porciones cuesta $ 5.000, la porción de papas fritas $ 2.500, las hamburguesas simples cuestan $ 4.000. “Son los precios que se manejan en la diaria”, dijo. Según sostuvo, les aclararon a los responsables de la cantina que si bien tienen libertad de fijar los precios, no deben olvidarse que: “vos trabajan para un evento” y no que “el evento trabaja para vos”.
Por último, el presidente sostuvo que en esta edición se decidieron por Matías Hojman en lugar de Lisandro “Pelusa” Araya. Remarcó que el trabajo de Araya es bueno y tiene experiencia y trayectoria. “Eso no quiere decir que lo nuevo no pueda ser igual, hasta mejor”, dijo en referencia a Hojman. “Son estilos totalmente diferentes”, sostuvo. Aunque dejó abierta la puerta para que opinen, lo que ha cosechado hasta ahora es que Hojman trabajó muy bien. “Espero que siga así y vaya mejorando”, indicó. En tanto, Sánchez dijo que Araya presidirá la ceremonia de premiación.
