La Ley de medicamentos de Illía congelaba los precios vigentes a finales de 1963, y se fijaban las condiciones de una publicidad «engañosa», y un control sobre los Laboratorios, su costo real y su comercialización, porque hasta ese entonces nadie había podido condicionar a la industria farmacéutica que es quien determina sin ningún control ni regulación alguna en la estrategia de la cadena de valor.
En el 2023, la variación de precio interanual del grupo de medicamentos más recetados en la Argentina fue del 318%, teniendo en todos los meses una suba por encima de la inflación, a parte de los acuerdos específicos.
La pregunta es ¿puede el consumidor pagar estos precios sin control desmedidos? ¿Puede la Seguridad Social (Mutuales) sostener este nivel de incrementos? Esta crisis de «costos» y por consiguiente en el acceso a los medicamentos que consume gran parte de la población, genera abandono de tratamientos crónicos, y mas internación y mayor tensión en los presupuestos de los establecimientos asistenciales tanto público como privados. Las primeras decisiones del nuevo gobierno, son a la medida de los intereses y la rentabilidad extrema de los grupos de poder en la Argentina, entre los que se encuentra la industria farmacéutica.
Sin duda las decisiones que garanticen el acceso a los medicamentos no llegarán desde la actual política nacional.
Veamos algunos ejemplos: en la Prov. de Bs.As., el Instituto Biológico (Dr. Tomás Perón), ha sido por mucho tiempo un proveedor de Hospitales y de centros de atención primaria de medicamentos y vacunas, teniendo en estos momentos una producción de 70 millones de comprimidos anuales. En Santa Fé, el laboratorio Público Industrial Farmacéutico (LIF) aprovisiona de los medicamentos básicos y esenciales de atención primaria.
Una iniciativa que la administración de Axel kicillof propone es el Centro de Industrias Farmacéuticas Bonaerenses, con mayor capacidad productiva que el Instituto Biológico. Un proyecto tan necesario que permitiría dar una respuesta integral a la demanda de medicamento a un costo mucho menor para todo el sistema público de la provincia, Aquí en Entre Ríos hubo alguna vez la idea, que no se llegó a materializar, de una fábrica de medicamentos genéricos, o sea, con la misma fórmula de los «principios activos» de lo otros productos de nombre conocidos, pero a un precio infinitamente menor. Al final, los lobbies farmacéuticos boicotearon el proyecto.
No nos olvidemos que la Industria Armamentística, la Industria Petrolera y la Industria de los Grandes laboratorios, tienen tanta influencia que hasta pueden hacer desestabilizar gobiernos. Y sino recuerden en la última Pandemia del Covi-19, como se destrozaban entre ellos para imponer sus vacunas, utilizando a periodistas «ensobrados» para que hablen bien de una determinada marca. La guerra que le hicieron a la Sputnik porque provenía de un país comunista, y al final tuvieron que reconocer que fue la que mas vidas salvó en nuestro país.
!Ah! Me olvidaba. Porque el servilismo oficial ya se puso en marcha hace poco cuando Javier Milei le compró por US$ 28 millones de dólares vacunas a FIZER. Que tál!
Por eso la desregulación de precios de los medicamentos puede considerarse un «crimen social» que la población no se merece.
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CHORROS TODA LA VIDA Y DESDE SIEMPRE. Y CUANDO EL COVID, GOBIERNOS DE PAISES CENTRALES PUSIERON PLATA A VARIOS LABORATORIOS.