En ese marco, indicó que registró en el primer mes del año una “merma del 30% en la facturación del sector medida a precios constantes respecto del mismo mes del año pasado”.
Asimismo, remarcó que se trata del segundo mes consecutivo en que se observa una retracción de la actividad fabril, situación que calificó de “preocupante”.
En tanto, las empresas, de acuerdo al informe de CAME, operaron en ese mes con el 70,8% de su capacidad instalada, mostrando un declive de 2,3 puntos porcentuales frente a diciembre.
Por sectores, si bien todos registraron en enero fuertes caídas en la comparación anual, los más afectados resultaron en ese mes “Papel e Impresiones” (-41,7% i.a.) y “Químicos y plásticos” (-35,6% i.a.).
Le siguen, “Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte”, con una baja i.a. de 34,8%; “maderas y muebles”, -30,6%; “Alimentos y bebidas”, con -22%; e “Indumentaria y textil”, con -18,2%.
Los resultados se desprenden del Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora CAME, con una muestra que alcanzó a 413 industrias pyme a nivel federal.
En el informe sostiene que “el sector industrial está sintiendo fuerte el deterioro en el poder adquisitivo de la gente y la pérdida de competitividad en los mercados mundiales, que afecta a las empresas de perfil exportador, por lo que las industrias pyme se preparan para un panorama complejo en los próximos meses”.
“La rentabilidad industrial está siendo amenazada por diversos factores: La baja en el consumo, producto del debilitado poder adquisitivo, sumado a la persistente inflación y el inminente aumento de tarifas de servicios públicos como la electricidad, generan un clima de zozobra y riesgo para la actividad industrial”, señalaron desde la entidad.