Gracias a la oportunidad de alternar con el inolvidable historiador Osvaldo Bayer, con quien me vinculé en dos ocasiones, quiero compartir un relato que demuestra que la dignidad patriótica no tiene rango social. Por ello, deseo rendir homenaje a ellas en el Día de la Mujer.
El hecho es más o menos así: el 17 de febrero de 1922, se produjo una represión militar brutal en el sur de Santa Cruz debido a la huelga de los trabajadores agrarios de las estancias. Este episodio, que hoy estaría catalogado como un crimen de lesa humanidad, dejó un saldo de nada menos que 1500 personas fusiladas por el ejército bajo el mando de Hipólito Yrigoyen.
En esa época, era común que los oligarcas del campo contrataran mujeres meretrices para contener los deseos de la peonada. Sin embargo, una vez conocida la matanza brutal, se desató una rebelión entre las meretrices del prostíbulo «La Catalana», regenteado por Paulina Rovira. Estas mujeres decidieron no «acostarse» con un grupo de militares fusiladores que habían acudido al lugar como una especie de «premio» por su servicio a la Patria. Al grito de «¡Nunca nos acostaremos con asesinos!», Consuelo García, Ángela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster, junto con Paulina, se resistieron a «escobazos».
La tropa reprimió a estas valientes mujeres de forma brutal, y los nombres de las cinco heroínas figuran en un expediente. Para Osvaldo Bayer, ellas fueron las únicas personas que tuvieron la valentía de calificar de asesinos a los responsables de la matanza de obreros, el episodio más sangriento de nuestra historia. Cada 17 de febrero, la Comisión de Putas de San Julián les rinde un emotivo homenaje por su valentía, que ha sido olvidada en la Historia Oficial.
Osvaldo me decía en esa conversación que era necesario bajar a los próceres de a caballo, dejar de tener monumentos que son disciplinarios y normalizadores de un «machismo» explícito que persiste hasta nuestros días. Por eso, la memoria es un ejercicio que debemos realizar en la militancia ciudadana.
Estas valientes mujeres dejaron implícita una frase que aún se utiliza hoy en día: ¡Cuando es No, es No!
