Desde este sábado, cargar nafta y gasoil costará más caro en todo el país por un nuevo incremento del 4% promedio. Este ajuste, el sexto en lo que va del año, se debe a la actualización de los impuestos a los combustibles y también por la decisión de las petroleras de no perder rentabilidad ante la depreciación del peso.
El Gobierno dispuso actualizar el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) desde el 1° de junio, por lo que a partir de este sábado los precios de la nafta y el gasoil subirán entre 1 y 1,5 por ciento. Al incremento impositivo, las petroleras le agregarían una suba del orden del 2 y 3 por ciento extra, lo que terminaría elevando los precios entre un 3 y un 4,5 por ciento.
Con este ajuste, los combustibles sufrieron un incremento de 62% en lo que va del 2024, aunque desde noviembre del año pasado las subas acumuladas alcanzan el 262%. En paralelo, desde el sector petrolero advierten que los precios todavía están retrasados. Por otra parte, según cálculos de los estacioneros, en diciembre las ventas de combustibles cayeron 17%.
Los surtidores en las estaciones de servicio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) reflejarán cambios en los valores por litro de la nafta y en gasoil a partir de este sábado.