La principal hipótesis es que el hombre se habría intentado prender fuego, según reportó el sitio Concordia Policiales. Los primeros indicios de la investigación dan cuenta que el patrón del incendio descartaría la participación de tercero en el acontecimiento.
El hombre, JMR, de 29 años, estaba cumpliendo prisión preventiva domiciliaria en el marco de una causa llevada adelante por la Policía Federal al momento del incidente.
Sin embargo, la madre de la víctima, de nombre Norma, acusó a Adriana S., quien fuera la pareja de su hijo, de intentar matarlo prendiéndole fuego. Según lo escrito por la madre, Adriana habría inventado una historia para ocultar el hecho. «Vos lo prendiste fuego y fuiste y lo dejaste tirado en el hospital mintiendo que él se había quemado pasando nafta del auto a la moto y te fuiste a limpiar todo en tu casa porque sabías lo que se te venía», afirmó la madre de la víctima en un posteo en redes sociales.
La madre también relató que con anterioridad, Adriana le habría asestado seis puñaladas a su hijo. También apuntó que Adriana habría hecho lo mismo a sus parejas anteriores.
La versión de Adriana
Adriana S. relató a DIARIOJUNIO que su pareja, J.M.R., ya había mostrado comportamientos autodestructivos en el pasado. «Él empezó a las cinco de la mañana a decir que se quería prender fuego. Empecé a llamar a la mamá. Le digo, ‘Por favor, Norma, puedes venir porque tu hijo se quiere prender fuego’. Y me dice, ‘Déjalo, Adriana, seguro está drogado’. Y yo le digo, ‘No está drogado porque se acaba de levantar'».
Según A.S., la familia de J.M.R. no respondió a sus llamadas de auxilio. «Le mandé un audio donde él gritaba ‘Me voy a prender fuego, me voy a prender fuego’, y se lo mandé a su madre para que viniera, pero no me contestó más nada».
El Día del Incidente
El día del trágico suceso, J.M.R. estaba a la espera de la policía federal para revisar las condiciones de su prisión domiciliaria. «Él no tenía adónde ir, no quería volver a una celda. La mamá le dijo que a la casa de ella no podía ir. Entonces, como las peleas ya no daban para más, le pidió a la madre que fuera a buscarlo, pero no fue. Estuvo todo el día diciendo que se iba a prender fuego», narró A.S.
«En un momento viene desde el fondo de mi casa, entra como si nada, y abre la ducha. Yo sin saber que ya se había rociado con nafta. Me pregunta: ‘¿Me van a sacar la domiciliaria?’ Sí, le digo. Eso también está todo escrito, porque yo a las siete de la mañana me presenté en la Policía Federal para decir que él iba a cambiar la domiciliaria. La mamá no lo quería en la casa, la hermana no contestaba, la policía estaba por llegar y ahí es cuando escuché todo. Eso de que él estaba pasando nafta de un vehículo a otro no es así, él estaba sacando nafta de la moto para rociarse él».
El Traslado al Hospital, Acusaciones y Amenazas
A.S. explicó que actuó rápidamente para llevar a J.M.R. al hospital. «Mientras estaba bajo la ducha, empiezo a levantar el portón para sacar el auto. Le doy una sábana para que se envuelva, y salimos rápido al hospital. Pasaron 5 minutos, pero fueron los más largos de mi vida».
A.S. se refirió a las acusaciones que enfrenta por parte de la familia de J.M.R: «Él declaró que sí, que se lo había hecho solo, y la madre sigue diciendo que fui yo. Él estaba consciente, él habló todo. Tenía quemaduras internas porque al meterse debajo de la ducha, el fuego le quedó adentro. Es más, dicen que yo lo dejé tirado en el hospital. El fiscal pidió las cámaras de seguridad del hospital, y están las filmaciones cuando yo llego y bajo con él, lo anoto en la entrada. Yo me tuve que volver porque la policía me estaba esperando en mi casa».
La mujer también denunció amenazas constantes por parte de la familia de J.M.R. «Recibí amenazas de que me iban a dejar con la lengua afuera, de que me iban a hacer sentir el mismo dolor que su mamá está sintiendo. Tengo miedo, de verdad, tengo miedo por mi hija y por mi casa que es todo lo que tengo».
A.S. también detalló la difícil situación que vivía con J.M.R., quien tenía problemas de consumo problemático de estupefacientes. «Él tenía estos episodios o estas amenazas de suicidio desde hace mucho tiempo. A veces se pegaba. Por ejemplo, cuando hablan de que lo apuñalé, eso no fue así. Eso pasó un sábado. Yo estaba durmiendo y a las cuatro de la mañana él llega y salta el muro de mi casa. Suena la alarma del auto y empieza a romper todo el auto. Me rompe el vidrio del fondo y logra meter la mano para abrir desde afuera. Me estaba queriendo matar».
«Entonces, tomé un cuchillo y se lo clavé en el brazo. Cuando no logra entrar por atrás, salta al muro, entra por el frente, me patea la puerta y entra. Ahí se mete mi vecino de enfrente, que es un ex gendarme, y saca la pistola, y él sale corriendo. Si mi vecino no se metía, la que hubiera estado muerta en ese día hubiera sido yo. Ese día la mamá me había denunciado, pero la policía vino a mi casa y vieron que yo me defendí porque había roto toda mi casa».
A.S. cuenta que existieron varios episodios de violencia en dos años de relación, entre los que recordó la vez que su ex pareja entró por una ventana del baño, la sorprendió mientras dormía y la golpeó varias veces en la cara, rompiendo su nariz.
Actualmente, A.S. sigue supeditada a la causa por la muerte de su ex pareja hasta el resultado de las pericias. «La causa la tiene el fiscal Mauricio Guerrero. A él le presenté el celular con todas las pruebas».
«Yo tengo miedo, no sé qué están buscando, me están dejando sucia, me están amenazando. No puedo estar en mi casa porque tengo miedo. Antes de salir de mi casa le avisé al fiscal, le dije que estaba a disposición», concluyó.
Adriana aseguró haber hecho denuncias anteriores por violencia de género en sede judicial, y a pesar de que las amenazas llegaron a su celular y hubo otras publicaciones en redes sociales, por ahora la única medida -según contó- que tomó el fiscal Guerrero fue la de establecer una perimetral a los familiares que la estarían amenazando.