«Con todo el pueblo argentino – continuó el Episcopado – manifestamos nuestro dolor y preocupación por la desaparición de Loan y de otros niños, niñas y jóvenes, muchos de ellos sumidos en situaciones de empobrecimiento y vulneración de derechos. Cuando son niños y niñas quienes desaparecen ante nuestros ojos a causa de este flagelo la herida nos duele hasta el infinito».
Acto seguido, el órgano eclesiástico le reclamó al Estado que sea «activo en el combate del delito de Trata de personas, con diseño, planificación, ejecución, seguimiento y control de las políticas públicas de prevención. Es imprescindible contar en todo el territorio nacional con personas que tengan formación y experiencia».
«Es prioritario contar con presupuesto para la prevención, la persecución penal y la asistencia a las víctimas. Este es un tema transversal a todo el arco político e institucional que requiere el compromiso para alcanzar consensos, poniendo en el centro de la agenda política y del debate legislativo, el combate de este delito en articulación entre todos los poderes del Estado», siguió la CEA en el mismo sentido.
Tras ellos, la Iglesia recordó entonces las palabras del Papa Francisco, quien había llamado en febrero pasado a “abrir los ojos y los oídos, para ver a los que permanecen invisibles y escuchar a los que no tienen voz; para reconocer la dignidad de cada uno y para actuar contra la trata y contra toda forma de explotación”.
A más de un mes de la desaparición de Loan, la jueza federal de Goya Cristina Pozzer Penzo indagará este lunes a Amador Méndez, el octavo y último detenido en la causa. En tanto, el domingo encabezó una serie de allanamientos en distintos puntos clave de la zona de 9 de julio, en particular en las inmediaciones de la casa de Abundio Escobar, un ambulanciero que el 20 de junio declaró ante la justicia que había escuchado gritos.