Mientras infames diputados buscan la libertad de los genocidas y se fotografían con Astiz, se impulsa una ley para bajar la edad de imputabilidad a menores de 13 años. No queremos una política que encarcele a niños y jóvenes; queremos una sociedad de oportunidades en la que puedan realizarse, construir sueños, proyectos y ser felices. No conozco una sola medida que, en ese sentido, hayan tomado los gobiernos. Solo han reservado, especialmente para los jóvenes marginados y excluidos, este ensañamiento de criminalización de la pobreza, con un enfoque punitivo y paranoide de los pibes: un futuro enjaulado. Y como una imagen vale más que mil palabras, ilustramos esta breve referencia con una viñeta de un joven y talentoso dibujante, Elías Costen. Muchas gracias, Elías, por tu creatividad.