En lo que va del año se han reportado más de 14.000 casos en la República Democrática del Congo, con una mortalidad considerablemente alta en los grupos más vulnerables, como a menores de 15 años. Por ello, la OMS declaró a la Viruela Símica -conocida popularmente como Viruela «del Mono»-, como una emergencia de salud pública de importancia internacional.
Es la segunda vez en dos años que se considera que puede convertirse en una amenaza sanitaria mundial sin embargo, en esta ocasión, los brotes no son consecuencia de la circulación de una misma variante del virus, sino de más de una. En Argentina se reportaron hasta el momento ocho casos de Mpox en personas de provincia de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe y Río Negro. Cuatro de estos casos tienen antecedentes de viaje, mientras que los otros están en investigación.
Si bien la situación epidemiológica en Argentina es diferente a la que se evidencia en África, la cartera sanitaria nacional desarrolla acciones de vigilancia epidemiológica para la detección, diagnóstico precoz, atención adecuada e implementación de medidas de aislamiento y rastreo de contactos de posibles casos. A su vez, se fortalecieron las recomendaciones que reciben todos los referentes de las fronteras ¿de los puntos de entradas terrestres, puertos y aeropuertos¿ para extremar los cuidados y dar una alerta temprana cuando se identifiquen casos sospechosos.
Sobre la enfermedad
Desde la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud de Entre Ríos, el infectólogo, Francisco Astudilla, remarcó que «es altamente contagiosa y sus síntomas más característicos son las lesiones en la piel, que pueden ser costras, verrugas o manchas. Se acompaña de fiebre, ganglios en aumentos de tamaño, dolores musculares y articulares, y cansancio generalizado». Asimismo, señaló que «la transmisión de la Viruela del Mono durante las relaciones sexuales puede ocurrir aunque no exista penetración o se use preservativo porque se da por contacto piel a piel».
En esa línea ejemplificó que si el paciente presenta fiebre y lesiones en la piel -las cuales están cargadas del virus- y saluda extendiendo una mano, en ese momento también contagia la enfermedad. En tanto que el período de incubación suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días.
«Cuando una persona regresa de un viaje a África es importante preguntarle acerca de qué actividades realizó, si mantuvo relaciones sexuales con alguien, o si tiene algún contacto cercano que haya presentado síntomas», sostuvo Astudilla y agregó: «Ante cualquier síntoma positivo el paciente se tiene que aislar entre 10 a 14 días porque es lo que puede durar la enfermedad».
Finalmente, en cuanto al abordaje médico el especialista subrayó que «no hay tratamiento específico, pero sí se tratan los síntomas con paracetamol y el aislamiento- Es importante el diagnóstico y el tratamiento para no derivar en complicaciones que pueden afectar varios órganos, principalmente el cerebro y el hígado»,concluyó.