El discurso del Dr. Salduna estuvo marcado por un profundo respeto y admiración hacia quien es considerado el «Padre de la Democracia». Recordó una célebre frase del expresidente uruguayo Julio María Sanguinetti sobre Alfonsín, que sintetiza la esencia del líder radical: «Era Raúl, bueno, corajudo, sensible, honrado por donde se lo buscara. Expresión de la Argentina que queremos, la de las escuelas de Sarmiento y la democracia de Alberdi». Estas palabras no solo evocan al político que fue Alfonsín, sino también a su legado, el cual trasciende las fronteras y es reconocido en toda América Latina.
Uno de los momentos más destacados de la presentación fue cuando Salduna rememoró un episodio en el que Alfonsín, con su habitual determinación, se subió al púlpito en un acto religioso para responder a un sacerdote que, en su homilía, había lanzado acusaciones de corrupción sin ofrecer pruebas. Este gesto de coraje simboliza, para muchos, la entereza del ex presidente a la hora de defender sus convicciones, incluso en escenarios adversos.
«¿Quién no recuerda cuando Alfonsín se subió al púlpito y le contestó al sacerdote?», preguntó Salduna a los presentes, provocando asentimientos de aquellos que vivieron esa época. «La democracia argentina no puede entenderse sin Alfonsín», afirmó, destacando que su figura marcó un antes y un después en el país, dejando atrás los cuartelazos, las rebeliones y los golpes de Estado para dar paso a una Argentina institucional, que si bien ha pasado por difíciles pruebas, se ha mantenido firme en la defensa de sus valores democráticos.
El evento, que reunió a referentes políticos y vecinos de Concordia, fue un emotivo homenaje al legado de Alfonsín, recordando no solo sus logros políticos, sino también su calidad humana y su valentía para enfrentarse a los desafíos más duros del país.
El profe.
Si supiera el gran Ricardo, como algunos de sus correligionarios se venden a las fuerzas de Javier, contrariando los postulados de la U.C.R……!!!!!!