POR : Oscar Ornetti
Buen fin a la historia que involucra a INJUSTICIA local. El fiscal Temporetti ya es historia. Pero triste historia, porque lo que esperamos de los funcionarios judiciales es por lo menos probidad, capacidad de trabajo y respeto hacia los que demandan justicia. Nada de esto tenia el despedido Ricardo Temporetti.
Conducir en estado de ebriedad parecía frecuente, agravado por el porte de su vehículo, la más voluminosa de las 4×4 ploteada con la más oscura lamina en sus cristales. Dos episodios graves dan cuenta de esto. Atropellar a un motociclista en plena esquina sin respetar el semáforo y en otra oportunidad herir gravemente a un arbolito que descansaba en su vereda en plena siesta felicianera.
Y el alcohol siempre presente y la impunidad aún más. De todo esto se hablaba en Feliciano pero nada se hacía al respecto con la complicidad de una cobardía en sus habitantes que asusta. Y de las máximas autoridades del MPF.
Quien escribe esta columna llamó a ese organismo y fue solo atendido por una secretaria que manifestó que nadie podía atenderlo. Luego de explicarle que quería saber en qué condiciones se encontraban las relaciones laborales con el fiscal, habida cuenta de todas las falencias que mostraba el Agente Fiscal en su desempeño diario. Prometieron devolver la llamada. Ya pasaron más de 4 meses y nada
Otro tema era el maltrato propinado a su pareja. Una vecina llamó a este periodista manifestandose muy molesta que, como ella podría presentarse a denunciar a su marido ante este fiscal castigador. Todos cómplices.
Esta situación contrasta con lo ocurrido al anterior fiscal. José Castria fue enjuiciado porque no les caía bien a algunos dirigentes de la Sociedad Rural aunque mantenía excelentes relaciones sociales y muy querido por todos terminó eyectado por el poder real.
Queda decir que el próximo fiscal de Feliciano, tenga las puertas abiertas a la sociedad y rompa el cascaron de superioridad que rodea a los funcionarios de la casta judicial.
Oscar Ornetti