Ambos países, Israel e Irán, se profesan un odio mutuo muy profundo.
Cuando Israel atacó a El Líbano, matando al líder de Hezbolá, el líder Nasrala, el propio EE. UU. y Hezbolá habían llegado a un acuerdo para un alto el fuego en esa zona, porque a Joe Biden no le convenía, por las próximas elecciones, aparecer como respaldando ese ataque de Israel; cuando en realidad le había proporcionado las armas al propio estado hebreo. Pero Netanyahu no quiere hablar de paz ni armisticio alguno, ya que le corre el tiempo para presionar a EE. UU. que se involucre en su guerra con Irán, que está llegando al punto máximo de ignición.
Por su parte, Irán le ha hecho saber a EE. UU. que, si respalda a Israel, lo más probable es que bloquee el estrecho de Ormuz, que es por donde pasa el 30% del petróleo de las naciones árabes con destino a Occidente, lo que ocasionaría una gran pérdida económica y de reserva de combustible debido al gasto que origina la guerra.
Además, Israel juega una carrera contra el tiempo porque tiene indicios de que Irán estaría próximo a desarrollar armas de uso nuclear y adosarlas a su ya temible flota de misiles hipersónicos, que ya han demostrado su eficacia en su último ataque a Israel.
Inclusive ahora se ha sumado un respaldo de parte de Rusia a Irán. El propio ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró que Rusia apoyará a Irán en caso de ser atacado por Israel, lo cual podría traer aparejada la intervención de EE. UU., lo que sería como lo indica el título de esta nota, «abrir las puertas del infierno». O sea que Rusia pasa a ser para Irán lo que es EE. UU. para Israel.
Pero Irán no está solo. Ha logrado alianzas con grandes grupos nacionales: desde Líbano, Irak y Siria, además de Yemen y los hutíes.
El grupo Hezbolá está financiado por más de 700 millones de dólares al año por Irán, y con esto logra influir en una guerra de desgaste que es muy costosa para Israel y lo obliga a dividir fuerzas al tener que enfrentar varios frentes a la vez. El apoyo de Irán consta, además, de sistemas de comunicación y de misiles de última generación.
Hezbolá posee misiles Fateh con capacidad para alcanzar objetivos a 400 km, más que suficiente dada la proximidad con la frontera de Israel. Además, Hezbolá dispondría de más de 130 mil misiles, un número suficiente para una guerra prolongada. Es cierto que Israel tiene miles tan o más potentes que Hezbolá, además de su capacidad aérea, pero ¿durante cuánto tiempo si tiene que luchar en varios frentes?
Es cierto que existen diferencias ideológicas entre Hamás, Hezbolá y la Yihad Islámica, pero los une el enemigo común. Aún así, yo sigo pensando que el tiempo es un enemigo para Israel, porque si Irán desarrolla capacidad nuclear en sus misiles, de nada servirá el «Domo o Cúpula de Hierro» que protege a Israel.
Además, Irán cuenta con las milicias sirias, ya que Irán apoyó a Siria en un momento en que el ISIS, financiado por EE. UU., intentó derrocar al régimen de Bashar al-Ásad en Siria.
¿Y de dónde saca Irán tanto dinero para financiar a sus aliados? Pues bien, de la venta de su petróleo. Por eso es que Israel solicitaba la venia a EE. UU. para atacar las refinerías de Irán y desfinanciarlo, pero Biden y «los halcones» le dijeron que no, por temor al bloqueo en el estrecho de Ormuz, como les comentaba anteriormente. Además, Irán tiene el respaldo de los milicianos de Irak. Es decir, que Irán utiliza el mismo procedimiento de financiar a distintas fuerzas en contra de Israel. EE. UU. dice que Irán es un país agitador profesional, solo que utiliza el mismo método que los estadounidenses han usado durante décadas en todas partes del mundo.
Este hecho es lo que se denomina las guerras «proxy».
Las circunstancias son muy complejas. En el fondo, es un escenario donde están en disputa los territorios para el diseño del nuevo «orden mundial», que no es más que restablecer el «viejo orden», con una máscara de democracia y libertad.
El maestro notable, reportero de guerra ya fallecido, decía que «en una guerra, la primera víctima es la verdad». ¡Cuánta razón y cuánta mentira anda suelta cooptando ingenuos!