En el encuentro vía Zoom, el responsable del Programa Provincial de Zoonosis y Vectores, Jeronimo Garcilazo Amatti, hizo referencia a los diferentes pasos del monitoreo del Aedes aegypti que consiste en: la organización del monitoreo, dispositivo a utilizar, colocación de sensores de oviposición, monitoreo con ovitrampas, trabajo en laboratorio, registro digital de información y qué hacer con los resultados.
Sobre la importancia de desarrollar la estrategia de manera articulada con municipios, Garcilazo Amatti señaló: «Estamos transitando ya la temporada en donde empieza a haber casos sospechosos de dengue que todavía no se confirman por laboratorios, sino que el médico sospecha ante síndromes febriles. Es por ello que en esta etapa se torna fundamental realizar el monitoreo porque hay ciudades en donde comienza a haber positividad en algunas trampas entonces resulta de relevancia contar con estos datos que se desprenden de los sensores».
Para su colocación, desde la Dirección General de Epidemiología se capacitará a operadores designados por cada municipio participante. En tal sentido, su tarea se basa en recorrer partes de la ciudad y realizar el recambio de estos dispositivos.
Los sitios seleccionados para ubicar los sensores deben contemplar: espacios públicos, cementerios, centros de salud, hospitales, clubes, escuelas, y terminales de micro. Para trabajar en esta estrategia los municipios deberán como requisito firmar un convenio de colaboración mutua con el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). De este modo, la investigadora de dicho Consejo y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Nora Burroni, capacitará y dirigirá los monitores junto al Programa Provincial de Zoonosis y Vectores.