Froy indicó que hace pocos días estuvieron dialogando con el jefe de Departamento de Veterinaria Municipal, Julio Gesualdi, y sostuvo que los conductores de los carros no deben entender que serán objetos de una persecución de ahora en más. «Este es más bien un punto de partida para poder dimensionar el alcance del problema», explicó.
Sobre todo, conocer la cantidad exacta de personas que salen en Concordia todos los días a trabajar para poder ir buscándoles una solución a un problema político, económico, sanitario, etc. «La gente que anda en un carro no tiene un seguro (obra social) de salud, los chicos no están escolarizados; para Tránsito son un problema los carros», mencionó.
Pero para que algún día se elimine definitivamente la Tracción a Sangre, Froy dijo que se debe saber fehacientemente a qué se están enfrentando. «Lo veo como una buena medida por parte del municipio», indicó.
Para tener una noción del problema, hace algunos años se hizo un censo y el número que arrojó fue que hay entre 600 y 700 carros. «No debe haber más de eso», indicó. Pero la cantidad de caballos que se emplean es mucho mayor. Froy indicó que la cantidad de caballos es mucho mayor, ya que, como mínimo, cada carrero tiene tres animales. «Algunos tienen una tropilla más grande. Hay quienes prestan o hasta algunos que alquilan», indicó.
Froy recordó que, actualmente, la tracción a sangre no está prohibida, sino que está reglamentada la imposibilidad de circular en un perímetro delimitado, conformado por las calles Humberto Primo, Andrade, Teniente Ibáñez y Presbítero del Castillo.
El responsable de Conciencia Animal sostuvo que la identificación de los animales con microchips comenzó hace un tiempo. La intención es ubicar a los dueños de los equinos que sean secuestrados por maltrato, que se suelten y produzcan un accidente, o si hay un reclamo por robo. La idea es que, más adelante, la persona que no esté registrada no pueda circular por la ciudad.
Paralelamente, el jefe de Veterinaria le comentó a Froy que quieren ir buscándoles una solución a las personas que están recorriendo la ciudad en los carros para que abandonen esa actividad. «Hay que saber cuántas familias suben a un carro todos los días porque no tienen otra cosa», dijo.
Froy no sabe qué se tiene previsto realizar para sustituir esa actividad, ya que no mantuvo contacto con el área que debe encargarse de ello, que es la Secretaría de Desarrollo Humano (antiguamente denominada Salud y Acción Social). No obstante, dejó en claro que deben ir analizando una incorporación progresiva al mundo del trabajo de las personas que se bajen de los carros. «Un mes se sacan cinco personas, otro mes se sacan seis, dándoles alguna alternativa, algún oficio, para que busquen otra ocupación», indicó.
«Es lo que hemos propuesto. Que entre las personas que estén arriba del carro hay quienes pueden dejar inmediatamente y otras que no», indicó. Entre las primeras, sostuvo que abarca a quienes pueden aprender rápidamente un oficio. Pero es indispensable que el Estado los acompañe económicamente de forma activa. «Porque por más que una persona sepa mucho de pintura o plomería, no va a conseguir trabajo si no lo ha hecho antes», indicó.
«Esto no se resuelve simplemente prohibiendo la tracción a sangre. Esto se resuelve resolviéndoles el problema económico, social y de educación a las familias que están arriba del carro. Y de eso no puede estar ausente el Estado», indicó.
Froy recordó que cuando comenzaron la campaña «Basta de Tas» había un eslogan que rezaba lo siguiente: «ni animales maltratados ni familias excluidas». «Esto debe ser el fundamento: si no, vamos directo al fracaso», indicó. En ese sentido, remarcó que no se puede obligar a quienes viven precariamente a que abandonen esa actividad. «Es condenarlos al hambre».
Conciencia Animal incluso llegó a entregar algunos motocarros para reemplazar los carritos hace varios años. Froy dijo que siempre dejaron en claro que se podía implementar esa alternativa, pero con limitaciones, ya que no se pueden «meter 700 motocarros en la ciudad». Y menos aún entregar vehículos a personas que, en algunos casos, no saben leer o escribir o están excedidos de edad para conducir esos vehículos.
Froy destacó que, en realidad, la intención era visibilizar el problema y hacerles entender a los carreros que es una actividad que no tiene un horizonte. «Su hijo va a subirse al carro cuando ellos ya no tengan edad para hacerlo. Hay que mostrarles que hay otra alternativa sin necesidad de atar un carro todos los días, porque eso sí es no tener futuro».
Más adelante, indicó que quisieran ser escuchados por las actuales autoridades. «Tenemos muchas experiencias y personas aconsejándonos y guiándonos con esto, con planes que se han aplicado en otros lugares del país con éxito. Tenemos mucha experiencia para contar», remarcó. Entre las ciudades que se pueden mencionar donde se logró superar el problema son Río Cuarto (Córdoba) y Godoy Cruz (Mendoza).
Por último, Froy recordó que aún guardan toda la documentación que presentaron en el municipio hace 12 años. El primer paso era registrar todos los carros. «Recién hoy se va a comenzar a implementar», admitió Froy.
HUGO
La solución es el reemplazo de los caballos por MOTOCARROS. No hay solución alternativa, Ni siquiera hay que hacer censos, ya se hizo. ya sabemos cuantos carros hay, ya sabemos que el carro es el único sustento, que algunos no quieren, y otros mas, pero mientras tanto se siguen torturando nobles caballitos. La solución es económica, reemplazar los carros por motocarros, en etapas, con control y capacitación. Un motovehículo cuesta entre 3 y 6 millones. Con 5 que se entreguen por mes, mientras se va anotando y capacitando a la gente, en un año se entregan 60 motocarros, unos 200 millones. Ya se hizo, Pregúntenle a la universidad de Rio Cuarto, cópienle a Medellín, una ciudad diez veces mas grande que Concordia. Los intrascendentes de Bordet e Ïmaz ya no están mas, así que solo resta ponerse a trabajar.
Juego peroncho. Escuchar a Froy significaba entonces menos votos de pobres al justicialismo!
La ecuación no es nada complicada, usted preguntara… ¿De dónde salen votos del pobrerio hacia el justicialismo? Un juego implícito entre otros, va como por ejemplo los carros cuyos dueños viven en populosos barrios donde en épocas de elecciones se descargan grandes cantidades de alimentos (entre otros droga) todo a cambio de VOTOS!!!
de modo que tocar este área sensible a nadie conviene! Los sindicatos y afiliados es otro ejemplo que tienen que seguir en sintonía arrastrando votos de sus afiliados con la promesa salarial que se puede estar mejor y sabemos que esto al peronismo ya no es un resultado confiable debido a los abusos de la dirigencia obrera que en vez de cuidar sus afiliados se dedicaban y dedican a comprar grandes mansiones, coches y otras propiedades ¿Con sueldo de obrero???