Tras cinco meses cerrado, los trabajadores del Hotel Ayuí comienzan a mirar con temor el espejo del Salto Grande

Los empleados dejaron de percibir sus salarios desde junio pasado. “Hace cinco meses que no cobran sus sueldos, les deben medio aguinaldo y no hay perspectivas de que este hotel vuelva a abrir porque el deterioro que está teniendo estando tanto tiempo cerrado es tremendo”, remarcó el representante del sindicato.

Roh sostuvo que las audiencias de conciliación fueron negativas para los trabajadores. Fueron con las expectativas de encontrarse con la decisión de reabrir rápido para trabajar durante el verano. Pero se encontraron con la decisión de desvincularse de ellos. “En la primera fueron a querer aplicar la Ley Bases a los trabajadores diciendo que habían querido tomar el Hotel, que eso era un bloqueo y que podía aplicarse la Ley para que sean despedidos con causa”, indicó. Pero desde el sindicato argumentaron que esa maniobra era improcedente y no estaban dispuestos a permitir que se concretara.

En la segunda audiencia, se presentaron 45 minutos más tarde del horario previsto y señalaron que la empresa está dispuesta a presentarse en concurso preventivo de crisis. “¿Qué buscan con presentarse en concursos preventivo? cosa que no reúnen ni la mitad de los requisitos a mi entender. Lo que buscan es abonar las indemnizaciones mínimas”, indicó.

Cualquiera de las dos posturas asumidas por Balace en las audiencias revela que hay intenciones de reabrir para que los empleados mantengan su fuente laboral. “Todo indica que van al cierre pero hay que ver las condiciones”, remarcó. Roh sostuvo que, antes de declararse en concurso preventivo, Balace debe abonar los cinco meses adeudados de salarios y el medio aguinaldo. “Ahora se va a juntar otro medio aguinaldo dentro de poco”, sostuvo.

“Los trabajadores no van a volver sino se les paga el dinero que ya se les debe”, indicó Roh. “Vamos a responder al escrito de la empresa; vamos a pedir que se siga negociando pero la situación está estancada porque la empresa en las acciones demuestra que está buscando el cierre; está buscando salir con el menor gasto posible”, indicó. En ese sentido, sostuvo que la postura de los trabajadores es flexible ya que buscan negociar los salarios adeudados si la empresa esta dispuesta a reabrir y seguir trabajando.

“Pasan los meses y la incertidumbre crece en los trabajadores porque no saben si salir a buscar otro trabajo o tratar de recuperar el que tienen. En esto se está yendo el año. Después van a ser seis meses y el otro aguinaldo. Se viene el fin de año y lo que les espera a la gente no es muy bueno”, expresó.

Roh indicó que los empleados prefieren que les digan que están despedidos y les paguen lo adeudado para salir a ver como se ganan la vida a estar esperando un llamado en el celular del sindicato o del abogado para saber qué es lo que tienen que hacer. “El sindicato está dispuesto a negociar pero si desde el otro lado no les proponen nada más que el cierre pagando lo menos posible, tratando de liberarse de las cargas que les corresponde, es muy difícil”, admitió.

Falta de mantenimiento

Más adelante, el sindicalista sostuvo que las instalaciones están en muy mal estado. “Las piletas están vacías, no tienen más agua termal y en un momento no tenían luz eléctrica”, remarcó. El pasto alto, el restaurante cerrado, no había comestibles para ofrecer un desayuno y solo se utilizaba el 50 % de las habitaciones disponibles. “Cuando se rompe algo, sacaban de una habitación para poner en la otra”. Incluso algunas carecían de persianas y en otras se había caído el postigo.

Los trabajadores siguieron yendo a trabajar hasta que la empresa dejó de pagar al transportista. Ahora sólo hay un sereno cuidando las instalaciones. Pero los empleados siguen di vigilia para saber si llegan a ingresar empleados nuevos.

El panorama sería completamente diferente si se realizara un “lavado de cara” en cuanto a pintar y limpiar el sector externo del establecimiento. Además, Roh remarco que está rodeado por un parque. “Debería brillar como en sus mejores épocas. No es necesario hacer grandes inversiones; hay que definir que se va a hacer”, expresó.

“Quienes conocemos el entorno del Perilago sabemos que es un  lugar hermoso y que eso esté cerrado es una pena. Quienes sabemos algo conocemos que tener una piscina vacía de cemento, con estas temperaturas, es producirles grietas, se deteriora la pintura. Una vez que empieza a temer grietas, es difícil de recuperar. No es solo una mano de pintura, lleva otras cosas”.

Limbo jurídico

Roh explicó que también pensaron en una salida apuntando a una autogestión de los trabajadores.  Pero se encuentran en un berenjenal jurídico respecto de la concesión. La propiedad es de la CTM de Salto Grande. Pero se la traspasó hace muchos años a la Codesal (Corporación para el Desarrollo de Salto Grande). Y en su momento, lo concesionaron a Balace SRL. “Pero la concesión está caída desde hace mucho tiempo”. “¿Con quien negocia el sindicato? ¿Con CTM? CTM te dice que lo tiene la Provincia y vas a la Codesal y te dicen que lo quieren tener en su órbita para hacer una licitación pública”.

Desde la UTHGRA pidieron en las audiencias en Trabajo la documentación que acredite quien tiene la propiedad del establecimiento hotelero. Hasta el momento, no la pudieron obtener.

Hasta el momento, nada hace pensar que se esté dispuesto a reabrir. Roh dijo que desde la UTHGRA están dispuestos a hacer todo lo que haga falta para comenzar a trabajar nuevamente. “Concordia tiene el Hotel Salto Grande cerrado, el Ayuí cerrado y la situación no está para que lleguen inversores en establecimientos nuevos. Hay que recuperar esos hoteles y generar políticas para que tengan trabajo. La política tiene que generar las condiciones para que vengan esos in inversores. Concordia necesita las plazas hoteleras y hay una gran cantidad de gente que necesita trabajo”, indicó en clara referencia a la necesidad de que intervengan las autoridades locales.