En su debut como presidente pro témpore del Mercosur, Milei cuestionó con dureza las estructuras actuales del bloque. “Las instituciones no hay que evaluarlas por las intenciones, sino por sus resultados”, afirmó, criticando el arancel externo común que protege las industrias de los países miembros. Según Milei, este esquema ha sido un obstáculo para el desarrollo argentino. Además, propuso mayor flexibilidad para que los países puedan negociar acuerdos bilaterales sin depender del consenso regional, una postura que encuentra eco en el reclamo histórico de Uruguay.
Luis Lacalle Pou, el presidente saliente de Uruguay, respaldó parcialmente la posición de Milei. “Me alegro de escuchar ahora a Milei. El cántaro tanto va a la fuente… ahora le dejo el cántaro abollado y con rajaduras. Pero hay que lograrlo con buen modo, con buen tono”, advirtió Lacalle, marcando diferencias en el estilo pero coincidencias en el fondo.
Desde una perspectiva completamente distinta, Lula defendió al Mercosur como un motor de desarrollo económico y social, subrayando su importancia más allá de lo comercial. “El Mercosur tiene un elemento crucial que le da fortaleza: su gente”, destacó. También rechazó implícitamente la postura de Milei al afirmar que “la justicia social y la promoción de la educación no pueden ser un gasto”.
El brasileño amplió el enfoque al mencionar temas como igualdad de género, lucha contra el racismo y reducción de desigualdades, elementos que considera fundamentales para una integración auténtica. Al cierre, evocó las palabras de José “Pepe” Mujica, refiriéndose a la América Latina como “la patria de todos que se está formando”.
Pese a las discrepancias, la cumbre tuvo un motivo de celebración: la conclusión de más de 30 años de negociaciones para el acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, calificó el acuerdo como “un mensaje claro y poderoso al mundo”, destacando su relevancia económica y política.
Frialdad diplomática
El cara a cara entre Milei y Lula estuvo marcado por tensiones visibles. Lula no participó en la foto de familia de la cumbre, una respuesta a la ausencia de Milei en el retrato final de la cumbre del G-20, organizada por Brasil semanas atrás. En los momentos previos al inicio de la reunión, Milei se mostró apartado del resto de los líderes, acompañado únicamente por su hermana Karina y su ministro de Economía, Luis Caputo.
1 comentario
Leticia
Milei fue para hacernos pasar vergüenza, nada más. Parece un adolescente encaprichado ¡¡¡Qué votaron, por Dios!!! ¡¡¡Qué votaroooooooooon!!!!