Esta madrugada, cerca de las 3, Klenner recibió un llamado desde el acampe en la puerta de la fábrica donde le avisan que estaban llegando patrulleros y vehículos particulares a la planta. «Al rato, la empresa comunica que va a cerrar las puertas y les pide a los compañeros de la noche que se retiren», dijo. Al mismo tiempo, remarcó que a los trabajadores que ingresaban al turno de la madrugada, les indicaron que no podían entrar.
«Puso en la puerta un cartel que no va a haber faena hasta nuevo aviso», señaló. «En estos momentos, somos 1.000 empleados de Granja Tres Arroyos que estamos en la puerta de la empresa esperando que la empresa se manifieste diciendo por qué tomo esa medida», acotó el gremialista.
Klenner remarcó que, en estos momentos, rige una conciliación obligatoria hasta el próximo lunes. «Pero no respetaron la ley e hicieron un cierre de planta», dijo. Para el gremialista lo que está en juego es la postura del empresario Joaquín De Grazia quien está dispuesto a obligarlos a firmar el preventivo de crisis o «no entran más a trabajar acá».
A media mañana, los trabajadores se reunirán en asamblea en la puerta de la empresa y luego marcharán hacia la intendencia. Klenner sostuvo que quieren que Lauritto interceda ante De Grazia, ya que el municipio hizo mucho esfuerzo para que la empresa pueda trabajar. «Le ha dado calles, lo ha eximido de impuestos y lo aguanta que se atrase en los impuestos. Todo por los puestos de trabajo», expresó. «Esperemos que el intendente nos dé una mano», dijo.
El gobernador Rogelio Frigerio ayer se reunió con representantes del Ministerio de Economía de la Nación para abordar temáticas dirigidas a fortalecer el desarrollo de la avicultura, uno de los sectores productivos más importantes de la provincia. También estaban presentes representantes de la industria avícola. Uno de ellos era el propietario de Tres Arroyos, De Grazia, Klenner no pasó por alto esa reunión y sostuvo que quieren que Frigerio se entere de lo que sucede en la planta de Concepción del Uruguay, «No puede haber 1.000 familias en la puerta del frigorífico», dijo.
La posibilidad de que los empleados firmen el preventivo de crisis está fuera de discusión. Klenner sostuvo que eso implicaría un descuento arbitrario de los sueldos además de la pérdida de derechos. «Acá en asamblea se dijo que nadie va a ceder un derecho», remarcó.
Los trabajadores no creen que haya una situación de crisis en la industria avícola que genere la necesidad de recortar gastos. «Calle de por medio se encuentra el frigorífico Beccar que es del mismo grupo donde está el Sindicato de la Carne y en estos momentos están faenando normalmente», indicó. «Los camiones de pollos pasan por nuestras narices. Acá se los deja pasar, no hay bloqueos, no hay nada. La gente está en paz», sostuvo.
«Desviaron pollos a Gualeguay y a Buenos Aires. No los trajo acá. ¿Por qué? Para cerrar la planta y extorsionar a la gente. Para decirles ‘me firmás o te quedás sin trabajo’. Buscan la precarización laboral y no se la vamos a permitir», dijo Klenner.
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Opinante
Una vez mas el «sindicalismo» tirando tanto de la cuerda, que en algún momento se corta. Total los cabecillas no la sufren, quienes la pasaran mal son los «compañeros» a quienes dicen representar.