El retroceso se produce en todos los ámbitos, destacó Zalisñak. “A nivel de políticas públicas, a nivel legislativo (en enero pasado, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona anunció que el Gobierno iba a eliminar la figura del feminicidio del Código Penal), a nivel de desprecio por todo lo que se venía avanzando en esa materia, este gobierno no solo lo pone en cuestionamiento sino que avanza con hechos concretos como el desmantelamiento del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad con todos sus programas”, dijo.
“Abundan la cantidad de datos sobre femicidios y de violencia de género en el país y en el mundo, Hay países de todo el mundo donde hay violencia y discriminación hacia las mujeres. Es una problematicas que atraviesa fronteras y culturas. A pesar de todas las luchas que han llevado adelante los movimientos feministas, los movimiento de Derechos Humanos, los movimientos antifascistas, los movimientos que luchan por la igualdad, la no violencia, la no discriminación, de todos los modos los femicidios y las violaciones a los cuerpos de las mujeres siguen ocurriendo”, indicó Zalisñak.
La referente del movimiento de Derechos Humanos sostuvo que la conquista de los derechos, en su evolución histórica, no es lineal: hay avances pero también épocas de retroceso. Eso sucede cuando ocupan los lugares de poder “personas que buscan destruir la ciudadanía y solo generar beneficios para el poder económico concentrado y algunos amigos”.
Incluso, mencionó que en un momento dado, se lo dejó de celebrar, como resultado del accionar de la última Dictadura militar posteriormente se distorsionó el concepto del Día Internacional de la Mujer y se lo tomó como una cuestión afectiva centrado en hacer regalos o ir a cenar con descuentos. “Como si fuera un día afectivo”, dijo.
Pero desde el retorno de la democracia se recuperó su verdadero significado. “Yo pertenezco a un partido (Humanista) que fue fundado el 8 de Marzo de 1984 para hacer visible y tomar el compromiso de hacer posible la igualdad de las Mujeres en la política y en todos los ámbitos”. Zalisñak recordó que el punto de inflexión fue el 15 de Marzo de 2015 cuando la gente salió masivamente a las calles, independientemente de las organizaciones políticas y gremiales, después de una serie de femicidios que habían ocurrido en el país. “Aparte Argentina fue el epicentro para que en todos los lugares del mundo se conmemore el ‘Ni una Menos’”. “Frente a este avallasamiento de derechos, del desmantelamiento de las políticas públicas son razones para redoblar el esfuerzo como se hizo frente a la amenaza y al ataque a las universidades para defender los derechos de las pretensiones de igualdad de las mujeres en nuestro país”, indicó.
Zaluñak envió un mensaje a las mujeres que hacen caso omiso al 8M y remarcó que una cosa es no sentirse representadas y otra no vivir la violencia estructural que sigue teniendo esta sociedad patriarcal. “Parte de una naturalización que se ha reproducido a través de la educación, de la crianza. Por un sistema opresivo y violento hacia las mujeres. Parte de la mano de un sueño, de aspiraciones de un tipo de familia que, en realidad, nunca existió. No se logra desnaturalizar y tomar el destino en sus manos dando cuenta de que esa imagen no existe, es ilusoria. Hay que desnaturalizar esa violencia que se vive permanentemente”.
Esta tarde, en la sede de la UADER, calle Quintana al 30, se reunirán estudiantes, docentes y no docentes para ir hasta la Plaza 25 de Mayo, a las 18, donde fue convocada la marcha por el 8 de Marzo. “Invito a todas las mujeres a reflexionar y si no se sienten representadas por quienes organizan o quienes marchamos con alguna organización, pueden marchar por su cuenta también. Y si no la sienten porque tienen un lugar que no es desigual y demás, que lo hagan por empatía, por aquellas que si la sienten; por quienes fueron asesinadas por quienes decían amarlas, por las generaciones que vienen que merecen vivir en un mundo mas igualitario o por aquelas que fueron quemadas por su patrones como ha sido el hito histórico que ha dado lugar al 8M. Fueron prendidas fuego trabajadoras que reclamaban igualdad laboral”.
El hecho mencionado sucedió el 25 de marzo de 1911 cuando una tragedia sacudió Nueva York y marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos laborales. Un voraz incendio arrasó los tres últimos pisos de la fábrica Triangle Shirtwaist, donde quedaron atrapadas más de 140 trabajadoras: las puertas estaban cerradas con llave. Esa práctica era común en los dueños que pretendían controlar a las empleadas, a las que más de una vez acusaban de robo. Sin salidas de emergencia accesibles, las llamas y el humo sellaron el destino de las obreras.