Según explicó la docente que hace de vocera de la comunidad educativa, hay una especie de arroyo de donde emana el agua. Ese arroyito que cruza por detrás de un anfiteatro ubicado en la la plaza interbarrial denominada «ARA San Juan» desde 2022, ubicada en un terreno lindero al este de la escuela. Sale el agua y se estanca en los pozos que hay en las calles. “Hay un cauce que trasciende el arroyo y la calle y está el agua que está estancada, podrida”, indicó.
Cuando llueve, los charcos se enanchan y con el calor, la fetidez se expande. Esta mañana, Elordi remarcó que han hecho muchas veces los reclamos correspondientes, pero no obtuvieron repuesta hasta el momento. “Cada vez está peor”, acotó. “Con la campaña del dengue tratamos de concientizar como docentes de la importancia de lo que es el cuidado y la prevención pero realmente la realidad que se vive es muy compleja para llevar adelante un trabajo preventivo de salud”, indicó.
“Esta situación es algo que viene sucediendo desde hace muchos años. Los docentes, la comunidad educativa en realidad y familiares del barrio ya que la escuela nuclea a estudiante de toda la zona noroeste, hemos hecho el reclamo. Tenemos una nota que está circulando donde pedimos la adhesión con las firmas porque esta situación viene desde hace varios años”, dijo. La escuela está en el límite entre varios barrios como el Fátima II, Villa Gobernador Cresto, Capricornio y San Jorge.
La docente va en bicicleta a la escuela y esquiva los charcos para evitar el agua estancada. “Los compañeros que van en auto los tienen desarmados porque las calles están muy rotas”.
Mas adelante, la docente sostuvo que cree firmemente que las autoridades están al tanto del tema. “Lo que exigimos es que esto se solucione porque es algo que no puede continuar así. Como ciudadanos exigimos que nuestros representantes atiendan su rol que es garantizar una vida digna”, expresó.
“Como docentes circulamos todos los días por ahí. Y no podemos naturalizar ese modo de vida. Esa podredumbre refleja en la comunidad que las cosas son así. Se maneja un mensaje de que ‘no importa lo que hagamos; es lo que nos tocó; es así; no hace falta exigir estar mejor porque total nadie hace nada’. No es así”, reflexionó.
En jornadas de temperaturas sofocantes como las que genera la ola de calor, en la “Che Guevara” no puede salir al patio por el olor. “Es contraproducente. Nos recae más trabajo del que tenemos que hacer”, indicó. “Queremos que esto se solucione; queremos estar un poquito mejor. No es tanto lo que pedimos”, dijo.
“Eso influye muchísimo en la cultura, la educación de la gente. No podemos llevar adelante programas educativos, de prevención o cuidado de la salud cuando la situación en los barrios no son consecuencia de ese mensaje. Es como que decimos una cosa pero hacemos otra. Es frustrante como docente”, dijo.
2 comentarios
Spinelli
Ya somos Honduras. Bienvenida clase media.
perdon
Perdon dn Spinelli. Ya éramos Honduras. Pues al decir de la docente hace muchos años que este problema persiste. O sea…