El Indec, en marzo pasado, mencionaba la caída de las ventas de los supermercados era del 13,8 por ciento interanual. En mayo, el retroceso era del 9,3 %. La empresaria local dijo que no tenia porcentajes de la caída de ventas ya que en el supermercado no miden la venta en unidades, sólo en pesos, y con la inflación es difícil establecer cifras precisas. Pero remarcó que en junio y julio se frenó de algún modo la caída, se estabilizó y ahora está habiendo un pequeño repunte.
La estrategia para frenar la caída fue la presentación de ofertas “más agresivas” en mayor cantidad. También apuntaron a establecer ferias con muchos descuentos en productos frescos como carnes, frutas, verduras y lácteos. “Creo que eso fue importante para remontar un poquito la facturación”, indicó. Kobrinsky recordó que, a fines del año pasado, el gobierno acordó una oferta de 20 productos con un 20 % de descuento que incluían artículos de primerísima necesidad. “Nosotros elegimos mantener esa propuesta a pesar de que a nivel nacional cayó, porque entendimos que estaban muy bien elegidos los productos”, indicó.
La mujer admitió que muchos productos bajaron de precio y no sólo por las ofertas que realizan en la góndola. “Bajaron desde la industria. Probablemente eran productos que estaban inflados por demás. Sinceraron el precio y fue para abajo”, indico.
A su vez, se ofrecen productos con carteles rotulados como “consumo inteligente”. Se trata de productos con ofertas de un 50 % de descuento pero con fechas de vencimiento cercanas que rotaron en forma lenta por la recesión tanto en el supermercado como en las distribuidoras. Eso sucedió porque venían con un consumo importante hasta hace varios meses que se cayó muy bruscamente. «Todos los que teníamos stock, cuando ves que rota más lento, que va a llegar el vencimiento y que va a haber que decomisarlo, preferís accionarlo antes”. Por ejemplo, mencionó que puede ser una galletita dulce que vence en 30 días en vez de cuatro meses como lo habitual. “Pero ¿qué importa en mi criterio como madre, si tiene 30 días comprando a mitad de precio cuando los chicos la comen en la semana?”, se preguntó. Sin embargo, explicó que va a ser mas difícil encontrar ese tipo de descuentos más adelante ya que tanto la industria como los supermercados ser van ajustando a la demanda ya sea porque repunte el consumo o se ralentice la producción.
La empresaria dijo que, desde hace varios meses, los clientes ahora compran en forma cuidadosa, menos impulsiva y dejando de lado las tentaciones. “Mucho mas medida, mas pensada, más inteligente, la gente evalúa propuesta, ofertas y formas de pago y, en función de eso, toma una tarjeta u otra opción para cancelar la compra”, explicó. De esa forma, evaluando las ventajas que le ofrece cada medio de pago, intenta con su presupuesto “meter la mayor cantidad de productos en su carrito”.
Además, Kobrinsky dijo que ya no se priorizan las primeras marcas sino que se busca la mejor combinación entre calidad y precio. “Pueden elegir, dentro de las distintas alternativas que hay en góndola, cual es la que mejor se adapta a su bolsillo”, indicó.
Por último, sostuvo que lo que quisiera es que el consumo repunte rápidamente y volver a los niveles de ventas que había antes. “Eso significa que la gente va a estar consumiendo y satisfaciendo todas sus necesidades”, indicó. Pero la realidad es que lo que se observa es que si bien se dejó de caer en el consumo, el repunte será muy lento. Por más ofertas que se hagan, hay otros factores que influyen en la capacidad de consumo. “Subieron mucho los servicios, los medios de transporte. Entonces, por más que la inflación está controlada y bastante en baja, hay otros rubros que han actualizado muy fuerte, eso me hace pensar que la recuperación va a ser muy lenta”.
Carcasa y alitas
Sergio Fruncieri, responsable en Concordia de dos carnicerías de Soychú, el segundo frigorífico de pollos del país con un volumen de producción solo por detrás de Granja Tres Arroyos, indicó que la recesión que vive el sector es muy importante. “La carne, como todo, aumentó. Ahora hubo una suba importante en el pollo. Eso viene acompañado por el aumento del combustible, del peaje, etc., etc.”. Además, sostuvo que algunos proveedores de carne que tienen tres camiones, han parado dos ya que no hay venta.
Fruncieri sostuvo que el problema principal es que no aumentan los sueldos. “La gente busca como sobrevivir y pasar el momento consumiendo lo más económico que hay. Lo vemos, lo pasamos todos, cuando vamos a un supermercado, compramos las segundas marcas y en el caso de las carnes se buscan los cortes más económicos y con el pollo lo mismo”, dijo.
En los comercios se deja de lado el filete de pollo o la suprema, ya que es “todo carne” y no tiene desperdicios, por cortes más económicos como la pata muslo o el pollo entero. “El ama de casa elabora tres o cuatro comidas con el pollo entero. Es una economía importante: les rinde”.
Pero, en los casos más extremos, Fruncieri explicitó que se venden mucho las menudencias del pollo. Se trata de las vísceras comestibles de las aves, principalmente el corazón, hígados o mollejas. “No es algo que se consuma mucho en Argentina pero en este momento se está vendiendo mucho”, dijo. Asimismo, la gente compra la carcasa del pollo: el kilo vale $ 400 pero depende de cada comercio porque es como un “descarte”. La carcasa es el esqueleto del ave (tanto aves de corral, como de aves de caza), después de deshuesar la pechuga y seccionar los muslos y se emplea para elaborar fondos y caldos. “Se hace un estofado. Le pellizcan la carne que les queda”, dijo Fruncieri. También se vende la alita que vale $ 2.000 o $ 2.500 el kilo.
Por otra parte, Fruncieri indicó que se usa mucho la tarjeta de crédito para “pelotear la situación para adelante”. “La gente compra, por decirte, $ 5.000 para pagar en tres veces. Es una locura. Eso no se veía”, indicó.
La situación es complicada. Tanto puertas adentro, ya que el aumento de la electricidad en negocios que tienen un consumo importante de frío hace más difícil mantener los precios en una economía donde la gene no puede consumir, como puertas afuera. “Cada vez es mayor la cantidad de gente que anda pidiendo en la calle. Estamos pasando un momento muy complicado”, indicó. “Si hay menos inflación es por la recesión que hay, me parece a mi desde mi óptica. No puede hacer inflación porque no hay consumo”, dijo.
Tres papas
Laura es integrante de la Cooperativa “Pueblo a Pueblo” que ofrecen frutas, verduras y alimentos frescos en un local de calle Gobernador Cresto, en el predio de la Ex Estación Concordia Norte. “El consumo se ha reducido bastante. Te diría entre un 40 y 50 %. La gente se cuida un montón. La papa, que vale $ 1.500, la gente capaz te lleva tres papas y ya no un kilo como antes. Te llevan de unidades las cosas”, dijo.
“Hoy pasó que una señora que llevó tres papas. Iba preguntando ‘¿Cuanto voy? ¿Cuánto voy?’. Cuando llegó a la caja, vio que le alcanzaba para seis huevos y recién ahí los pidió. Van calculando y se van midiendo un montón”, señaló Laura. En cambio, el año pasado, “las ofertas salían un montón. Precio preguntaban el año pasado pero se llevaban más bolsas, mas cantidades”.
Además, consignó que hay días en que se mueve más el comercio y “suben un montón las ventas” respecto de otros en que “no anda nadie”. “Así va fluctuando varias veces en el mes”, dijo. Muchas veces eso depende de los días en que debe pagar algún impuesto o servicio.
Además, Laura dijo que muchas veces la gente se sorprende cuando les indican los precios pero no se quejan con ellos. El lamento que escuchan es que no les rinde la plata. “Se sorprenden porque se llevan tres cosas y son $ 6.000 o $ 7.000”, dijo. Las subas en las verduras dependen de la época del año. “Choclo no estamos trayendo porque está carísimo”, dijo. “Hay otras verduras como el zapallito tronco que también sucede esa situación”, indicó.
Y aunque hacen ofertas y la gente se ve tentada, ya no tienen tanta salida. “No es como antes que ponías un oferta y se vendía un montón. Ahora ayuda a salir el producto pero no es la cantidad de antes”, dijo la vendedora.
Marcos
y la cgt, cuando decreta paro nacional por tiempo indeterminado a alfonsin le hicieron 13 paros, ubaldini, y ahora otro turco, el daher, no le hacen paro y están destruyendo el.pais
Ilda
LOS LÁCTEOS INCOMPRABLES, Y CASI TODAS LAS PRIMERAS MARCAS ESTÁN EN MANOS DE EXTRANJEROS. PARTE DE SANCOR, ILOLAY, MILKAUT, LA PAULINA, ETC, TODAS EN MANOS EXTRANJERAS. CHAU, A LOS LÁCTEOS, TODO PARA EUROPA, Y LOS ARGENTINOS, QUE SE CAGUEN O PONGAN, LA GUITA, QUE NO TENEMOS.
inge
En el mundo solo hay muy pocos países productores de alimentos en altos volúmenes, y que pueden exportar, porque les sobra, algunos son Estados Unidos, Brasil, Argentina, Australia, Nueva Zelandia, y no muchos más. Argentina produce alimentos y exporta para 300/400 millones de seres humanos. Y resulta que en Argentina, hoy los Argentinos, no podemos pagar nuestra propia comida. Todo una vergüenza, un bochorno, por miserables HDP, que fueron votados por un pueblo engañado y bapuleado, por un grupusculo de despreciables seres in-humanos, qué avergüenzan la dignidad humana.