Director: Claudio Gastaldi
Concordia
lunes 16 de septiembre de 2024
Nota escrita por: Ricardo Monetta
lunes 24 de julio de 2023
lunes 24 de julio de 2023

Antecedentes,Negociaciones y Consecuencias de la Deuda Externa Tramposa que nos dejó Mauricio Macri

La estrategia de sometimiento y dominación de los pueblos de América y el resto del mundo fue la exteriorización de la entente angloestadounidense, por la cual estos se dividieron América. Enunciada por los EEUU y apoyada por Inglaterra, prohibió el "colonialismo militar directo" sobre América y disuadió a España y otras potencias europeas de reconquistar militarmente a las ex colonias hispanoamericanas. A través de la Doctrina Monroe, Inglaterra mantuvo su equilibrio europeo, al tiempo que sentaba las bases del neocolonialismo. Como contrapartida, le aseguró a EEUU su expansión física directa sobre Norteamérica. Al inspirar a Monroe, el ingenio inglés ya había planeado hacer más "sutiles" sus métodos de dominio. Preveía sustituir la onerosa conquista militar por la penetración económica y emplear como vínculo de sumisión indirecta el contrato diplomático de una deuda externa, haciendo realidad entre naciones el viejo adagio bíblico: "El que toma prestado, sirve al que presta".

En la posguerra mundial, en Bretton Wood, se constituye el FMI, constituyendo la simiente del despojo de los pueblos necesitados. Macri dejó atada de pies y manos a Argentina con el FMI, cuyo fin es la dominación política, porque, como se sabe o debiera saberse, el sentido último del FMI no es económico sino político. El organismo, controlado por el Tesoro de los EEUU, es un instrumento de dominación. El pensamiento de izquierda a veces peca de economicismo. Desde esa mirada, el FMI querría mantener a Argentina tomada del cuello para que las empresas de EEUU ingresen a la explotación de los recursos naturales como el litio, agua dulce, petróleo y gas no convencional. Eso es cierto, pero no lineal. Para un imperio, el control es un objetivo en sí mismo. Las circunstancias son dinámicas; en cada coyuntura, la dominación puede usarse con objetivos diferentes, por ejemplo, votar contra ciertos países en la ONU, no permitir el ingreso de empresas chinas, etc. Durante la década de 1980 y a principios de los 90, era evidente que los préstamos para pagar deuda vieja y evitar el default venían atados a las exigencias de privatización de los servicios básicos. El aparato de propaganda de la derecha regional, es decir, los medios de comunicación dominantes, hacían el resto del trabajo. Machacaban día y noche con que todo lo que fuera estatal era ineficiente y caro.

Es el tipo de asedio que hoy tiene en la mira a Aerolíneas Argentinas. En el año 2022, la línea aérea recibió aportes extras del Tesoro por $72.908 millones. Si hacemos una simple comparación, por el no pago de Ganancias de los Jueces, Fiscales y demás funcionarios del Poder Judicial, se perdieron cerca de $237.000 millones de recaudación. O sea que el conjunto de la sociedad subsidia que los jueces y demás no paguen ese impuesto y no cumplan la ley que paradójicamente deben aplicar. Ese subsidio es 300% mayor al de Aerolíneas, que brinda un servicio estratégico de conectividad llegando a lugares donde otros medios no llegan.

Pero volviendo al FMI, perdón por la digresión anterior, su sentido político quedó expuesto de un modo pornográfico durante el gobierno de Mauricio Macri. El préstamo más grande de la historia del Fondo fue otorgado para tratar de salvar a Macri de las corridas que sus propias políticas habían habilitado, luego de haber contraído una deuda con la banca privada de miles de millones a 100 años. Entonces, para asegurar su reelección, el gobierno de Donald Trump operó para desembolsar U $47.500 millones de dólares en una obscena maniobra de deuda y fuga de capitales que sumaron U $86.000 millones de dólares. Una visión conspirativa podría sostener que Macri reconstruyó a propósito el sistema de dominación del FMI sobre el país, una suerte de garantía para tener condicionado a cualquier «populismo» y, en segunda instancia, para que puedan ayudarlo a volver al poder empujando al precipicio a sus adversarios. En la actualidad, la salida posible de la situación actual es negociar con el FMI discutiendo a fondo mayores niveles de autonomía nacional en un contexto de debilidad como el actual.

Pragmáticamente, ese objetivo no es posible si la persona que lo lleva adelante no cuenta con un mínimo de «confianza» por parte de EEUU. Massa la tiene. Pero no es nada fácil, y él lo sabe porque se juega su futuro político. Puede sonar a que no es nada romántico, pero la política a esos niveles tiene más momentos de asperezas y tensión que de ensoñación. La gira por China antes de la negociación con el FMI fue un acierto porque ahora se sienta a negociar con el hecho consumado del apoyo oriental. Hay que ver qué margen de negociación tiene Massa para aceptar las condiciones del Fondo sin lesionar los acuerdos con China, teniendo en cuenta que por ahora solo son rivales en materia de política económica en el acceso a los recursos naturales de nuestro país. Cuando se firme el acuerdo famoso, veremos quién pagará los «costos» y qué sector de la sociedad o empresarial tendrá que amoldarse a los nuevos designios y condiciones que nos impondrá el FMI.