En su discurso de asunción, Sheinbaum, de 62 años, subrayó el papel histórico que representan las mujeres en su llegada al poder, declarando: «No llego sola, llegamos todas» y «es tiempo de mujeres». Agradeció a López Obrador, calificándolo como «el dirigente social más importante de la historia moderna» y comparándolo con el emblemático exmandatario Lázaro Cárdenas. Además, elogió la política social de su antecesor, destacando la salida de 9 millones de mexicanos de la pobreza en los últimos seis años.
Entre los asistentes al evento se encontraban destacados líderes latinoamericanos, como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Gustavo Petro (Colombia), Gabriel Boric (Chile) y Luis Arce (Bolivia), junto a la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y representantes de 105 países. La presencia de estos mandatarios evidenció el alcance internacional del evento y la relevancia de México en el contexto global.
En cuanto a las políticas futuras, Sheinbaum reafirmó su compromiso con la llamada «cuarta transformación», la iniciativa de gobierno promovida por López Obrador, y enfatizó que se continuará con el «humanismo mexicano», un modelo que pone el bienestar social en el centro de la agenda política. También defendió la polémica reforma judicial que propone la elección popular de jueces y magistrados, rechazando las acusaciones de autoritarismo: «¿Cómo va a ser autoritaria una decisión que, en esencia, es democrática y permite que el pueblo decida?».
Sheinbaum también abordó temas clave para su administración, como el fortalecimiento de las relaciones con América Latina, la promoción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC) y la confianza en los inversionistas nacionales y extranjeros, asegurando que sus inversiones estarán seguras en el país. En el ámbito ambiental, prometió impulsar energías renovables y garantizar el respeto a los recursos naturales, con una firme postura en contra de la siembra de maíz transgénico y a favor de la autosuficiencia en la producción de maíz y frijoles.
Feminista declarada, Sheinbaum hizo un llamado a reconocer el papel histórico de las mujeres en México, recordando que, durante mucho tiempo, fueron relegadas al anonimato: «Nos contaron una versión de la historia haciéndonos creer que el curso de la historia estaba impulsado por hombres». En un acto de reivindicación, cerró su discurso con una promesa: «No les voy a defraudar, les prometo seguir haciendo historia».