La Palma indicó que esta semana presentaron una nota para sentarse a realizar un readecuamiento tarifario. “Y ver qué es lo que quieren hacer los concejales. Que quiere hacer el municipio también”, indicó. En ese sentido, sostuvo que hay muchísimas variables para considerar. “Ahora hay que ponerlas sobre la mesa y trabajar”, dijo.
En ese sentido, dijo que la tarifa está sumamente atrasada al igual que los subsidios que entrega el gobierno. Pero La Palma, al ser consultado sobre lo que debería costar el pasaje, tomó como ejemplo lo que señaló el gobierno nacional la semana pasada: $ 700. “Nosotros hoy por hoy recibimos $ 143 por cada pasajero que viaja y paga boleto único. Pero los estudiantes de primaria y secundaria abonan $ 40 y $ 50 respectivamente. “En promedio, del 1° de octubre al 24 de octubre, tomando cada pasajero transportado, el ingreso es de $ 86. ¿Cuántos nos falta para llegar a los $ 700? Más de $ 600, remarcó La Palma. La estadística se basa en el registro de los pasajeros transportados por la Línea 2.
A eso hay que sumar los subsidios que entrega el Ministerio de Transporte. “Los $ 600 y pico que nos faltan los tenemos que cubrir con un aporte de $ 136 por pasajero. ¿Me entendés por que estamos fundidos? Tenemos que llegar a $ 700 por pasajero en promedio y tenemos $ 86 más $ 136. No llegamos ni al 50 %”, indicó. En otras palabras, dijo que esos números son una especie de “aplanadora” que “le pasó por encima” al transporte público.
Luego de tomar una calculadora, La Palma dijo que una alternativa para cubrir la diferencia y llegar al monto ideal de $ 700 sería dividir los subsidios que reciben por 180.000 pasajeros mensuales pero en lugar de transportar a esa cantidad, sólo lo deberían hacer a 40.800 pasajeros. Pero para ello, deberían reducir la flota de micros a menos de la mitad. “El sistema se cae”, admitió. De cualquier forma, sostuvo que, de seguir así, el destino sería el mismo. “La Línea 8 (Chamussy) ya abandonó. Ahora estamos viendo quien es el siguiente”, dijo. La empresa se vendió. Y fue absorbida por la cooperativa que agrupa a las Líneas 5 y 7 “Nuevo Expreso”. “Despacito van cayendo los operadores. Van quedando los grandes porque tienen espalda para aguantar. Peor cuando se te caiga un grande ¿qué van a hacer?”, dijo.
Más números
La Palma sostuvo que actualmente están pagando $ 425 el litro de gasoil y la Línea ocupan cerca de 30.000 litros por mes. En total, $ 12.750.000 se debe gastar en combustible. “Es más o menos el 40 % de los egresos totales que tenemos”, dijo. En tanto, los sueldos se llevan entre otro porcentaje similar de entre el 40 y 50 %. Solo les quedan un 10 % para pagar repuestos, renovación de unidades, seguros, honorarios profesionales, accidentes, indemnizaciones. “Ese 10 % es alrededor de $ 3 millones. Parece mucha plata pero por una reparación de caja de cambio mínima -que era un sincronizado de tercera y cuarta, ni un rulemán, ni un engranaje nada- nos pasaron $ 650.000 que no lo pudimos comprar”, remarcó. A eso hay que añadir el pago a los profesionales, el pago de los seguros (cerca de $ 600.000 mensuales), etc.
En Santa Fe, el boleto de colectivo cuesta $ 185 y se prevé que a partir de noviembre cueste $ 220. En Paraná, La Palma dijo que están cerca de llevarlos a $ 200. Por ende, sostuvo que en Concordia, actualmente en $ 143, debe efectuarse una corrección de la tarifa que será mayor o menor dependiendo, en gran medida, del incremento del subsidio nacional, cuestión que se está negociando en estos días.
Por ello, sostuvo que no pueden pedir una suba desmedida de la tarifa porque los pasajeros no lo pueden pagar. “Mientras los tengas pobres a los pasajeros, no te van a poder pagar. Cuando le acomodes las variables a los trabajadores y a las personas que viajan, ahí si van a poder pagar un servicio como corresponden pero, hoy por hoy, tenes que subsidiarlos a todos porque los tenes empobrecidos. El problema no es el valor del transporte sino lo que está ganando la gente”, dijo.
Recambio y receso
Pero La Palma admitió que es una época compleja para tramitar ese tipo de requerimientos. Por un lado, hay un proceso de recambio de autoridades en marcha. Con el aditamento que asumirá la intendencia una fuerza política diferente tras 40 años de gobiernos ininterrumpidos del mismo color político. Y a ello se le suma que diciembre es un mes de receso en el Concejo. No obstante, eso no implica que no se puedan llevar a cabo sesiones extraordinarias, a pedido del Ejecutivo, cuando una situación determinada lo exija.
La Palma sostuvo que ya hubo charlas entre el intendente Enrique Cresto y su sucesor, Francisco Azcué. Y remarcó que demorar cualquier suba de tarifas hasta más allá del 10 de diciembre, fecha de asunción de las nuevas autoridades, sería un certificado de defunción para el transporte público.
“Si nos hacen esperar hasta el 10 de diciembre, el mes que viene tendremos que ir a decirles a los muchachos ‘bueno señores, desde el mes que viene haremos reducción de sueldos porque ya no sabemos de dónde ajustar’. Estamos al límite. Por eso creo que la semana que viene nos van a llamar y lo van a entender”, sostuvo.