En julio pasado, el Sindicato Obrero de la Fruta, solicitó la reapertura de las paritarias debido a que, y tras evaluar una situación inflacionaria que se vio acelerada por la devaluación del 20 por ciento luego de las elecciones PASO, consideró que el aumento logrado previamente había quedado desfasado. Cabe recordar que el aumento conseguido en abril de este año, y que se extenderá hasta abril del próximo, fue del 125% para todas las categorías de la escala salarial. Un cosechero hoy gana 73 mil pesos finales, muy por debajo del salario mínimo vital y móvil que se proyecta será de 150 mil pesos para el mes de noviembre.
Ante esta situación, los empresarios se niegan a otorgar un nuevo aumento, argumentando que ya habían concedido un incremento del 125%, cifra por encima de la inflación pero que hoy no contempla la aceleración del proceso inflacionario que sobrevino con la devaluación del pasado 14 de Agosto.
Tras tres audiencias en el Ministerio de Trabajo, en las oficinas locales de la Anses, en las que no se logró llegar a un acuerdo, los empresarios insistieron en su posición de pagar únicamente el bono de 60 mil pesos a condición que el mismo no impacte en el salario base, es decir, un pago excepcional por única vez.
Ante el estancamiento de las negociaciones, intervino vía zoom la doctora Gabriela Lemma, del Ministerio de Trabajo de la Nación. En el último cuarto intermedio, instó a los empresarios a considerar la posibilidad de otorgar un aumento adicional. Por su parte, el sindicato solicitó un incremento del 45% adicional a los 125% previamente acordados.