En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, establecido por la Organización Mundial de la Salud, caminamos en Concordia.
En una actividad multitudinaria, colmada de jóvenes entusiastas y vitales, deseosos de expresarse y participar, caminamos desde la Plaza 25 de Mayo hasta el anfiteatro de la costanera, para visibilizar, concientizar e informar sobre la prevención del suicidio.
Nada es como ir juntos a la par, la marcha fue la metáfora elegida para significar que la prevención del suicidio es una construcción colectiva, participativa, comunitaria, que debe involucrarse, comprometerse y exigir respuestas a las autoridades.
La caminata, organizada por «Lazos en Red,» la red de voluntarios para la prevención del suicidio en conjunto con la Biblioteca «Julio Serebrinsky» de la Cooperativa Eléctrica y numerosas instituciones (1), sobre todo educativas, había comenzado, para ser estrictos, mucho antes. Empezó en el virtuoso enredo con las escuelas, que se comprometieron en abordar este dramático problema actual, entendiendo que «siempre somos responsables de lo que no tratamos de impedir» (2), pero también con la conciencia del desborde que generaban los chicos con sus angustias, sus depresiones y sus hondas tristezas, que finalmente derivaban en conductas autodestructivas. Con ellas comenzamos a trabajar juntos, ante el desamparo de no saber qué hacer y la ausencia de respuestas, brindando capacitaciones a los docentes, talleres a los jóvenes, orientando ante casos concretos, abriendo los espacios de talleres de «Lazos en Red», enfrentando juntos, con sus dudas e incertidumbres y nuestra escasez de recursos de voluntariado, el acompañamiento de los adolescentes frágiles en situación de vulnerabilidad.
Y fue precisamente con esas instituciones educativas con las que nos reunimos para organizar esta actividad de concientización. La concretamos este viernes 8 de septiembre, en un encuentro que nos sorprendió por la masividad. Caminamos desde la Plaza 25 hasta el anfiteatro de la costanera. En ese escenario leímos un documento acerca de lo que necesitamos para salir de la orfandad de respuestas de quienes deben darlas, solicitamos al Estado la implementación plena de la ley 27.130 de salud mental, informamos sobre la prevención del suicidio, que se puede evitar porque no es un acto impulsivo, sino la acción final de un proceso que se puede detectar, enunciamos los indicadores de vulnerabilidad suicida, para darnos cuenta de cómo identificar una situación de riesgo y qué hacer con ella. Comunicamos a continuación los espacios que el voluntariado «Lazos en Red» ofrece a quienes estén transitando una depresión con ideas de suicidio: el «Taller de Tejido» que coordina Silvia Fernández, el acompañamiento terapéutico grupal que realiza Federico Muntaabsky y el «Taller de Expresión para Adolescentes» conducido por Verónica Bordagaray, Cecilia Gómez y Andrea Baquela, y las conmovedoras palabras, mensajes de aliento y valientes testimonios de los adolescentes que forman parte de ese espacio.
Después fueron pasando al escenario los chicos de las diferentes escuelas, frescos, vitales, lúcidos, para expresar en libertad sus opiniones, experiencias, declaraciones y vivencias. En libertad, pero con fundamento, porque realizaron concienzudos trabajos con sus docentes en el análisis y búsqueda de información sobre el tema, relatando en el escenario esas investigaciones.
Este encuentro, para todos nosotros, los que lo organizamos y los que participamos, tuvo un valor excepcional, precisamente por la participación profunda de los adolescentes, teniendo en cuenta que el suicidio, en la franja comprendida entre los 15 y los 24 años, configura una de las principales causas de muerte.
La jornada, pletórica de alegría y en la que el sol se esforzó por ser metáfora de superación tras el diluvio, fue cerrada por la maravillosa música de «Bicho raro», una banda local tan talentosa como generosa, y con la plantación de un árbol y flores amarillas, acto emocionante cargado de simbolismos.
La prevención del suicidio requiere del compromiso y participación de la comunidad, como quedó demostrado en esta extraordinaria marcha, pero fundamentalmente de la implicación y asunción de la responsabilidad del Estado en el desarrollo de políticas públicas, de programas concretos en consonancia con la ley 27.130, hoy ausentes o insuficientes. Cada vez que hay situaciones de riesgo de suicidio, es complicado conseguir turnos en las instituciones públicas de salud y salud mental para su asistencia, no respondiendo a lo que la ley establece, que deben crearse equipos interdisciplinarios de salud mental para atender estas personas y sus familias. Necesitamos que las instituciones de salud se den por aludidas, cuando, parafraseando a Camus, el suicidio es el mayor problema de la salud mental, en tanto expresa con dramatismo el desgarro y el malestar social y en la cultura actual.
Cada vez más «Lazos en Red» recibe solicitudes de capacitaciones, orientaciones e intervenciones para la posvención (el trabajo de prevención cuando sucede un suicidio), aunque la ley establece que el Estado, el Ministerio de Salud, debe capacitar los recursos humanos en los ámbitos de la salud, de la educación, seguridad, justicia, contextos de encierro, etc., cosas que evidentemente no suceden. Necesitamos que las autoridades actuales y/o las que vayan a venir cumplan con sus obligaciones de ejecutar realmente políticas de prevención del suicidio, tal como lo establece la ley, en la prevención, asistencia y posvención, articulando y coordinando sus recursos desde un enfoque preventivo y comunitario, interinstitucional e intersectorial, como lo dicta la normativa. No queremos enfrentarnos más al dolor de la pérdida de chicos, en la desesperación de su soledad, su impotencia y sus faltas de oportunidades; queremos una vida plena para ellos, con posibilidades de desarrollar sus proyectos y realizaciones personales. Tenemos la obligación, como decía Freud, de instaurar en los jóvenes el deseo de vivir, o como lo afirmaba Morin, enseñarles el gusto por la vida.
En la maravillosa caminata del 8 de septiembre en Concordia, dimos el primer paso.
(1) A riesgo de omitir involuntariamente a alguna, las instituciones que participaron del encuentro, fueron las siguientes: Escuela «República de Entre Ríos,» de Comercio «Gerardo Victorín,» «Jorge Luis Borges,» «Damián P. Garat,» «Gerardo Yoya», «San Francisco,» «Técnica 1 Brigadier Pascual Echague,» «Profesorado Superior en Ciencias Sociales,» «Tecnicatura en Economía Social,» «Escuela López Jordán,» «Mariano Moreno,» Instituto Superior de Especialidades en Educación Física (I.S.E.E.F. Concordia), María Elena Walsh, Anexo Bugatti 41, «Felipe Gardell,» Instituto Técnico, Escuela «José Gervasio Artigas», C.O.M.O.C, Mas, Biblioteca «Julio Serebrinsky,» «Lazos en Red.»
(2) Jean-Paul Sartre