Crece el fastidio en la Costanera con el manejo de la creciente en Salto Grande: ‘¿Qué utilidad tiene la represa para Concordia?’

El Servicio Meteorológico Nacional describió que significa el fenómeno del Niño. “Desde la década de 1960 hasta la actualidad se han registrado 21 fenómenos ENOS durante la primavera. Estas extensas estadísticas permiten conocer con profundidad cómo se comporta el clima en nuestro país bajo condiciones Niño. En general, en las primaveras bajo la influencia de El Niño suele aumentar la frecuencia y la intensidad de las precipitaciones en gran parte del centro-este y norte argentino, especialmente en las provincias de Misiones, Corrientes y norte de Santa Fe”.

“Estas provincias se caracterizan por ser las que tienen mayor vinculación con el fenómeno de El Niño. De hecho, de acuerdo a los datos históricos, de las 10 primaveras más lluviosas en esta región, 7 fueron en años con presencia de El Niño”.

“Estas estadísticas demuestran las implicancias que tiene el ENOS en las precipitaciones de  la región, que generalmente se traduce en temporadas donde se incrementa el riesgo de inundaciones, crecidas de ríos, tormentas intensas, entre otros impactos. También hay que destacar que las primaveras con El Niño suelen ser más lluviosas en la provincia de Buenos Aires, sur del Litoral y el noroeste de Patagonia”.

Teniendo en cuenta el comportamiento del clima, las constantes lluvias y la crecida del río, no hay dudas de que se vive una temporada atípica para quienes viven cerca del río. Pero, la pregunta que se instala es ¿podría haberse manejado la creciente de otra manera?.

Doval remarcó que en el peor momento de la creciente, hace dos semanas, el Lago se mantuvo bajo mientras que los vecinos de la zona y los comerciantes se tuvieron que ir. Y cree que se podría haber manejado un poco mejor. “Los especialistas son ellos. Nosotros lo que pedimos es que traten de amortiguar un poco más y no nos manden tanta agua”, dijo. Pero admitió lo inevitable: “en todo caso, si viene mucha agua y la tienen que largar, que la larguen. Estamos acostumbrados a tener que salir”.

El comerciante sostuvo que, cada vez que sube el agua, deben realizar un sinnúmero de gastos para recomponer sus locales. “Hay que gastar en pintura, artefactos eléctricos, limpieza, los días que estuvo uno afuera, hubo gente que tuvo que alquilar, otros debieron ponerse en gastos, los comercios con los salarios caídos que tenemos, el lucro cesante”, etc. Por ello, reclamó la implementación de un subsidio para los sectores perjudicados.

“Los especialistas son ellos, no lo vamos a discutir, pero si el Lago siempre lo mantuviste bajo, y me inundaste a mí con un metro y pico…si lo hubieses mantenido a 12 metros, es un río alto, pero no perjudica a nadie. Si el Lago sigue bajo, hubieses puesto el río a 12 si tenía margen el Lago. No estoy diciendo que la represa no sirve de amortiguación de una creciente mucho mayor. Pero lo que estamos pidiendo ahora es que la amortiguen un poco más cosas de no tener que seguir sacando gente”, destacó.

Doval dijo que hace 26 años es propietario del carrito, pero eso no significa que no lo van a encontrar barriendo o haciendo otras tareas. “Si esto fuese negocio, ninguno de nosotros estaríamos ahí. Estarían grupos económicos importantes. Acá estamos trabajadores”, indicó.

‘Yo abrí anteayer y no vendí nada’

En la esquina de la Costanera y Roque Sáenz Peña, se encuentra Ricardo, quien maneja un kiosco. Tenía todos los artículos colocados dentro del local, pero la situación que atravesaba era de un desánimo profundo: el retroceso del agua se revirtió y había comenzado a subir nuevamente por las intensas lluvias de las últimas horas.  “Empezó a subir y hay noticias de que va a seguir subiendo. Lo poco que armamos lo vamos a tener que desarmar de nuevo”, recalcó.

“Esto es todo gasto. Yo abrí anteayer que estuvo lindo y no vendí nada. La gente que anda, anda chusmeando y no gasta. No hay ingresos y las reservas que tenía las estoy gastando”, dijo. Es que cada vez que debe trasladar sus artículos, debe pagarle una camioneta para que le haga un flete que le cuesta $ 6.000. Y sostuvo que a los comerciantes les ofrecieron, en una creciente anterior, un préstamo a devolver en 36 meses sin interés.

Ricardo dijo que siente que los están “agarrando de payasos” a los comerciantes. “La represa está a 32 metros y acá tuvimos casi 14 metros. Hubiesen llevado a 35 metros y regular y si venía agua de arriba, largaban acá. Si nos inundábamos, nos inundábamos. Pero inundaron a Concordia a propósito para después esperar agua”, recalcó. “Ellos son técnicos, yo toco de oído, no sé como manejan a la represa, pero para mí estuvieron mal”, indicó. La única explicación que encuentra es que no esperaban la lluvia que cayó en estos días en la zona. “Creo que no esperaban ese caudal aguas abajo de la represa”.

Esta mañana, la música suena en el local, pero no va a durar mucho. Seguramente dentro de poco tiempo, le desconectarán el medidor y luego Ricardo deberá sacar sus golosinas. Mientras tanto, muy poca gente pasa caminando, algunos autos cruzan y dan la vuelta rápidamente. Dentro de poco estará rodeado por el agua que sube por Roque Sáenz Peña y por la avenida Costanera. “Cuando llega a 12,80, se cierra Roque Sáenz Peña y Costanera. Y quedaría con agua, pero no adentro del kiosco. Pero quien me va a venir a comprar si tiene que pasar por el agua”, dice riéndose. Nadie va a chapotear en el agua para venir a comprar un paquete de galletitas. Ricardo se lamenta porque piensa que este año no va a haber temporada de verano.

‘Es un costo salir y es un costo volver’

Omar, propietario de otro carrito ubicado en la Costanera, ‘King Costanera’, dijo que este mediodía iban a reabrir las puertas. Por un lado, estaba contento porque no estuvieron tanto tiempo sin trabajar. Pero, al mismo tiempo, intranquilos por lo que estaban escuchando y viendo el comportamiento del clima debido a las lluvias.

“Vos hacés un gasto para volver porque no es fácil. Todo lo que es transporte y movimiento del personal. Volver y estar una semana o dos y que te vuelvan a sacar es bravo. Esa experiencia ya la tuvimos. Es un costo salir y es un costo volver”, indicó Omar.

La experiencia que tuvo con el Niño no fue la mejor, cuando estaba en otro sector de la Costanera. Recuerda que en 1998 debieron  salir varias veces. “Ese Niño fue largo”, indicó el comerciante.

El comerciante ve con preocupación que la CEC vuelva a retirar los medidores. Y que la CTM no les puede asegurar con certeza cuanto tiempo se va a mantener esta situación. “Yo ahora leí que van a llevar el Lago a 34 metros. Pero, por lo menos, que nos digan cuantos días podemos trabajar tranquilos, que se va a quedar con esa cota el Lago y que nosotros vamos a estar con esta altura”, dijo. Pero en los mismos partes de la represa se deja un margen de maniobra que genera más incertidumbre.