Por: Roque Guillermo Benedetto, contador público y abogado
¿Qué es la Canasta Básica Total?
La Canasta Básica Total (C.B.T.)) es un indicador que elabora mensualmente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y representa el conjunto de bienes y servicios indispensables para llevar una vida socialmente aceptable en el contexto argentino.
Una familia cuyo ingreso total mensual no alcanza el valor de la C.B.T.) se considera oficialmente en situación de pobreza.
2023: Un oasis en el desierto
El año 2023 fue, en términos relativos, el mejor de los últimos. El salario mínimo pasó de $47.850 en enero a $156.000 en diciembre, con una variación anual del +226,02%, frente a una inflación acumulada del 211,04%. El resultado fue una mejora real del +14,98% respecto del aumento de precios.
Más importante aún, en diciembre de 2023, el S.M.V.M. equivalía al 97,2% de la CANASTA BÁSICA TOTAL (C.B.T.)), que se ubicaba en $160.452,53. Es decir, por muy poco, un salario mínimo alcanzaba para que una familia no caiga por debajo de la línea de pobreza.
Este equilibrio, aunque frágil, mostró que con políticas activas y actualizaciones periódicas el salario mínimo podía acercarse a cubrir las necesidades básicas. Fue un respiro tras años de deterioro.
2024: Un retroceso brutal y silencioso
Pero todo cambió en 2024. El salario mínimo quedó congelado durante gran parte del año y se actualizó recién hacia fin de año, alcanzando $271.571,22 en diciembre. La variación salarial interanual fue del +74,08%, mientras que la inflación trepó al 117,8%. Resultado: una pérdida del 43,72% del poder adquisitivo real del salario mínimo. El golpe fue contundente: la C.B.T. en diciembre de 2024 ascendía a $331.532,43, lo que significa que el S.M.V.M. cubría apenas el 81,9% de esa canasta, más de un 15% de pérdida respecto al año anterior.
Este desajuste no fue casual ni técnico: fue producto de la ausencia de convocatoria al CONSEJO DEL SALARIO durante todo el año. La falta de diálogo tripartito (Estado, trabajadores y empleadores) dejó al salario mínimo a la deriva, profundizando la exclusión social y empujando a más hogares por debajo del umbral de pobreza.
2025: una recuperación meramente técnica que encubre una realidad estructural
El año 2025 comenzó con una actualización del S.M.V.M. que llevó su valor a $296.832 en marzo, frente a los $271.571,22 de enero. Este incremento del 9,30% logró apenas superar la inflación del primer trimestre (8,60%), arrojando una mejora real de +0,70%. Si bien en términos nominales se trata de una corrección positiva, en términos estructurales resulta claramente insuficiente.
Presentar este dato como una señal de recuperación implica reducir la política salarial a un cálculo estadístico, sin atender a su función social. Luego de una pérdida del 43,72% del poder adquisitivo durante 2024, un ajuste de menos de un punto real no constituye una recomposición, sino una mínima contención de la caída. El retraso acumulado no se corrige con movimientos marginales.
Más preocupante aún es el hecho de que el S.M.V.M., aun con esta actualización, sigue sin alcanzar la CANASTA BÁSICA TOTAL (C.B.T.), que en marzo de 2025 se ubicó en $356.073, pues el salario mínimo cubre apenas el 83,3% de ese umbral de pobreza, lo que revela una verdad incómoda: el Estado argentino fija como piso legal un ingreso que no permite superar la pobreza.
Este dato no debería naturalizarse, pues no es una anomalía coyuntural, sino la manifestación de una estrategia sostenida de resignación salarial, donde los trabajadores con menores ingresos son los más expuestos al ajuste e implica consolidar un modelo en el cual el empleo registrado y en blanco no garantiza condiciones materiales de vida dignas, desvirtuando los principios elementales del derecho laboral.
En este contexto, las decisiones sobre el salario mínimo —tardías, espaciadas y de bajo impacto real— funcionan más como recursos de administración del conflicto social que como herramientas de protección del ingreso y no solo expresa una omisión política, sino una elección deliberada de prioridades económicas que posterga a los sectores más vulnerables.
Del 97% al 83% en solo 15 meses. Cada vez el salario mínimo cubre menos. Cada vez está más lejos de cumplir su función.
Cuando el salario mínimo deja de proteger
En apenas 15 meses, el Salario Mínimo Vital y Móvil pasó de cubrir el 97,2% al 83,3% de la Canasta Básica Total, que representa el ingreso mínimo necesario para que una familia no sea considerada pobre.
Durante el año 2024, la inflación acumulada fue del 117,8%, mientras que el salario mínimo se incrementó solo un 74,08%, generando una pérdida real del 43,72% del poder adquisitivo, un deterioro abrupto que empujó a miles de trabajadores a una situación de vulnerabilidad, por lo que el salario mínimo dejó de ser una herramienta de justicia distributiva para convertirse en una variable marginal, subordinada a objetivos fiscales y a una lógica de ajuste que recae, como siempre, sobre los sectores más débiles.-
Esta caída no es un error técnico ni una omisión inocente: es el resultado directo de una estrategia deliberada que congeló ingresos mientras liberaba precios, licuando por la vía inflacionaria el salario real de los sectores más vulnerables. Esta desactualización no solo empobrece; sino que vulnera principios constitucionales, vacía de contenido al derecho laboral y consagra la exclusión como política de Estado.-
Que el propio Estado fije como piso legal un ingreso inferior a la canasta básica total no es un fenómeno accidental ni una distorsión estadística: es el reflejo de una política deliberada que, en un contexto de inflación descontrolada, optó por licuar salarios en lugar de protegerlos, significando, lisa y llanamente, institucionalizar la pobreza dentro del trabajo formal.
El desafío del presente no es simplemente recomponer el salario mínimo con aumentos nominales aislados, sino rediseñar su lógica de actualización, para dejar de ser una cifra meramente administrativa para volver a ser un instrumento real de inclusión, protección y equidad. Es momento de recuperar su función social y constitucional, y de construir una política salarial que vuelva a poner en el centro la dignidad del trabajo.
15 comentarios
Hernán Dario
tengo la tranquilidad de conciencia que a Milei, a Frigerio y a Azcué; no lo voté porque sabía lo que se venía y se viene.
Ajuste y pobreza para todos.
Respetuoso de la voluntad popular; les pido a sus votantes que no se quejen y que con una sonrisa y una participación activa en redes sociales resalten las virtudes de sus gobernantes.
A los jubilados, docentes y empleados estatales los quiero ver en la primera linea aplaudiendo los logros que nos encaminan a Alemania.
SuperAcordeona
Azcué emite un rayo empobrecedor
Excelente que se repliquen muchos de estos informes para que se ponga al descubierto su real personalidad de odiador serial, de ajustador y funcionario inepto para gestionar y seleccionar funcionarios.
Juan Domingo
Este Abogado es una piedra en el zapato para la gestión y el único que se anima a decir las cosas.
Nadie sale a decirle mentiroso por lo que presumo que Benedeto dice la verdad.
Azcué le faltó el respeto y lo invitó a pelear.
Espero que no lo compren o los militontos recurran a la violencia como hace Miley
Ricardo
Ojalá sigan sacando estos informes para que a los concordienses no saquen las vendas de los ojos
Azcué es una estafa electoral total, puso más funcionarios que los anteriores, la ciudad esta sucia, llena de pozos y un olor a podrido con el manejo de las cooperativas las cuales son regenteadas por un pariente.
Ruego que el señor que hace estos informes no se venda a Azcué, porque la gente debe saber lo que pasa.
Francisco
Que opinaría mi viejo, trabajador de Ferrocarriles y radical envenenado con el maltrato que sufrimos los obreros?
Que diría si le diría que trabajar de sol a sol no alcanza para comer.
Perdimos la dignidad y sindicalistas y políticos corruptos, han logrado romper la conciencia de la clase trabajadora.
Que diria Raúl Ricardo Alfonsín, llia y Frondizi que nos terminamos abrazando a la derecha por unos cargos y traicionando al pueblo.
Que se doble pero que no se rompa
Nadia
La política de Miley arrastra a la pobreza y al desempleo a la clase trabajadora.
La casta sigue gozando de muy buena salud, así que en consecuencia Miley, Azcué, Frigerio y su séquito de cortesanos son unos gran mentirosos.
Marianella
El peronismo perdió por esto, sus dirigentes renunciaron a sus principios, traicionando a sus seguidores
Si no se dan cuenta que el justicialismo es generación de trabajo genuino, volveremos a perder por goleada ante cualquier improvisado que prometa cosas imposibles.-
Facundo
Los pobres trabajadores somos un número que no les ínteresamos a nadie.
Nos dan un mísero e ilusorio aumento que no alcanza a cubrir los que nos aumentaron las cosas y los impuestos
Ojalá que a Miley, Frigerio, Azcué, Bordet, Orabona, Kueider no se queden pobres y tengan que trabajar
José
https://www.diarioriouruguay.com.ar/concordia/el-municipio-hoy-asiste-a-comedores-y-merenderos-que-brindan-atencin-a-11000-concordienses.htm
Azcue defiende a Miley el responsable de esto.
En que quedamos?
No es mejor generar trabajo?
Dora
Aguante Miley carajo!
No se le puede pagar más a gente inculta y sin preparación
Romina
Dora, vos sabés lo feo que es trabajar 8 horas de lunes a sábado y que no te alcance para comer un helado con tu hijo el fin de semana? Nunca me pasó y ojo que no pido mucho
Me siento identificado con lo que se escribió
Fredy
Si es verdad, es realmente deplorable.
Quien viviría con eso, si oaga alquiler, luz, internet, gas y además comer
Yo vote a Miley y me recontra arrepiento.
Nunca más
Franco
Aguante Milei 🤣🤣🤣🤣
El tipo nos sacó el 50% del salario y los cabeza de termo contentos como si fueran dueños de un banco o de una gran empresa
Adermicina a los mandriles, así funciona
Rolando
No podes ser tan inhumano
Yo estoy desocupado y no tengo ni para comer
Respeto a la gente que sufre
Por favor mantené un respetuoso silencio
Eduardo
Muy buena nota y muy claros los conceptos.
Cualquier partido político que representa al pueblo trabajador debe defender el salario.
Hoy el trabajador es pobre