“En agosto de 2023 tuve un accidente laboral y estuve ocho meses afuera para recuperarme de una cirugía por ligamentos cruzados y meniscos. Al reincorporarme, ya con la actual gestión, me encuentro con que no tengo mi lugar de trabajo, mi cargo ni mis adicionales. Me sacaron todo y me hicieron falsas acusaciones, como que me ausentaba sin justificación, cuando en realidad eran faltas justificadas por problemas de salud de mi pareja, que padece cáncer”, denunció Mieres.

Mieres denunció que el pasado viernes volvió a vivir la misma situación del año pasado cuando volvió de sus vacaciones el 13 febrero: «Me tienen sin elementos ni funciones. Estuve un mes fuera de servicio porque tomé mis vacaciones extraordinarias, que me corresponden por derecho. Sin embargo, Danilo Rossi me pidió, de manera informal, que no trabaje más, retirando todas mis pertenencias del sitio donde cumplía mis funciones. Actualmente estoy sin tareas, sin saber qué hacer y completamente aislado, como si tuviera un virus contagioso».

Mieres manifestó que cree que su situación se agrava por la percepción que tienen sus superiores sobre su vida personal: «Ellos toman como propio el instituto y yo tengo una situación particular. Mi mujer padece cáncer, una enfermedad muy grave, y quienes la han vivido de cerca saben lo impredecible que puede ser. Por eso he solicitado licencias para poder atenderla. Esto parece molestarles. En varias ocasiones no me han concedido licencias extraordinarias, y he faltado igual, días que me han descontado de mi salario, porque la situación lo ameritaba. Esto está monitoreado por el gremio, ellos saben y tienen el historial médico de mi esposa».

El trabajador también cuestionó la estructura organizativa del instituto: «Antes había un presidente, un vicepresidente y vocales. Hoy tenemos seis funcionarios, cuatro son jefes y dos son asesores que viene un par de días al mes. Es una monarquía, es como si el instituto estuviera privatizado. Lo que se interpreta es que intentan poner a su gente y desplazar a los empleados de planta permanente».

El trabajador también señaló que dentro del instituto reina el nepotismo y las relaciones laborales se mezclan con las personales, mencionando que «el presidente del InVyTAM es Giuliano Rossi, pareja de Diana Yáñez, quien es la contadora del instituto y  era mi superior. A su vez, el presidente tiene un asesor que es su hermano, Danilo Rossi. Como se ve, todo queda en familia. Esto afecta el desenvolvimiento normal del instituto, porque cada petición o solicitud que esta persona, la contadora, le hace al presidente rompe los vínculos laborales y se mezclan cuestiones sentimentales».

Sobre el rol del gremio en su situación, Mieres indicó: «En su momento el gremio me acompañó. Entiendo que hoy está atendiendo muchas problemáticas dentro del municipio, porque no soy el único que vive una situación de este tipo. Sin embargo, estoy en contacto con ellos y me dijeron que la semana que viene estarán en InVyTAM para evaluar mi situación».