“No solo preveníamos embarazos, sino que hemos abordado situaciones de prevención de suicidio, de acompañamiento en situaciones de abuso y hemos encarado denuncias por abuso. Solo el año pasado se han judicializado 28 casos y se ha metido preso a los abusadores gracias a las asesorías de ENIA. Porque la adolescente o el adolescente llegaba de manera espontánea a hacer alguna consulta sobre sexualidad o métodos anticonceptivos y muchas veces en esa escucha aparecían relatos de abusos. Fuimos muy importantes en Tucumán para eso. Sumamente importantes. Pero ya dejamos de ir a los barrios. Esos adolescentes se quedaron sin nadie del Estado”.
Asi fue el testimonio de María Pía y Amaicha quienes cumplían funciones en Tucumán y Catamarca, dos de las provincias que alcanzaron importantes resultados.
En su relato señalan…“No solo preveníamos embarazos, sino que hemos abordado situaciones de prevención de suicidio, de acompañamiento en situaciones de abuso y hemos encarado denuncias por abuso. Solo el año pasado se han judicializado 28 casos y se ha metido preso a los abusadores gracias a las asesorías de ENIA. Porque la adolescente o el adolescente llegaba de manera espontánea a hacer alguna consulta sobre sexualidad o métodos anticonceptivos y muchas veces en esa escucha aparecían relatos de abusos. Fuimos muy importantes en Tucumán para eso. Sumamente importantes. Pero ya dejamos de ir a los barrios. Esos adolescentes se quedaron sin nadie del Estado”.
El Plan ENIA es la primera política pública que se plantea una intervención integral e intersectorial sobre el embarazo no intencional en la adolescencia, con articulación de áreas de salud, educación y desarrollo social. Fue diseñado durante ocho meses por profesionales técnicos del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES), del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y de las provincias, con coordinación de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF); en base a la evidencia científica y experiencias de otros países, lo que permitió identificar las intervenciones más costo-efectivas para reducir el embarazo en la adolescencia.
En 2017 se lanzó durante el gobierno de Mauricio Macri y se sostuvo durante dos gestiones nacionales diferentes.
Inicialmente, el Plan ENIA se implementó en 36 departamentos de 12 provincias, priorizadas por los altos porcentajes de maternidad temprana y por la capacidad de impacto ꟷJujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, Misiones, Corrientes, Entre Ríos y Buenos Airesꟷ, y en 2023 se impulsó la federalización a todo el país.
Según datos oficiales, 69.803 adolescentes de entre 15 y 19 años y 1.938 niñas menores de 15 tuvieron un hijo o una hija en 2018 ꟷen los inicios del Plan ENIAꟷ. Luego de tres años de implementación de la política fueron 46.236 las adolescentes de entre 15 y 19 años y 1.394 las niñas menores de 15 años que tuvieron un hijo o una hija. A su vez, mientras que en 2018 7 de cada 10 embarazos en adolescentes de 15 a 19 años eran no intencionales, en 2021 la cifra bajó a 5 de cada 10. Y en menores de 15 años, la no intencionalidad pasó de 8 de cada 10 a 7 de cada 10 embarazos.
Otros números señalan que entre 2018 y 2021 la tasa de fecundidad adolescente ꟷque es la cantidad de hijos nacidos en un año sobre el total de adolescentesꟷ también registró un importante descenso: de 49,2% a 27%. Es decir, un 27 por ciento de chicas de entre 10 y 19 años se convirtieron en madres en Argentina. Lo que significa una caída de casi el 50 por ciento en tres años.